- やめる! 🎌 -

🍮

Llegamos a casa un tanto cansadas, y mas que nada, un poco desconcertadas por lo que había pasado.

Se escuchó un suspiro un tanto abrumante y luego un golpe muy intenso en la barra de la cocina.

- ¿Qué demonios te pasa, Momo? - gritó Jeongyeon -

Al oír el inmenso grito que había pegado me sentí pequeña e indefensa, nunca había gritado de esa forma.

- No fue mi intención... Yo...

- ¡No, Momo!. Nunca es tu intención; siempre dices lo mismo. ¿Cuándo aprenderás a madurar?...

- Esta vez yo no tuve la culpa, - Miré a Sana - Échale la culpa a ellas dos - dije señalando a Dahyun; nuevamente dirigí mi mirada y un dedo acusador a Sana. Culpándola -

- Te entiendo, Momo; pero no hay razón por la cual debes ponerte así. - Me respondió Sana -.

-Te equivocas. Si la hay. - Respondí -. ¿No te das cuenta de qué estás haciendo?; ¡Arruinas al mejor shipp de Twice!, o más bien... ¡A unos de los mejores shipps de los Girl Groups!.

- La que se equivoca eres tú. - Se dirigió a mí - No te das cuenta que estás realmente celosa, la que no ve que las cosas están mal eres tú - Me señaló Sana de la misma forma que yo le había señalado hace unos segundos -.

Ella subió muy enojada a su cuarto hablando entre dientes/balbuseando.
Todas me miraron con una mala cara pero en especial, Dahyun.

Dahyun subió corriendo para ver a Sana mientras que Nayeon solo ignoraba el hecho y subía a lo mismo; Mina y Tzuyu se fueron caminando al sillón; Chaeyoung, Jihyo y Jeongyeon me miraron con una mala cara y se fueron a saber dónde.

Quedé sola echa ovillo en una parte de la cocina. Poco después de pensar y sentirme mal por lo que había pasado, decidí pedirles una disculpa a Sana y Dahyun.

Me dirigí al cuarto de Jihyo, Nayeon, Mina y Sana para pedir disculpas, pero por más que rogué, toqué, pateé, grité y lloré, nadie me abría la puerta.

- ¡Sana!; ¡te necesito!, ¡te quiero!.

Pero nadie contestaba, parecía que no había nadie en el cuarto; traté de escuchar através de la puerta la voz de Sana, pero en vez de eso solo escuché la voz de Dahyun y unos sollozos provenientes de Sana.

Cuando despegué mi oído de la puerta lloré aún más, pero esta vez no presisamente por su perdón, sino por celos. Ella tenía razón; solo se trataba de eso.

Me fui de ahí hasta mi cuarto esperando a Jeongyeon pero no llegó en ningún momento. Amaneció y ella no llegaba y, en cuanto a Sana; ella no salía de su cuarto y menos aún Dahyun.