¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• • • •
-YoonGi-Hyung...juguemos-
-¿Qué?-
-Estoy aburrido, juguemos algo-
Pudo haber sido una mañana muy tranquila, monótona incluso, pero el insaciable aburrimiento del menor llevó sus ocurrencias a una idea especialmente buena. Estaba en compañía de Min YoonGi, quien con desinterés cambiaba los canales en la gran televisión que tenían delante. Estaban sólos, sumidos en la calmada misión de encontrar un programa entretenido. Aunque claro, para el menor, el hecho de molestar un poco a su hyung parecía algo que despertara más su interés que mantenerse sentado.
-¿Y a qué se supone que quieres jugar?- Suga, manteniendo su semblante neutro, no prestó demasiada atención a la reciente propuesta de JungKook. Sabía bien por donde iba la cosa, y casi siempre solía ser lo mismo; él aceptando realizar juegos tontos, sólo para el disfrute de Jeon. Y le molestaba, porque seguía sin entender como terminaba accediendo a ello.
Sintió a JungKook removerse un poco en su lado del sofá, para luego notar la mirada ajena clavada en su rostro. -Hmm...¿qué tal...?- hizo una leve pausa, acercándose a su mayor hasta casi invadir su propio lado. YoonGi por su parte, se mantuvo lo más inmutable que pudo, siempre que alguna reacción implicaba sobrepasar su espacio personal, un sentimiento de rechazo era fácilmente liberado, pero tampoco era una persona transparente..o al menos no deseaba serlo.
-Una competencia..- el tono de seguridad en su voz logró incomodar brevemente al más bajo. -..una competencia de aegyo- finalizó mostrando una radiante sonrisa cuadrada.
Suga elevó su mirada hasta centrarse en JungKook, se mantuvo así, estático unos pocos segundos.
-Eso suena...estúpido- murmuró con media sonrisa, como si estuviera diciendo algo más que obvio. Jeon sin embargo, no se deshizo de su alegre expresión; para la mala suerte de YoonGi, sabía tirar de las cuerdas.
-¿Umm?...¿es que acaso no sabe hacerlo hyung?...¿es malo haciendo aegyo?- preguntó con fingida inocencia, tratando de clavar sus palabras en el orgullo contrario.
