Los Sueños Se Cumplen

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Cualquiera diría que vivir en este mundo sería para todos una aventura increíble, pero la verdad es amenos que tengas un trabajo interesante o seas entrenador la vida se hace muy monótona...

Mi nombre en Kora, son un chico de 17 años que vive solo en una pequeña casa en el campo junto a un bosque, cuando era pequeño soñaba con ser un entrenador Pokémon pero con el tiempo fuí dejando de lado ese sueño infantil.

Termine consiguiendo trabajo ayudando a un profesor Pokémon en unas investigaciones y gracias a ello pude independizarme de mis padres.

Nunca eh tenido un Pokémon no creo tenerlo, siempre me eh sentido mejor estando solo sin nadie que dependa de mi o de quien tenga que depender, aunque si me agradan mucho, me parecen criaturas sorprendentes y hasta cierto punto los envidio, tranquilos sin muchas preocupaciones ni obligaciones, solo corriendo y jugando por los prados y bosques.

—Suertudos—Dije asomándome por la ventana de mi casa.

Ya era tarde y empezaba a oscurecer, mientras los rayos del sol poco a poco desaparecían en el orisonte la oscuridad de la noche dejaba brillar a las estrellas, era lindo vivir lejos de las ciudades por cosas como está, pero mañana tendría que ir al pueblo para trabajar así que no disfrutaba mucho que ya hubiera llegado la noche.

Viendo como una estrella fugaz pasa iluminando el cielo sonrió recordando aquellos días en que jugaba a ser un entrenador, cuando jugábamos a ser Pokémons o simplemente nos perseguimos mis amigos y yo, viendo la estrella pienso en recuperar esas lindas tradiciones de la infancia.

—Desearía ser un Pokémon—dije sonriendo nostalgicámente cerrando la ventana.

Sabía perfectamente que era solo una simple estrella pero se sentía bien fingir que los deseos se cumplen de vez en cuando, sin más por hacer me dirijo a mi dormitorio y me recosté a dormir pues al día siguiente tendría que salir temprano.

Cuando abrí los ojos estaba montado en el lomo de un Charizard volando apto en el cielo, la brisa chocaba con mi rostro y alborotada mi cabello, yo sonreía viendo las nubes pasar a nuestro lado y a Charizard aletear elegantemente, no sabía por qué pero sentía que lo conocía de hace años, que le había visto salir del huevo y crecer hasta ser un majestuoso Charizard...

Me recargaba total mente sobre su espalda abrazándolo quedándome dormido no sin antes decirle—Gracias por todo—.

La luz del sol golpeando mi rostro me hace despertar abriendo lentamente los  ojos, me cuesta un poco acostumbrarme a la luz directa del sol, pero no debería ser tan fuerte en mi habitación nunca chocado el sol directamente, además de que debería haber despertado cuando el sol apenas estuviera saliendo, ¿A caso mi despertador sonó y no lo escuché?.

Mi confusión aumenta cuando me percato de que no me encuentro en mi habitación sino que en medio del bosque, por mi cabeza pasa la posibilidad de que esté soñando de nuevo, pero no se siente así.

Intento levantarme pero mi cuerpo se siente extraño, en el punto máximo de mi confusión miro hacia abajo viendo mi par de...

—¿¿Patas??—.

Me convertí en una Sylveon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora