Narrador Externo:
Los tres amigos habían coincidido con Literatura. Summer y Harry estaban sentados delante de Louis, quien se encontraba sólo en el banco.
—Buenos días, alumnos.— El profesor Mitchell entró al curso sin previo aviso, haciendo que todos dejaran de hacer lo que estaba haciendo y se pararan listos para saludar al profesor. —Primero que nada, quiero decir que el segundo trimestre estará por cerrar, y necesito la última calificación de ustedes para cerrar. —Summer suspiró cansada, odiaba esta clase, a pesar de que la sacaba con 9.50 de promedio. —Esta vez, haremos grupos de a dos personas y me entregaran una narración de diferentes temas, luego les prepararé una pequeña prueba de puntos extras.— Louis y Harry se miraron entre sí, ellos eran tres, y ambos querían estar en el grupo con Summer. —Los grupos los elegiré yo dependiendo de su último desarrollo en mi materia. —Dijo acomodándose sus lentes de armazón gruesos y de color negro, algo anticuados.
Paso el módulo completo y el timbre tocó, pero antes de que cada alumno saliera, el profesor los paro.
—Anunciare los grupos.—Murmuro mirando a cada uno con mirada matadora. El viejo había dicho todos los grupos, pero faltaban dos, los más importantes para tres personas. —Broks con Styles y Tomlinson con Mitchell.— Era obvio, Sara Mitchell, la hija del profesor, alzada por Louis desde 3er año.
P.O.V Louis
«Broks con Styles, Tomlinson con Mitchell» Esa frase me rondaba por la cabeza, maldigo al profesor, a su hija y a Harry, maldito suertudo.
—¿En mi casa o en la tuya?— Sara me preguntó viéndome directamente a los ojos, de manera tierna y cuidadosa. No tenía nada en contra de ella, no era mala ni fea, pero yo enserio quería estar con Summer.
—En la tuya. Si no te molesta... —Murmure recogiendo mis libros y parandome de mi silla para quedar a la altura de Sara, a lo mejor un poco más. Ella negó rápidamente provocando que algunos cabellos de su flequillo se movieran, terminando en la frente de ella. Reí un poco y se los acomode. —Nos vemos, entonces.— dije para salir de allí y dejar a Sara sola en el curso. Summer y Harry estaban en el marco de la puerta esperándome y viéndonos fijamente con una sonrisa pintada en sus rostros, haciendo que me desilucionara de Summer.
—¿Listo pequeño Romeo?— preguntó Summer viéndome graciosa, con sus bellos ojos grisáceos.
—Soy más grande que tú, enana.— rodó los ojos soltando un bufido exagerado. Harry río mostrando sus oyuelos.
Caminamos hasta llegar a nuestros casilleros, bancando cada halago que le tiraban a Summer, odiaba que mis compañeros de equipo de fútbol mirarán a mi amiga con otros ojos, más cuando era Miércoles, día en que teníamos entrenamiento, igual que las porristas, como ella.
—Me voy, llegaré tarde y Miriam me matará, nos vemos allí.— yo asenti con la cabeza, igual que Harry.
—Alla nos vemos, preciosa. —murmuro Harry cuando le daba un beso a Summer en la mejilla. El tenía la ventaja de ser abiertamente cariñoso con todas, y decirle "preciosa" sin ser algo más que amigos.
—Le quedan hermosos esos shorts.— dijo Hary viéndola alejarse de nosotros, haciendo que ese bello trasero se moviera a compás de sus caderas, era hermosa.
—No la mires mucho, idiota.— Murmuré molesto, tratando de no ser vencido del placer de ver a mi amiga con ellos.
—Tranquilo, Louis.— Harry hizo un ademán con las manos en seña de que me calme. Sí, a Harry y a mi nos gusta Summer desde hace tres años.
—Lo estoy...—Murmure para después cerrar mi casillero e irme con Harry a entrenar.
P.O.V Harry
Mi entramiento estaba a punto de acabar. Últimamente estaba algo distraído por las porristas, en especial por Summer, verla con esa mini-falda y ese top, tapando sus partes más exquisitas. No aguantaría más, necesitaba entrar en ella en este preciso momento. Me acerqué a ella, y la agarré del brazo sin lastimarla. Caminamos hasta un curso de arriba abandonado, el cual lo usan muchos estudiantes.
—¿Que te pasa, Harry? —pregunto desconcertada, colocando sus palmas en sus brazos para hacer un poco de calor. —Aqui hace frío.— sonrei. Ella me miro con esos ojos grisáceos que tanto me gustaban.
—Se perfectamente como sacarte ese frío. —Comence con besarle el cuello, sabía desde hace siete meses que era su debilidad.
Narrador Externo:
La joven empezó a soltar ligeros suspiros, el chico besaba y dejaba uno que otro chupetón en su blanco cuello. Summer no pudo más cuando sintió unos dedos en su zona, había corrido la tela que se interponia entre esos dedos y su feminidad, sentía que ya llegaba a su meta.
Mientras que Harry, su ereccion no daba muchos más. No iba a soportar más minutos sin que su amigo explotará.
Summer como pudo, le quito la remera a aquel chico, tocando al fin sus marcados pectorales. Harry dejó su extasiado cuello y fue por sus labios, sin separarse, él saco el top por las piernas, pasando por su falda, la cuál también salió del juego.
Ahora ella estaba semi-desnuda, en bragas y brasier. Harry se dio el lujo de separarse de ella y admirar la belleza que tenía frente.
—No es justo...-murmuro Summer con los labios rojos e hinchados, saco el cinturón de Harry y lo tiro por ahi. Su vista estaba fija en el grande amigo, quien tendría el gusto a conocer. El Del pantalón se fue con las demás prendas al piso, ahora estaban a mano.
Harry no aguantó más y se abalanzó a Summer, ella quedo completamente desnuda, «Dios mío» pensó Harry al ver lo erecto que estaban sus pezones.
—Hazlo ya...—murmuro Summer con los ojos cerrados. Harry miró su bello rostro, sintiéndose impactado por aquella belleza.
Summer sintió respiración en unos de sus pechos, y una mano en el restante. Harry empezó a lamer, morder y extasiar aquel pobre pecho. Mientras que el otro era movido, masajeado y pellizcado.
«La gloria... Oh si» pensó Summer.
Harry hizo lo mismo con el otro pecho. Los pezones estaban rojos de tantas lamidas.
—Me toca.— dijo Summer empujando a Harry contra la silla de un banco, se sentó un poco desconcertado, él aún no había acabado.
El bóxer de Harry desapareció, unas manos nuevas pero conocidas sintio. Ella empezó masajeandolo, de arriba hasta abajo y viceversa, cada vez más rápido. Líquido pre-seminal empezaba a acompañarlos en esta aventura. Summer al darse cuenta de eso, metió el pene de golpe a su boca.
Harry gritó.
Como nunca.
Estaba más que en la gloria, mucho más arriba que eso.
Summer empezaba a sentir el salado pero exquisito semen de su amigo. Harry soltó un gemido ahogado, echo la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y respirando entrecortadamente.
La chica sintió el momento perfecto para hacerlo. Cuidadosamente colocó sus manos en el respaldo de la silla, al los costados de la cabeza de Harry. Se sentó sobre su pene, haciendo que entrara de una envestida en menos de un segundo.
Harry abrió los ojos de golpe.
Lo iba a matar, lo iba a matar.
Si iba a morir, este era el momento perfecto.
DEFINITIVAMENTE.