-Hobi, ya llegue. -gritó Yoongi, cerrando la puerta de su casa detrás de él.- ¿Hoseok?
Se dispuso a buscar a su marido por todo la casa. En la cocina, en el cuarto de lavado, en el patio trasero; pero nada. Tal vez estaba arriba tomando un baño o durmiendo. Subió las escaleras con cautela para hacerle una broma a su asustadizo marido. Pero se detuvo al escuchar un ruido en su habitación. ¿Eso era un quejido?
-¿Hobi? -se acerco rápidamente a la puerta de su habitación dispuesto a ayudar a Hoseok si tenia algún problema.- ¿Hos...
Sus ojos se cristalizaron al ver lo que menos quería en el mundo. Hoseok, su amado Hobi; desnudo, sobre Jimin, su supuesto mejor amigo. Besándose.
-¿Que mierda están haciendo? -grito furioso, las lagrimas caían de su rostro de forma dramática. Hoseok y Jimin, quienes estaban tan ensimismados follando como para notar la tercera presencia en la habitación, se separaron rápidamente. Aterrados.
-Yoongi, yo... Yo pue-puedo... -tartamudeo Hoseok por la impresión.
-Tú, hijo de puta. -se acerco furico a Jimin, tomándolo del cabello.- Creí que eras mi amigo, maldito desgraciado. -soltó un golpe a puño cerrado en el rostro del joven- ¡Lárgate maldito! -grito nuevamente.- ¡Lárgate y no regreses!
Tomo a Jimin nuevamente del cabello, arrastrándolo escaleras abajo hasta la puerta.
--Eres un maldito hijo de tu puta, lárgate! -grito antes de escupirle en la cara para después cerrar la puerta, impidiéndole ponerse al menos la ropa interior.
-Yoongi, yo...
--¡Cállate! Tú también eres un malagradecido, imbécil.
-¡No te voy a permitir que me hables así!
--¡Ah! ¿Y como quieres que te llame después de ver que estabas revolcándote con otro en nuestra cama? ¿Cómo? -su autocontrol se había ido a la mierda.- Me largo.
--No, Yoongi; quédate. -dijo tratando de acercarse.
--No te me acerques. Tu puedes quedarte o irte, o seguir revolcándote con ese imbécil, me importa una mierda.
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Ni siquiera el amargo sabor del alcohol que estaba bebiendo se sentía tan pesado como el que se quedó en su boca al descubrir que Hoseok lo estaba engañando desde quién sabe cuando. Estaba tan perdido en sus propios pensamientos como para darse cuenta de que su celalular llevaba sonando desde hace un rato. Fue hasta la quinta llamada cuando reacciono y atendio.
--Diga.
--¿Min Yoongi?
-Si, soy yo, ¿que sucede?
--Su marido, Jung Hoseok, sufrió un accidente y necesitamos que venga urgentemente al Hospital General de Seúl. -por un momento el aire en el cuerpo de Yoongi se esfumó completamente, difiicultandole el respirar automáticamente. Tomando bocanadas de aire, las lágrimas amenazaban con salir nuevamente. --¿Señor Min?
--Gracias.
