Después de casi 3 meses sin ti a mi lado, puedo asegurar que ciertas noches yo también te extraño, que muchas de esas mismas noches me desvelo viendo nuestras antiguas fotos y videos, aún no sé si la decisión tomada fue la correcta para mi, eso solo el tiempo en conjunto con el destino me lo podrán relatar.
De los besos que te di, debe de haber al menos uno que eches de menos, tal vez alguno de los tiernos en las frías noches de diciembre... o tal vez uno de los tantos que me dabas para salir del paso, esos besos que llevaban veneno, un veneno tan fuerte y silencioso que iba matando poco a poco las ganas del siguiente.
Yo mismo me sentencio a no volver a caer en la tentación de esos labios, lo perdí casi todo por unas cuantas caricias falsas de tu parte, el ultimo beso fue el que destrozo por completo mi alma, tu llorabas y ahí fue cuando la ilusión de un gran amor solo se desplomaba delante de mi, una ilusión construida durante un largo tiempo se caía a pedazos en cuestión de segundos.
Esos segundos eternos, esos cortos instantes que se hacían largos cada que pasaban, mis palabras se quedaban cortas ante ese vil momento que cortaba el lazo que nos unia, ese lazo que con el paso de los meses solo logró debilitarse.
Las ultimas semanas a tu lado tome pensé, pensé en las largas noches que pasamos juntos, pensé en todos los besos que te di para que despúes me regalaras una sonrisa, pensé en cada salida y cada vuelta a casa juntos; solo pensé, y en el momento justo que dejé de pensar, empecé a dudar, y no hay sentimiento más atroz para el corazón que la duda.
Esa tarde de Marzo, en la que te vi a los ojos y te dije que me encontraba cansado, algo dentro de mi logró sentir un poco de tranquilidad, pero otra parte solo logró romperce un poco más.
Que te olvide me susurraba lentamente la razón, que sabía que no era para siempre, pero mi corazón era el que a gritos que me decía que no te olvidara, que nos diera una oportunidad más.
No me daba cuenta que cuando terminara te iba a perder, no solo a ti, iba a perder también el deseo de amar, las sonrisas sin fin e infinitos abrazos que llenaban poco a poco mi alma. Y de todo esto lo único que iba a ganar eran ganas de volverte a ver.
Después de esa tarde, he buscado ciegamente en otro labios encontrarte a ti, encontrar ese pedacito que falta dentro de mi.
Tantas personas han estado en mi vida desde tu partida, desde que te vi por última vez con el corazón en la mano, y todas esas personas solo me servían de pretexto, para tratar de borrarte de mi mente por completo, creyendo que yo era el mayor culpable del porqué me haces tanta falta.
3 meses que se han vivido como una eternidad pero han transcurrido como un instante, el extrañarte es el sentimiento más longevo que habita en mi; pero, tu partida ha dejado muchas otras cosas dentro de mi, me dejó el saber que fui lo mejor en tu vida, me dejó paz y estabilidad y me dejó de cierta manera felicidad al saber que iba a alejarme de quién tanto daño me hizo, que al fin lograría salir adelante por mi propia cuenta y saber que no hay otra persona con la que necesite pasar más tiempo que conmigo mismo.
Ciertas noches me mortifica el hecho de saber que algún día te veré en otros brazos, en otros labios y que de los besos que te di solo te va a quedar un ligero recuerdo. Sé que como yo, vas a comparar conmigo a todas las personas que lleguen a tu vida y que hasta que no logres sanar no vas a poder cerrar los ojos sin muy dentro de ti saber que me amas, que mueres por recibir una señal de mi parte, pero que el orgullo no me dejará decirte lo mucho que te extraño.
Cuando esa persona llegue a tu vida, espero que no le pidas menos de lo tanto que te di, que no le pidas estar ahí cuando te encuentres enferma, que no le pidas ponerte a ti antes que al resto, que no le pidas un beso en la frente al despedirte y que te diga que te ama, que no le pidas que te entregue el alma entera, porque eso y más yo te lo di sin que me lo pidieras.
Hoy estoy seguro de que no hay remedio alguno para todo lo que sucedió, que ya no vas a volver nunca más, se me ocurren muchas cosas en este momento que quizás debas saber, no será tan fácil olvidarme cómo crees. Te equivocas falsamente cuando dices que me vas a superar, pues lo besos que te di no se borran ni aunque te den diez mil más.
Y cuando estés con otro, estoy seguro que me vas a recordar, me encuentro tan seguro porque me pasa cada vez que me encuentro con alguien que no eres tu, me pasa cada vez que trato de llenar un lugar con otra mujer del que tu ya eres dueña.
Ojalá el se sepa el camino de tu piel, de tu cuerpo y de tu alma, ojalá que te quiera como yo, ojalá te haga el amor hasta que te quedes sin aliento, como solo lo sabía hacer yo. Ojalá te sepa enamorar y espero que sigas todos mis consejos para poder amar, porque estoy seguro que si se parece a mí, vas a querer regresar.
Para terminar este breve relato solo quería que conocieras que eres la culpable de esta obsesión dentro de mi que nunca acaba, de mi locura por tu mirada. Que eres lo que esperaba tanto en mi vida, que eres la perfección en una mirada y que eres la estrella en mi corazón que no se apaga.
Que eres la pintora de mis sentimientos y la escritora de todos mis viejos cuentos; pero aún más importante, eres la razón del porque aún recuerdo todos los besos que te di.
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De los besos que te di.
RomanceBreve relato de como una relación pasa de un sentimiento de amor, tranquilidad y paz, a un sentimiento de desinterés, desamor y tristeza.