PRÓLOGO

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Entré por la puerta trasera de su residencia, debo hacer el menor ruido posible. Estaba en la obligación de decirle lo que realmente había sucedido hace dos días atrás, no podía ocultarle esto, quería que se entere de la verdad, se lo merecía tanto como yo. El enojo y la angustia carcomía mí ser lentamente, espero que no sea demasiado tarde para recuperar nuestra relación, íbamos tan bien que no se podía acabar así de fácil por engaños de las personas que alguna vez amamos.

Al caminar cautelosamente por el pasillo de la cocina me detengo de inmediato al escuchar dos voces que provienen de la sala, reconocí una de ellas al instante. Avancé hasta la entrada rápidamente, al saber de quienes se trataba me di cuenta que lo que mis ojos estaban a punto de ver no me iba a gustar para nada. Tenía que escuchar esta conversación aunque esto pueda llegar a herir mi alma más de lo que ya está, tenía que hacerlo.

−Yo realmente me enamoré de ti y tú lo arruinaste, ¿O es que acaso no entiendes que lo tiraste todo por la borda? - note cierta rabia y nostalgia en sus palabras.

−Yo lo hago, aún te amo y la verdad es que me ha sido imposible olvidarte - dijo dolidamente - pero en el fondo yo sabía que sus palabras estaban llenas de falsedad e hipocresía.

− ¿De verdad lo haces? ¿Acaso me sigues amando? - su rostro expresó cierta confusión pero ¿En su mirada había un poco de ilusión?

Sentí que mi cuerpo se desvanecía por completo, no podía dudar de esa forma, no de lo que sentía por mí.

−Quizás no lo demostré antes pero planeo demostrártelo ahora y hacerlo bien. -afirmó mientras se acercaba lentamente a su silueta.

Observé sus manos sobre su cuerpo deslizándose lentamente por su dorso. -La frustración comenzó hacerse presente dentro de mí, apreté los puños con fuerza tanto que mis nudillos comenzaron a tornarse rojos. -Noté su cuerpo estremecerse bajo su tacto, sus rostros se acercaron poco a poco hasta rozarse las narices, un frío estremecedor subió por mí columna vertebral, la tortura de ver a la persona que amo apunto de besarse con alguien que nos hizo tanto daño es horroroso.

Se mantuvieron una mirada profunda hasta que sus bocas se unieron en una sola. Esos labios que me encantaba devorar lentamente cada noche y a cada instante no podían pertenecerle a otra persona, y mucho menos a alguien que solo quería lastimarle, aunque ya no importaba mucho, lo arruino, lo arruino por completo. Una gota de agua empezó a rodar por mí mejilla izquierda pero la limpie de inmediato.

Me di la vuelta con la clara intención de irme, ya no deseaba estar ahí. Al hacerlo tropecé inconscientemente con el florero que le había obsequiado semanas atrás por nuestro aniversario, al caer al suelo se hizo pedazos, provocando un fuerte ruido y haciéndolos separar de forma precipitada, su mirada se posó en mí al instante, al darse cuenta de mi presencia empezó a tratar de darme una explicación pero yo ya había salido por la puerta.

Caminé con pasos largos hasta la motocicleta, lágrimas llenas de dolor comenzaron a salir por mis ojos, subí lo más rápido que pude para largarme de una vez por todas del lugar, pero al tratar de arrancar mi camino fue interferido.

− Quítate, debo irme. ¿Así de rápido olvidaste todo lo que vivimos? - solté con rabia y decepción.

¿Qué pasa contigo? No puedes entrar a mi casa de esa manera, lo que hubo entre nosotros se acabó y la verdad no tengo tiempo para darte explicaciones de lo hago o deje de hacer.

− Tienes razón, no debes explicarme nada, con lo que hiciste ya quedó muy claro.−respondí.

− ¿Qué viniste hacer aquí?−Preguntó.

−Eso no te importa y parece que nunca te importará, me doy cuenta que lo que paso entre nosotros nunca fue real y que las personas que amas también te pueden defraudar, ahora sí, apártate de mi camino, como tú lo dijiste antes, esto se acabó y definitivamente.

Se apartó de enfrente y pude marcharme del lugar, las últimas palabras que escuche salir de su boca fue mi nombre con desesperación pero ya era muy tarde ya me había ido.

Un destino sincero de almas rotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora