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La cosa es que desayunando con Jungkook la deliciosa comida que ha preparado con los alimentos que ha comprado en su feo, oscuro y triste departamento mientras el cachorro juega feliz en su piso lo vuelve más loco aun.

La cosa es que Hoseok se pierde en la domesticidad del momento, la complicidad entre sus risas mientras dan de comer al otro, la añoranza en una rutina que podrían crear y sería perfecta y única y mágica, podría acostumbrarse a esto, podía ser feliz el resto de su vida solo con esto, podría enamorarse de esto si uno se enamorara de los momentos. De hecho, cuando todo vuelva a ser malo como la vida de Hoseok suele ser, este momento será su lugar feliz. 

La cosa es que Jungkook es tan joven, tan genuino, tan inocente y Hoseok está tan marcado, roto y sin futuro y esas cosas no combinan de ninguna forma posible en ningún futuro. 

Jungkook es un bebé gay pero es fuerte y noble y guapo y rico y talentoso y Hoseok ha sido usado y tirado y rechazado y endeudado y destruido.

Jungkook se está enamorando, cayendo lentamente pero sin freno y Hoseok está demasiado lastimado por su propia caída como para detenerlo.

Hoseok sabe que lo puede destruir casi como fue destruido pero han llegado demasiado lejos ya, lo mejor es terminar.

Está bastante seguro que Taehyung podrá seguir yendo al museo con Namjoon y Jimin ya lo ha adoptado como su bebé y una vez que eres su bebé nunca dejas de serlo. 

Está seguro que Seokjin y Yoongi realmente comprarán un piso juntos aunque ninguno lo necesiten solo para ser roommies. 

Está seguro que la dinámica entre sus amigos, que parece casi mágica no se destruirá y hasta quizá un día él podrá mirar a Jungkook a los ojos sin culpa por haberle hecho daño aunque él no puede mirar a su verdugo aun ahora. Espera que nadie desee matarlo por hacerle esto a su maknae dorado. 

"¿Qué tienes, hyung?" Jungkook suavemente pregunta sacándolo de sus tristes pensamientos. Toma su mano con delicadeza, como todo lo que hace con él, como siempre lo toca cual si fuera cristal. Lo mira preocupado y listo para darle cualquier cosa en caso que lo necesitara. Hoseok cierra los ojos porque se siente culpable de repente. 

Ha llegado tan lejos y realmente no lo esperaba. ¿Porqué en la tierra alguien tan perfecto se enamoraría de este modo de él? Un desperdicio humano, alguien que ni siquiera pudo complacer en la cama a otro hombre, un fracaso para su apellido. 

Hoseok lo guió, lo arrastró con él, lo siguió en un juego tonto y ahora Jungkook ha perdido y no lo merece. 

Hoseok se siente tan culpable que ni siquiera puede pensar en la posibilidad que esto terminará con él también, que él también siente cosas, muchas cosas, que extrañará a Jungkook cada minuto de cada hora de cada día cuando no lo vuelva a ver.

"He cometido un error" Hoseok finalmente responde.

"Entonces solucionalo" Jungkook dice.

"No creo que pueda" Hoseok responde con una sonrisa triste. 

"Mientras vivas, hay esperanza, hyung" Jungkook sonríe, lleno de honestidad y juventud intrépida. "Tu estás vivo, tu puedes solucionarlo"

Jungkook no sabe nada. Es una pena que sea Hoseok quien le enseñará que no es así. Le ha dado tantas primeras cosas pero ser su primera decepción no es algo de lo que se sentirá orgulloso. Debería decirle sobre lo que es la vida realmente y como la esperanza es algo tonto. 

"Eres una joya" Hoseok dice en su lugar. "Un diamante, o un rubí, una gema preciosa, no sé...eres valioso y hermoso y nadie podría merecerte"

"Lo haces, me mereces, tu lo sabes todo, hyung" Jungkook dice presionando su mano. "Sabes que soy un mocoso al final del día, que a veces no se compartir, que me dejo llevar por lo que dicen los demás, que paso demasiado tiempo en internet subiendo vídeos de mi comiendo y estoy obsesionado con mi cuerpo pero así me aceptas y yo te acepto con todo lo que tienes"

"Debes irte ahora, Jungkook" Hoseok dice luego de un incómodo silencio poniéndose de pie. "Realmente tengo algo que hacer"

"Oh, sí, bueno..." Jungkook se pone de pie luciendo confundido y decepcionado. "¿No te puedo acompañar?" cuestiona espera. 

"No, además, debes trabajar" Hoseok le dice tratando de sonreír pero esta seguro que no es mas que una mueca fea en sus labios y ya siente los ojos aguados. 

"Sí, lamentablemente, bueno" Jungkook se ve perdido e incierto como pocas veces. "Llámame cuando estés en casa" dice y termina con un tono de pregunta.

Hoseok no tiene idea desde cuando y porqué Jungkook  llama a esta pocilga "casa". No debería. No lo merece. 

"Te llamaré cuando pueda verte" dice Hoseok sonando demasiado frío a sus propios oídos. 

Jungkook acerca una mano a su rostro, ahueca su mejilla y Hoseok no puede evitar estremecerse. "¿Estás bien, sol?" pregunta sonando tan preocupado que le parte un poco el alma a Hoseok. 

"Lo mejor que podría estarlo" responde volteando el rostro cuando Jungkook se inclina para un beso que termina en la comisura de su boca.

Recordará este último beso hasta su último aliento. 

Jungkook, único y especial como él solo debe pensar en darle espacio y tiempo y se marcha silenciosamente pero es el mismo Hoseok quien lo detiene en la puerta. 

"Jungkook" susurra. El menor se detiene y voltea con rapidez. 

Hoseok no puede evitar tirarse a sus brazos que se cierran a su alrededor de forma automática y perdido en el cuerpo del otro dice "Gracias por todo"

El fuerte y apretado abrazo puede durar minutos como horas pero ambos están temblorosos y sollozando un poco cuando Jungkook suplica con su boca en el oído de Hoseok "Por favor, no te despidas de mi, sol" 

Es muy tarde para no ser una despedida. 



Gay Panic, Junghope. COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora