Acosante

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Eva había salido de clases temprano y decidió ir a visitar a su dentista ya que, tenia que ir en esa semana. Al volver a casa, caminando, se cruzó con varios carros, algo poco común a esa hora. Cruzó la calle y siguió caminando derecho hacia su casa, derepente vió una camioneta pasar demasiado de prisa a su lado. Eva no le tomó mucha importancia, ya que venía enojada todo el camino porque el consultorio estaba cerrado y estaba sudando porque hacía mucho sol y estaba caminando sin sombrilla(culpa del viento que se le volteaba si la abría). Una cuadra antes de llegar a la puerta de su casa, la camioneta que antes había visto se paró a su lado y alguien abrió el vidrio para hablarle, aunque de principio ella no volteo y siguió caminando.

-Hey, Eva-dijo casi gritando y Eva reconoció su voz. Era un chico que iba en las clases de ella. Eva volteó.

-Hey-fingió sonreir ya que aún seguía enojada.

-¿Por qué esa cara?-le preguntó.

-No tengo otra.

-Veo que estás de malas..¿a dónde vas? ¿Por aquí vives?-dijo interesado.

-Perdón, tengo que irme-dió media vuelta pero apenas y dió un paso cuando Noé la detuvo.

-Eva, sólo quiero hablar contigo, no es para que te pongas así-le dijo mirándola a los ojos y ella suspiró.

-Perdón Noé, ya sé que no tengo que..espera un segundo-dijo entrecerrando los ojos-¿estabas siguiéndome?

-¿¡Qué?!-le respondió abriendo los ojos sorprendido-¿De dónde sacas que..?

-Te vi-lo interrumpió-hace rato que pasaste enseguida de mi conduciendo como alma que lleva el diablo y ahora...estas aquí, impidiendo que vaya a casa.

-Está bien-suspiró-, si te estaba siguiendo.

-¡Lo sabía!-le pegó en el brazo-¡Eres un acosador!-volvió a pegarle en el brazo-¿Qué quieres? ¿Porqué me estabas siguiendo?

-Quería saber donde vives-respondió aunque sonó más como una pregunta que como una respuesta.

-¿Sabes? Pudiste habermelo preguntado y te lo hubiera dicho.

-Pensé que si me acercaba a ti, tú ibas a ser fría y me ibas a rechazar.

-¿Pero que...? ¿Porqué demonios piensas eso?-le preguntó a la vez que se cruzaba de brazos.

-Bueno, una vez te hablé cuando estabamos en clases y...

-¿Y qué? Sólo porque parezca sangrona ¡no significa que lo sea! Deberías de aprender a no juzgar un libro por su portada-le dijo entrecerrando los ojos una vez más y sigió caminando.

Noé la siguió. Eva sabía que la estaba siguiendo asi que nunca llegó a su casa sino que dió media vuelta y caminó hacia él.

-Deja de seguirme.

-Dejame hablar contigo y dejaré de seguirte.

-¡Agh! Está bien...¿De qué quieres hablar?

No me lo creo (Historia corta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora