Regalo

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En una noche de mayo, donde las luces estrelladas estaban ocultas por las nubes y la luna apenas iluminaba las calles, un hibrido de pelaje cálido terminaba la cena en la cocina.
Había preparado todo para la llegada de su chico, las luces de la sala las había cambiado por un tono azul suave, la mesa le había puesto un mantel de seda negra. La cena consistía en la entrada de espagueti a la boloñesa y de platillo fuerte, una lasaña jugosa con una cocción lenta, le había tomado mas de ocho horas en prepararla, pero se veía deliciosa y para acabarla de rematar, como postre había puesto unas sabanas suaves y delgadas sobre la cama matrimonial con una baja iluminación roja, con el calentador encendido para darle un cálido ambiente.
—Ya son las 9, ya no debe de tardar. —Pensó al ver el reloj de la pared y, abriendo la puerta del horno con sus guantes, saco el espagueti caliente de este para dejarlo reposar sobre la mesa de la cocina, le había agregado una capa de bechamel con queso Gruyere espolvoreado de forma generosa para darle un aspecto mas apetitoso y que al revolverlo, mejorara el sabor de la carne.
Mientras que, la lasaña la dejo terminar de cocerse en el horno, esta vez a fuego mínimo para que cuando llegase Octo, esta estuviese caliente y lista para servir.
Al tomar los cubiertos y dos platos extendidos, escuchó un vehículo detenerse en la cochera. Y, con una sonrisa en su hocico camino rápido a la sala para acomodar los cubiertos de una forma elegante.
La puerta se abrió, era un gran dragón en un elegante saco negro para vestir, su piel negra azabache resaltaba de sus partes verdosas.
—Hola, ya llegué. —Octo llamo en voz alta, mientras que se retiraba su corbata ajustada del cuello y la ponía junto al perchero.
—Hey amor, cierra los ojos. —Zore, el hibrido se asomó por la sala con una sonrisa nerviosa, dando unos pequeños saltos.
El dragón, con una sonrisa coqueta cerro los ojos y con los brazos abiertos espero. Uso su pierna para cerrar la puerta de un golpe y tener privacidad.
Zore, sin perder tiempo fue directo a meterse entre los brazos de octo, dándole todo su amor en el abrazo y, saco un cubre ojos para ponérselo al dragón. Octo se sacó de onda por un momento hasta que sitio la mano del lobo-zorro-dragón lo jalaba hacia la sala y siguiendo su juego lo dejo guiar el camino.
Lo sentó en una de las sillas, lograba olfatear un buen olor desde la cocina que le abrió el apetito.
—Ya vuelvo. —dijo zore antes de correr a la cocina, trayendo consigo el espagueti y sirviendo la mitad en cada plato. Lleno las copas de vino tinto y con un cerillo encendió las cuatro velas que están junto a las copas, sentándose enfrente de su novio.
—Feliz cumpleaños amor, ya puedes abrir los ojos. —zore posó sus brazos en la mesa, dándole una sonrisa tierna al dragón. Octo al quitarse el cubre ojos, vio la cena y el vino.
—No era necesario, lo sabes. —dijo con una sonrisa.
—Pero quería darte un regalo de cumpleaños, te amo y quiero demostrarlo. —en esto, zore se levanto y se inclino, besando los labios de su novio—. Vamos a cenar lindo. —susurro antes de separarse y tomar sus cubiertos.
La cena prosiguió tranquila y serena, con pequeñas platicas y sobre todo, miradas constantes de cariño puro. Paso el tiempo y se sirvió el platillo fuerte, con un olor exquisito y una textura suave y crujiente en la superficie, les encanto como había quedado. Sin dudas, esas horas que se la paso cocinando valieron la pena. Al acabar zore y octo se levantaron y fue a abrazar a octo, el dragón le devolvió el abrazo aún más fuerte y le beso el cachete.
Ya en la habitación en ropa interior, con un par de besos en los labios, octo tomo la correa del cajón y con las manos de zore sostenidas sobre so cabeza, las amarro a la base de la cama.
Pasando a mordisquear el cuello, con sus manos acaricio el abdomen del hibrido para pasar a las caderas. Como respuesta, zore soltó un suave suspiro mezclado con gemido.
—Estas listo?  —Pregunto octo y, zore asistió con la mirada. Lubricando la entrada de su novio, introdujo un dilo en el recto de él y, entrando con suavidad, pero sin resistencia se introdujo por completo, con todo y el nudo canino provocando un gemido por parte del hibrido.
Octo tomo con suavidad el cubre ojos para posarlo sobre los ojos de su novio y del cajón, saco otro par de cuerdas y un collar rojo. No tardo mucho mas en atarle las piernas contra la cama y el collar en el cuello.
El dragón paso de morder el cuello y el hombro de su novio a mordisquear los pezones y succionarlos, causando gemidos y movimientos incontrolados de su novio que, en sus boxers contaba con una gran erección.
Varias veces intento balancear su cadera para aumentar el contacto de su miembro y aumentar su placer, octo en cambio le impido que moviera sus caderas pues sabe que al hacer esto, al evitar que zore se toque, le aumenta la excitación y la emoción para ponerlo mas caliente. Cosa que fue cierta porque su erección tomo el doble de fuerza y su rostro se sonrojo con calor.
Mientras disfrutaba las sensaciones, octo con lentitud fue bajando, chupando y lambiendo hasta el ombligo para con su mano derecha, presionar y masturbar con suavidad el miembro de su novio, como respuesta zore intento levantar las caderas.
