Acompáñame al baño-Oí la pequeña voz chillona de una pequeña niña de 6 años hablando a las 3:06 de la madrugada.
-¿Si te acompaño prometes dejarme dormir hasta las 10:00?- Aún con los ojos entrecerrados era astuta. Esperaba que con eso me dejara dormir aunque fuera un día hasta tarde.
-Si te dejo dormir, ¿Me llevas al parque?- Eso era lo que no quería escuchar, pero no me quedaba otra opción más que aceptar, eso, si quería descansar.
-Está bien. - Con mucho esfuerzo me paré de la cama hacia el baño arrastrando los pies pero con mucho cuidado de no hacer ruido, no quería despertar a mis papás que aún dormían en su habitación, escuche unas gotas, que más bien parecía cascada, una ráfaga de agua bajando por el retrete y una puerta cerrarse.
-Acabé.- dijo la pequeña vocecita chillona de aquella criatura, a la cual llamaba hermana y que amaba con todo mi corazón.
Caminamos hasta la habitación y cada quién se tumbo en su cama, cayendo las 2 otra vez en un profundo sueño. Así empezó una parte de mi día.
10:36 a.m
-ya pasan de las 10:00! Despierta!- Mi hermoso sueño fué otra vez interrumpido por la misma persona, qué mas dá. -mamá dice que vayas a desayunar-
-ya oí, voy para allá.- Era domingo y lo tenía que aprovechar, mañana empezaba otra vez la rutina, párate, siéntate, tarea, deberes, toda una locura.
-te espero en la cocina- Dijo ya cerrando la puerta detrás de sí.
Después de meditar un rato, opté por cambiarme y bajar. Y ahí estaba mi familia sentada en las sillas alrededor de la mesa cada uno con un plato de homelete relleno de diferentes cosas y un vaso de jugo de naranja para papá, mamá y yo, ya que la pequeña Sally aún tomaba leche con chocolate en las mañanas.
-Buenos Días- susurré para las cercanías
-Hola Días!- gritó por tercera vez en el día la de la gran ventana entre los dientes
-Buenos Días- dijeron mis papás al unísono.
-Pensamos que te habías desmayado- admitió la mujer del cabello teñido para esconder las pocas canas que amenazaban asomarse.
-Nunca cámbias, pequeña durmiente- dijo dandole un sorbo a su café cargado sin leche ni azúcar, realmente, nunca entendí porque le gustaba tanto así, en vez de café, se veía negro completamente.
-¿Qué harémos hoy?- dije impacientemente, habiamos estado en casa toda la semana, Sally y yo, matabamos por salir a algún lado.
- Hayley dijo que me llevaría al parque si la dejaba dormir hasta tarde, ¿Podémos?- dijo acusandome de no haber echo mi parte del trato, aún sin haber salido.
- Hayley... - dijo mi madre alargando mi nombre de la manera que tanto odiaba, su tono de reproche me hacia estremecerme
-La llevaré, tranquila- dije apresuradamente, aun no daban las 12 y ya estaban dandome tareas
-tu madre y yo, no habíamos pensado salir, así que hablale a Luu, y lleva a Sally al parque, para que no vayan solas- dijo en tono de orden, pero no se oía enfadado.
-que tal si Luu no puede o no tiene tiempo de ir?- dije metiendome un bocado de huevo a la boca. Realmente ya habia hablado con ella la noche anterior, y me dijo que no haría nada en todo el día, pero era la oportunidad para preguntarle a mi señor padre si podría salír con ella cuando fuera a dejar a la chimuela a la casa.
- ya le hablé a su padre, para que se venga a quedar a la casa- Bueno, eso realmente me sorprendió, mi familia y la de los Patrick eran amigos, ya hacía mucho tiempo, por lo tanto, toda mi vida eh estado junto a Luu, es mi mejor amiga, su padre y el mio, eran socios de una empresa famosa en la industria de la mercadotecnia, pero Luu y yo lo manteniamos en secreto, ya que la mayoría de los telefonos de marca de nuestros compañeros eran los que papá y tío Albert producían.