ღ ℂ𝕒𝕟𝕄𝕖𝕩 ღ

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— Ajá, Si wey. Lo que tú digas – Dijo burlesco México desde la entrada de la casa.

— Es cosa tuya si no me crees – Menciono con tono un tanto molesto por no ser tomado con seriedad.

— Por supuesto que te creó. Ahora fuera de mi propiedad - Imito esto ultimo con una voz de mando.

— Como sea. Ya hablaremos después – Salió de la casa. Ambos se despedían a lo lejos.

Después de esto México cerró la puerta. Estaba más que dispuesto a ir directo a terminar su tan delicioso desayuno, pero apenas este se encontraba a mitad del patio la puerta sonó. Suspiro agotado y regreso a la puerta arrastrando los pies con agotamiento.

— ¿Ahora que se te olvido? Güerito – Dijo mientras se encontraba abriendo la puerta.

— En realidad, no se me ha olvidado nada.

Esa voz...

— ¿España? – Miro sorprendido al mayor - ¿Qué rayos?¿Qué estás haciendo aquí?

— Venía a ver uno de tus hermanos, pero aprovechando que había un vuelo no directo quise venir a aquí a verte, hijo mío.

El hombre mayor entro a la casa.

— Resolví el acertijillo ese de la otra vez.

— ¿Y Lo hiciste solo? – menciono en un tono burlón mientras cerraba la puerta.

— Sabéis con quien estáis hablando ¿Por qué la pregunta?

— No, no na' más digo.

El europeo tomo asiento en una de las sillas de jardinería que el mexicano tenía en su patio. Se notaba un tanto emocionado.

— ¿Y esa guitarra que traes ahí? ¿Es la misma que me dijiste la otra vez?

— ¿No queréis venir a verla?

Lo pensó unos segundos. Rodo los ojos divertido mientras se acercaba al mayor.

— Bien, pero que sea rápido porque no he desayunado nada.

El mexicano tomo la guitarra que aún mantenía fresco el aroma a madera. La observó maravillado apenas este rozo las yemas de sus dedos. Lucia brillosa y reluciente.

España sonrió. México parecía un niño a quien le habían comprado un juguete nuevo.

— Mola ¿No es verdad?

— Pus'No te lo voy a negar, tienes muy buenos gustos.

— Bueno ¿Qué estáis esperando? Toca algo – Apresuro el europeo.

México sonrió apacible en forma de aceptación. Cerro los ojos y comenzó a juguetear con las cuerdas.

Tarareaba una melodía lenta mientras rozaba las cuerdas de la guitarra. España lo miraba atento. Los pies de ambos golpeaban el suelo siguiendo el ritmo.

— No-Te-Molestes~ Si te pido que te quedes. Si te ruego que me ames no~me recha~ces~ – Improviso aquellas palabras mientras España lo acompañaba con pequeños golpeteos en la mesa – Ay~ mirame~ y acompá~ñame~ aunque no quieras igual yo te insis-tiré~ Ay mi amor~ yo~ te in-sis-ti-re. No me abandones corazón por favor. Larara~ tarata tararaa~ taraTatara. Tan-tan. 

El golpeteo y la guitarra terminaron en unisonó provocando una risa de ambos.

— Eso fue bueno – Menciono México mientras bajaba el instrumento. Mantenía una sonrisa alegre.

— Que es que ha quedado mejor que eso ¿Cuál es la inspiración que hoy tienes?

El semblante de México cambio rápidamente de una manera graciosa a una un tanto avergonzada.

— Ohh, pues ya vez lo que dicen por ahí ¿No? - aclaro su garganta - Canciones de amor de enamorados para enamorados - Dijo entre dientes

"¿Amor?"

España arqueo una ceja un poco curioso. Aquella palabra no había sido mencionada por el mexicano hacia años.

— Con que amor – hablo con una sonrisa divertida

Las mejillas del latino se teñían levemente en un tono rojizo. Desvió la mirada.

— Ni creas que diré algo más, eh – Paso dos de sus dedos por su boca imitando cerrar un cierre.

El mayor río por el infantil comportamiento del menor.

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— Me alegra haber tenido esa charla contigo. Ese chico realmente se me hace alguien bueno para ti. – hablaba burlesco mientras salía de la casa del latino.

El mexicano se maldecía internamente. Sabia a ciencia cierta que siempre que le contaba algo terminaba por arrepentirse, pero parecía que no aprendía la lección.

— Chirriones. Ya no te voy a contar nada, ni a ti ni a nadie. Todos son igual. - Se cruzo de brazos fingiendo molestia por unos segundos.

Ambos rieron para tiempo después despedirse. México cerro la puerta y apenas llegando a la mitad del patio se detuvo, observo atrás esperando que alguien tocase a la puerta nuevamente, pero para su muy buena suerte nadie toco. Suspiro y nuevamente se encamino notando que la guitarra se había quedado recargada donde habían estado hablando antes.

"Chihuahua" Dijo remplazando alguna grosería.

Se dirigió al instrumento notando que había una pequeña nota.

"Espero escuchar la canción terminada para cuando regrese.

Pd: La respuesta del acertijo era los guantes"

Oh~ España. Sin duda alguien a quien los años realmente lo habían transformado.

Una pequeña sonrisa se formo en el rostro del latino. Guardo la nota en sus prendas para después tomar la guitarra.

Estaba bien con el reto de terminar la canción, después de todo su mayor fuente de inspiración lo había visitado hace nada y tomándolo en cuenta tan solo se podía escribir mil canciones describiendo del porque alguien podía enamorarse de él.

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Espero el capítulo haya sido de su agradado (Aunque la verdad yo estoy muy inconforme con esto, pero bueno)

Para el siguiente capítulo necesito un poco de su ayuda. Me gustaría saber que países latinos les gustaría que salieran y también si no es mucho pedir quizá que me digan un poco de sus modismos, forma de actuar y/o costumbres.

Y sin más que decir me gustaría pedir perdón por la tardar en subir capítulos, han sido semanas algo pesadas.