-Hayley... Despierta- Nadie me podía dejar dormir a gusto? Si no era Sal, en este caso es Luu
-Hmm?- Dije adormilada, estirándome y dejándome caer en otra posición, para retomar mi sueño, iba a volver a dormir, cuando un golpe me despertó de lleno, Luu me había aventado su almohada
-¡Que te despiertes!, es hora de ir a la escuela!- La palabra que odiaba, escuela, sin muchas ganas me levanté, y le aventé a La morocha su almohada en la cara para que dejara de molestar, lo único que hizo, fue devolverme una nalgada.
-¡Te apuras!- Gritó mientras sacaba su ropa -¡es que te tardas años bañándote!- 17, casi dieciocho años con ella, y aún no se acostumbraba, siendo sinceros, ella se tardaba más, pero preferí ahorrarme el sermón.
-Lo intentaré- dije aun con sueño
Abrí la llave, esperando a que saliera agua caliente, ni loca me bañaría con agua fría en la madrugada, mientas esperaba aprovecha para hacer mi ritual mañanero, cepillarme los dientes, el cabello, hacer mis necesidades, lo normal... Me metí a bañar, y deje caer toda la pesadez, salí y ahí estaba Luu, planchando las playeras, ya había sacado los pantalones, pues llevábamos uniforme blanco, camisetas blancas con el Logotipo de la Universidad y zapatos blancos.
-No te tardaste tanto, milagro- dijo viéndose al espejo
-te toca- dije aún enredada en la toalla - ¿y Sally ?- dije recordando de un momento a otro el extraño silencio de la casa
-en el colegio, la llevó nana- Cierto, había olvidado por completo que la pequeña chimuela iba a ir a la escuela, como pasa el tiempo
-Métete a bañar mientras me arreglo- dije, y Luu salió corriendo al baño, después de 15 minutos, la morocha de piel clara estaba a mi lado pintándose, y poniéndose una sudadera para esconder los tatuajes de sus brazos, amaba sus extremidades pintadas con pintura eterna, era como un increíble santuario, el cual hubiera querido tener, pero pronto daría otro paso en mi vida, ya había pensado en el modelaje, vaya, que tonto sueño, Luu me prometió acompañarme, pase un rato pensando, hasta que me di cuenta lo tarde que era
-apúrate Luxury!-dije ya gritándole de la desesperación
-ya voy "mamá" - resonó la vocecilla en el interior del baño, vi como se ponía brillo labial y me recargué en el marco de la puerta observándola
-Luu...-dije ya desesperada
-¿Qué pasa?- dijo aun terminando el labio inferior
-¡A-pu-ra-té! Vamos a llegar tarde, maldición! A la próxima te levanto yo, a las 3 de la mañana!- levanté un poco la voz para llamar su atención
-ya voy, ya voy esto de no tener no tener novio te afecta mucho..- dicho esto, salió del baño y tomó las mochilas, pasando por la cocina para agarrar 2 manzanas y posteriormente salir por la cochera hacia el carro, tomé las llaves y me aproximé a ella un poco extasiada, pensé que con mi hermana bastaba, pero ella, era como mi hermana aumentada por tres, el camino fue un poco largo y en silencio, pero con la típica música de fondo de la radio, la escuela estaba algo lejos, pero era lo que menos importaba
-llegamos- dije bajando del carro, la mañana era fría, maldije entre mis adentros por no traer una chamarra o sudadera
-Genial- articuló Luu con una mirada de sorpresa, el colegio era demasiado grande para mi gusto
-ya, ya, vamos, camina- la jalé del brazo para que me siguiera
-¡Hey chicas!- oímos por detrás, Luu corrió hacia aquel chico risueño
-¡Jack! ¡¿Cómo estás?!- dijo la castaña, ya a su lado
-Hey, Jack- salude con la mano de un lado hacia el otro