El dragón se detuvo para admirar su trabajo, zore estaba jadeando, con una mancha en su boxer y una cara de ansiedad sexual. Con una pequeña mordida en sus labios se quitó su boxer para dejar ver una gran erección, con las espinas desplegadas y el nudo hinchado.
—Abre la boca, es hora de tu premio cariño. —Zore respondió abriendo la boca, esperando con ansias lo que iba suceder y sin preámbulos, le metió su miembro hasta el nudo y comenzó a follar su boca con suavidad, aumentando cada tanto hasta que embestía la boca con cierta fuerza. Zore lo disfrutaba pues su erección no había bajado y su calidez aumentaba cada segundo.
—Chucho, ¡Ahí va la leche que te gusta! —Gruño, mientras su cuerpo temblaba y el semen pasaba de sus bolas hasta ser lanzadas con fuerza por su miembro, directo a la lengua de zore y llenándole la boca con tanto elixir que tanto Anela.
—yomi. —Fue su respuesta mientras saboreaba el contenido de su boca que casi se desbordaba por el labio inferior.
—Y ahora. —Gruño en un tono bajo, al lado del oído de zore—. El platillo principal.
—Por favor. —Imploro el hibrido y, con un gesto desesperado y sin hacerle caso, octo le bajo los pantalones al chico para dejar saltar a la vista el voluminoso miembro de él, no es que le importara mucho y le dio vuelta para ponerlo en una pose donde zore estaba hincado con sus piernas, pero con el pecho y rostro contra la cama junto al amarre de sus manos. Le bajo los boxers como si no fueran nada.
Tomo una correa y la amarro en el collar de su novio para sostenerlo y embestirlo, posando su miembro en la entrada ya usada por el dildo comenzó a frotarla contra las nalgas del lobo.
—Que rico estas. —Zore solo gimio como respuesta, al sentir lo que mas le gusta en su entrada.
Con suavidad, y sin importarle que el dildo estuviera adentro, comenzó a penetrarlo. En un comienzo fue con suavidad, pero sin detenerse para después sacarlo con rapidez y volverlo a introducir con suavidad. Repitiendo el vaivén cada pocos segundos, zore en cambio no parecía parar de gemir, cada vez más fuerte y estremeciéndose del placer que sentía tener dos vergas en su interior.
Octo se comenzó a aburrir por lo que, de un jalón retiro el dildo y lo comenzó a embestir con fuerza, introduciendo el nudo hasta el fondo y volviendo a sacarlo hasta la punta. Las espinas y el nudo del dragón le estaban dando contra la próstata con tal fuerza que lo mandaban al clímax.
Con los ojos cerrados debajo de la tela y mordiendo su labio, zore gemía y su respiración se aceleraba sin parar mientras su cuerpo se impulsaba hacia delante en la embestida y hacia atrás cuando los brazos lo jalaban desde la cadera y el collar.
—¿Te gusta, pequeño calenturiento? —Pregunto el dragón frunciendo su belfo, con un tono fuerte y autoritario.
—S-si. —Contesto el hibrido entre gemidos—. Me encanta.
En una de las estocadas, Octo fue al cuello de zore y de un fuerte mordisco, marco al chico como su propiedad.
—Agm. —Fue el quejido de su novio mientras eyaculaba con fuertes espasmos de su miembro, a el le encantaba que hiciera eso.
Las contracciones en el esfínter y el interior de Zore, provocados por su orgasmo le dieron a octo el empujón final para que, de una sola embestida y sin compasión introdujera todo su miembro hasta la base, dejando que al fin su semilla se depositara en el interior de su novio.
Los dos jadeantes, empapados de sudor lograron formar una sonrisa de satisfacción en sus rostros. El dragón ya exhausto se acostó encima de su novio, evitando aplastarlo con su peso, pero logrando descansar. Zore en cambio, estiro sus piernas y se relajó. Pasaron diez minutos y el pequeño ya había perdido su erección mientras que el dragón seguía dentro de él. Pronto octo le retiro los amarres y el cubre ojos para echarse a un lado de zore y abrazarlo por la cadera, besándolo entre las orejas.
—Te gusto. —Pregunto con cierta ansiedad en su voz—. ¿No fui muy brusco?
—Para nada. —Fue la simple respuesta de su novio, con un tono sereno y feliz—. Me encanto, gracias.
—Sabes qué. —Le dio un beso detrás de las orejas—. Tus nuevas ideas sobre el sexo me gustan, pero no quiero lastimarte.
—Y no lo haces, pero si llegase a suceder te diría. —El pequeño volteo y miro a los ojos de su novio—. Además, yo fui quien sugirió que lo hiciéramos así en vez de lo romántico como tanto te gusta.
Con esto dicho, le dio un beso con ternura en los labios mientras que octo lo abrazo con suavidad y le dio de su calor corporal.
—Sabes, creo que nos pasamos un poco. —volvió a hablar el pequeño al notar el olor del aire—. Todo huele a nosotros y a sexo…
Octo se rio al ver que, durante todo el sexo rudo que tuvieron, la habitación había quedado impregnada de sus olores corporales mezclado.
—Y ¿si dormirnos un rato? —Pregunto el dragón, al ver que ya eran las 4 de la mañana.
—claro amor.
Y cerrando los ojos, zore rápidamente cayo dormido, seguido poco después de octo que nunca lo aparto del abrazo y oler el pelaje de su novio.

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⏰ Última actualización: May 26, 2019 ⏰

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