Lo que pasa en Las Vegas...

7

Una vez que las ganas de correr se calmaron, Peter se encontró sentado en la parte superior de una parada de camiones en algún lugar de Upper State, Nueva York, confundido y agotado.

No podía pensar con claridad, los recuerdos frescos de las palabras de Tony eran demasiado dolorosos.

Era tan idiota, pensó mientras temblaba de frío. Mirando hacia atrás, había sido tan estúpido como para pensar que Tony lo había deseado. Lo había creído puramente porque lo deseaba muchísimo.

Había sido un niño estúpido, borracho, deprimente, que profesaba su amor infantil oculto por un superhéroe guapo, multimillonario y genio, ¿y en realidad había creído que Tony le había devuelto sus sentimientos? Qué idiota había sido.

Se imaginó a Thor y Clint, riéndose en la limusina. Él debe haber sido tan divertido para ellos.

Debería estar acostumbrado a eso, razonaba parte de su mente, con Flash y otros muchachos de la escuela y el constante aluvión de humillación con el que había crecido. Este tipo de cosas era por qué no había salido en primer lugar.

Dios, la forma en que había estado lleno de estúpidos niveles de confianza después de encontrar el estado de la habitación del hotel, la forma en que había mostrado su cuerpo a Tony y la forma en que Tony había hablado de la habitación del hotel minutos después. Era tan obvio ahora y él era tan estúpido.

Peter se secó más lágrimas que amenazaban con escapar de sus ojos.

No quería nada más que ir a casa con la tía May: que ella lo sostenga y le diga que estaría bien, pero también lo había arruinado. No había manera de que él pudiera regresar allí ahora que todo había explotado en su cara, ella había dicho eso.

Peter sacó su sudadera con capucha de su mochila y se la puso para ayudar a protegerse contra el frío. Necesitaba encontrar un lugar para dormir esta noche y preferiblemente un lugar con calefacción, pero las opciones no se veían bien.

Por la mañana pudo acceder al poco dinero que tenía en su cuenta bancaria a través del cajero automático y hacer un plan. Gracias a las noticias, la mayor parte del país conoció su cara como el estúpido centurión borracho que se casó con Tony Stark y pronto se imaginó que la verdad saldría y sería la fuente de risa de toda la nación.

Eso le dejó solo una opción.

-o0o-

"Jefe, lo he encontrado", anunció Viernes 48 horas después.

"¿Dónde?"

"Mi reconocimiento facial lo recogió en las cámaras de seguridad en Albany comprando un boleto de tren a Toronto".

"¡¿Se está yendo del país?!"

"Sí. Con el boleto comprado y el horario de Empire Service, él ya será abordado y viajará. Próxima parada en Buffalo".

"¡Eso está cerca de la frontera!" Pepper dijo, mirando a Tony. "No tenemos mucho tiempo".

"Entonces usaremos trajes en lugar del QuinJet".

"Ummm", un hombre pequeño, rechoncho, de mediana edad interrumpió, levantando una mano. "No creo que esté completamente recortado para volar en una armadura".

"Mira amigo", dijo Tony. "¿Cuál es tu nombre? ¿Otra vez?"

"Bob-" tanto Pepper como el hombre respondieron, Pepper dijo poniendo los ojos en blanco. Esta fue solo la novena vez que lo presentó en las últimas 24 horas.

"Le pagué a la Oficina del Secretario de la Ciudad una cantidad ridícula de dinero para tenerlo en estado de alerta. La fiesta de Navidad de su oficina será en la casa de Matt Damon y su viaje compartido usará Bentley. Irá donde le diga y cómo le cuento hasta que se firme esa hoja de papel".