Soy Lizzy, tengo 14 años y aún me encuentro en el orfanato Estanford en Canadá. No recuerdo haber tenido padres, tampoco recuerdo su muerte, solo fragmentos de una casa en llamas y gritos desesperados. Mi vida no me ha favorecido mucho que digamos ya que yo me considero fea por tener un cuerpo tan delgado y piel pálida, además de tener cabello pelirrojo la mayor razón de sus burlas, lo único que gusta son mis ojos azules. La "madre" Augusta siempre me trata mal por ser la niña mayor en el orfanato, me pone a hacer deberes y cuidar a niños pequeños y a pesar de todo sigo manteniendo la ilusión de una familia feliz, pero parece que a los demás niños les molesta la esperanza....unas niñas llamadas Anna, Rita y Gaby son las peores, cuando yo esto ya descansado al fin tranquila ellas tres me llevan contra mi voluntad al cobertizo donde guardamos todo para la limpieza y me amarran las muñecas pero ellas no me golpean, NO, ellas me dejan en una esquina mugrienta por horas! Claro hasta que la madre Augusta empieza a gritar buscándome y me saca del cobertizo, ni siquiera busca culpables, yo soy la única culpable me dice mientras todos se ríen de mí.
Una buena mañana de otoño me levanto a las 6:00 de la cama, me pongo mis botas de lluvia y salgo al jardín mi lugar favorito. Ahí gozo de libertad y puedo imaginar un millón de historias dando pequeños saltos en los charcos de agua y alborotando las hojas acomodadas en pequeñas montañas. Me imagino a mi como la princesa de Inglaterra llena de riqueza y amor, una familia de verdad y claro, también ayudaría a la gente necesitada como yo. Pero mi hermosa fantasía fue arruinada por Augusta (de nuevo) llamándome, pero esta vez sonaba diferente, Como una madre de verdad debe ser, cariñosa, amable y dulce que decía mi nombre
—Lizzy! Querida ven un momento, tengo noticias!—gritaba Augusta—
Yo me apresuré a ir y me sorprendió que no preguntara que era lo que estaba haciendo tan temprano, en vez de eso me llevó a su despacho (lo que es nuevo) y yo me sentía tan nerviosa de recibir una especie de castigo...pero no
—Ohh niña, hoy es tu día de suerte por lo que veo y necesito que te veas presentable por qué no quiero dar una mala imagen al orfanato, que esperas! Ve y arréglate que no tardan mucho en venir y recogerte...aunque no creo que puedas hacer mucho maldita mocosa *dice entre dientes*—ordena Augusta—
—pero qué sucede? Recogerme? A mí? Imposible!—Le respondí a Augusta—
—pues créetelo niña, estoy tan feliz! Ahora por la mañana vendrán a recogerte en una carroza para llevarte a una granja muy muy lejana de mi Jajajajajaja—Augusta se ríe como nunca—
Esa noticia me tomó por sorpresa! Ese día era especial, no por el hecho de tener una familia en sí, si no por que ese día fue el único en el que Augusta y yo estuvimos de acuerdo y ambas partes estábamos felices. No tarde en salir corriendo de su despacho a mi cama para desempacar mis cosas (pero no era gran cosa) tome la pequeña maleta al lado de mi mesa de noche y a lleve afuera, pase mucho tiempo esperando la llegada de esa carroza sentada en un banco de madera cerca de las inmensas e imponentes barreras que rodeaban el orfanato. Durante ese lapso de tiempo mi cabeza dio vueltas tratando de imaginar a la familia perfecta y recordando esos 14 año dentro de esa prisión sin lograr hacer ni siquiera un amigo....bueno, aún recuerdo a alguien que se llamaba Leslie, era mi mejor amigo en todo el mundo! Pasábamos horas jugando juntos, aún recuerdo la vez que fuimos piratas, y la vez que viajamos a la Antártida sobreviviendo solo con palitos de pescado, y como olvidar la vez cuando él era el príncipe Jaime y yo La princesas Cordelia! Eran buenos tiempos hasta que...bueno, hasta que lo adoptaron una hermosa pareja joven y lo llevaron al otro lado de la ciudad. Leslie no querían alejarse de mi, y yo tampoco de él, pero...él estaba tan feliz de que lo adoptaran y yo sabía que lo mejor que podía hacer una verdadera amiga era no evitar que él formara su vida a pesar de no estar juntos....mis pensamientos se vieron interrumpidos por las ruedas en movimiento de la carroza y enseguida di un brinco y levante los brazos para darles la señal
—Buenos días señor!—salude al conductor con vigorosamente—
—buenos días jovencita—el hombre se detuvo frente al orfanato—
En eso Augusta sale de la casa y saluda al hombre, atraviesa las enormes puertas del orfanato y parece indicarle al conductor donde es mi destino, después me hace señas para que me acerque y sin dudarlo me montó en la parte trasera de la carroza esperando a que arranque
—¿todo listo?—Pregunta el conductor
Y cuando Augusta estaba a punto de abrir la boca yo le contesto
—Todo listo! Buen hombre—hago una reverencia al responderle
Augusta parece molesta pero solo hace una mueca y se marcha dando la señal de que podemos irnos
—muy bien, espero que esté lista ya que el viaje será un poco largo—me advierte el hombre
—Ohh si, no se preocupe ¿No sabe entonces quien soy yo?—le respondo con aires de superioridad—
—¿enserio, y quienes usted bella dama?—me sigue la corriente mientras avanza por el camino de piedras—
—Soy la comandante Sandra! Líder de la tropa 14 en la 1 guerra mundial, no me subestime soldado—le respondo
—entonces me inclino ante usted comandante! Seguro a resistido cosas peores que esto, no es así?
