Responder a un "te quiero" de una persona especial

Instrucciones para responder a un "Te quiero" de una persona especial

La experiencia me dio una idea genial: decir “yo también te quiero”. ¡Aaah! Pero, ¿cómo decirlo? No es necesaria tanta preparación, porque la persona que te dijo “te quiero” lo había preparado todo. Si el receptor no está interesado o interesada, dirá “muchas gracias, qué lindo / linda eres…”. Si te dicen eso, sabrás que has sido rechazado. Pero, si la persona se queda en silencio algunos minutos, mirándote con ojos que buscan algo de ti, es porque, probablemente, esté intentando encontrar palabras como las que colocaré a continuación. ¡Atentos! Cómo responder a un “te quiero” si lo estabas esperando.

“No tienes idea cuánto te quiero” te acaban de decir. Para ti, estas palabras significan todo. No es una amistad, simplemente. Estabas esperando esas palabras de esa persona. Sólo de esa persona. Soñaste despierto o despierta por tanto tiempo escuchando a esa persona decirlo. “Te quiero te quiero te quiero”. Para ti, estas palabras significan que tu sueño y tus ilusiones se han vuelto realidad. Quieres decir algo, pero no encuentras las palabras. Sientes como tu corazón empieza a luchar por salirse de tu pecho. Es momento de responder con palabras tan hermosas como las que acabas de escuchar, y sólo quieres abalanzarte sobre esa persona y regalarle millones de besos y “te quieros”. Calma, calma.

“Yo también te quiero” piensas. Pero, ¿qué encierran esas cuatro palabras? Tú sabes qué encierran. Esas cuatro palabras… “yo también te quiero” encierran meses de desvelarte, meses de ayudarlo o ayudarla, meses de escuchar, meses de sonreírle cuando se da media vuelta luego del “te veo mañana”, meses enteros en que querías averiguar su nombre para ponerle nombre a esa ilusión, meses enteros de darte a conocer primero como su amigo, luego su confidente y luego su hermana o hermano menor. Te das cuenta que existen muchas más cosas que esas. Muchos más sentimientos que no puedes expresar con esas cuatro simples palabras, pero las dices. Las dices primero, como preámbulo a todo ese discurso que tienes dentro, de manera innata, para la persona que te diga “te quiero” y tú también decidas querer:

“Yo también te quiero… yo también siento todo eso por ti. Eres la persona más especial que tengo en mi vida y que me hayas dicho “te quiero” es el mejor regalo que me has dado. Has salvado mi vida con esas dos palabras y estoy segura de que significan muchas cosas más que has pensado y que sientes. Quiero que sepas que eres todo el mundo para mi y que yo también quiero decirte “te quiero” no solo hoy, sino siempre, todos los días. No importa lo que pase, yo siempre tendré un “te quiero” para ti y seguiré siendo lo más cercana a ti, solo que ahora sé que me quieres para ti solo y yo también quiero ser solo para ti. “Te quiero” significa muchas cosas y “yo también te quiero” significa no solo que acepto tu “te quiero” sino que nace también de mi. No lo entiendas como una simple respuesta, es algo que quería decirte, pero tú lo dijiste primero y por eso lo aprecio más. “Yo también te quiero mucho”.

Luego de responder un “te quiero” con un “yo también te quiero” no debes abrazar a aquella persona aún. Míralo o mírala a los ojos, pero que no sea una mirada más, como la de antes de que te dijeran “te quiero”, sino, míralo o mírala como si realmente hubieras esperado el doble del tiempo a que te lo diga y tú le respondas. Míralo o mírala como si estuviera a punto de partir de tu vida para siempre. Esa mirada quedará grabada para siempre y él o ella entenderá que no era una respuesta tu “yo también te quiero”, sino eran cuatro palabras que significan mil cosas más. Luego de esa mirada (puede durar lo que tú consideres necesario) abrázalo o abrázala fuertemente, otra vez, como si estuviera a punto de partir. Aún no lo beses. Que ese abrazo sea como eterno, que signifique muchas cosas, no solo unir sus brazos y sus cuerpos, sino su alma y su espíritu. Luego de ello, bésalo o bésalo, pero que no sea un beso llano, debes intentar besar sus sentimientos, besa su “te quiero” y tú besa su “yo también te quiero”. Aquél beso quedará grabado para siempre y él o ella entenderá que no era una respuesta… tu “yo también te quiero”.

SrJorge