—tiene razón señor....—le digo eso antes de cambiar de conversación—
Pasamos vario tiempo hablando sobre mis historias e increíbles hazañas fantásticas y el hombre parecía divertirse mucho con eso, hicimos varias paradas para comer antes de llegar por que ha ambos nos rugía el estómago y el buen hombre al ver que yo no tenía que comer ni con que pagar me invita de su comida como él dijo "Preparada por las hermosas manos de mi hermosa mujer" era una torta de huevo con jamón y trozos de tocino dentro de una bolsa donde llevaba sus pertenencias, en eso le pregunté:
—¿cuál es su nombre?—le pregunté con verdadero interés—
—me llamo Matías, y tú jovencita?—me responde con una sonrisa—
—Lizzy, me llamo Lizzy!—le extiendo una mano a la que corresponde—
Bueno, después de las presentaciones seguimos con nuestra aventura hacia el pueblo de Allen muy ansiosa de conocer a mi familia. Durante el camino pude observar y deleitarme con los hermosos paisajes de Allen y recoger un hermoso ramo de distintas flores para colocarlas en mi sombrero, lo primero que vi fue un hermoso campo de tulipanes alrededor del camino que llevaba a la entrada del pequeño pueblo de Allen, después pasamos por un estrecho camino con rosas blancas que formaba no un arco y por último sobre un campo alto donde a lo lejos un poco más abajo se podía ver la playa y su hermoso mar azul, con arena que brillaba por la luz del sol en el atardecer.... todo era tan hermoso y faltaba poco para que el sol cayera y las primeras estrellas comenzarán a llenar el cielo vacío y dar un espectáculo de luces y luciérnagas alrededor de la luna llena. El conductor se detuvo agotado en mi destino, la estación de trenes de Allen donde el me había explicado que mis futuros padres habían quedando de recogerme, me dijo que me sentara en una banca a esperarlos y que no me moviera de ahí....era hora de despedirme
—fue un placer que pudiera acompañarme en mi travesía!—le dije a Matías casi llorando—
—vamos Lizzy, no hay razón para llorar, me la pase genial contigo—me dio un abrazo de despedida—
Aunque sabía que posiblemente era la última vez que nos vemos tuve que despedirme de él y agradecerle por todo, le recordé de cuidar de su familia a lo que me dijo:
—sabes que si pudiera ten adoptaría, no? Pero tengo 3 hijos y una esposa, además, creo que otra familia necesita de tu ayuda—sonríe
—claro, tienes razón—le dije por última vez
Le di una palmada en la espalda para indicarle de que iba a estar bien y podía dejarme ahí tranquilamente, se subió de nuevo a la carroza y se quitó su gorra al despedirse de mí con un cálido "hasta pronto" escondiéndose detrás de las montañas a punto de oscurecer y marcharse
—ya no falta mucho para que oscurezca...seguro que estarán aquí pronto?—dije preocupada a mí misma—
Empezaba a hacer frío y mi vestido sucio con mangas delgadas y unas mallas con las mismas botas de lluvia no iban a impedir que me diera un resfriado esa noche.
YOU ARE READING
Lizzy
RomanceLizzy Payne es una huérfana de 14 años con un gran carisma que milagrosamente es adoptada por una pareja mayor a las afueras de Canadá, en una granja dentro de un pequeño pueblo llamado "Allen" donde conoce a nuevos amigos del alma y vive aventuras...