[Náhuatl].
Daniel aparentaba un poco más allá de quince cuando se independizó y se hizo una nación independiente. Alejandro, por su larga lucha de independencia, aparentaba (y exclamaba) tener los diecinueve cuando logró separarse del Reino de España.
Arami sólo era una niña de -aparentemente- cuatro años cuando sus dos padres dejaron de amarse y empezaron a llamarse México y Paraguay respectivamente. Sabía hablar, leer, escribir, hacer pinturas frescas con pequeñas flores y le encantaba el canto junto con el baile. No hablaba algo que no fuera el español junto algunas exclamaciones en guaraní (ante la fuerte influencia de Daniel). Era feliz, muy feliz, realmente feliz.
──── A partir de mañana vivirás con Alejandro.
... Bueno, así era hasta que Paraguay decidió que lo mejor para su futuro era irse a vivir con Alejandro.
──── ¿Eh? ¿Tataj vendrá a quedarse con nosotros? ──── preguntó, apenas ladeando la cabeza. Su cabello, llegando a ser largo y bonito, estaba atado en una trenza larga y perfecta.
──── No, no. ──── el mayor apenas lanzó un suspiro, lleno de cansancio ante la situación que se presentaba. Había dejado que Arami actuara como una niña, y a pesar de todo lo que estaba ocurriendo, la trataba como su hija tal para cual. La amaba mucho, pero en los últimos meses las cosas eran un poco más difíciles para él, así que mantener a la niña ya no parecía ser una opción buena hasta cierto punto. ──── Mira, Arami, ¿recuerdas que te dije que en ocasiones vos tendrías que irte con México--...?
──── ¿Quién es México?
──── ... Alejandro, che memby. Alejandro.
Un «Ohh» extremadamente tierno salió de los labios, causando una sonrisa sobre Irala. ──── ¡Ya, ya! Entonces, ¿él vendrá a vivir acá? ────
Cuando Daniel se quedó en silencio y luego negó, Arami alzó una ceja, curiosa de su respuesta. ──── ¿Entonces?
──── Es... Es algo que decidí-- Que decidimos. ──── Daniel acomodó el cuello de su camisa. Aunque el calor no era extremedamente fuerte, la habitación de parecía estar en llamas en ese momento. Se sentía en un pequeño estado de ansiedad por las mentiras que soltaba, porque realmente no era algo que Alejandro hubiese elegido del todo llevársela (más que nada, fue una forma de obligarlo a obtener la paternidad que se perdió por algunos años desde que se encontraron a su hija en su (ex) lugar especial); Sólo . . . le había gritado un par de cosas y México aceptó de muy mala gana, pero al final lo hizo, y ese era la finalidad que tenía Daniel. ──── ¿Nde, sabes que te amo muchísimo?
──── ... Uh, s-sí.
──── Y lo seguiré haciendo por toda mi existencia, pero... ──── los ojitos de Arami parecían dos pares de esmeraldas pulidos en curiosidad. Esa niña era su perdición, la adoraba tanto y le dolía hacerle esto. ──── Ya no seguirás viviendo conmigo, che mitakuñai. Te irás con tu papá a vivir con él, pasará por ti mañana por la mañana porque el viaje es largo. He preparado todo lo necesario y... ──── «Se fuerte, Daniel» en su mente retumbó en esas palabras cuando sintió que el aire le falto, y poco a poco, los ojos le empezaron a picar. Aún sentía ese par de ojitos esmeraldas sobre él, cosa que le hacia sentir más culpable. ──── Lo siento, pero es necesario, Arami.
──── ¿...Por qué? ──── la vocecita de su niña le lastimó aún más, pero prefirió seguir manteniendo su postura.
──── Las cosas se están poniendo duras aquí. Vos no necesitas estar cerca del peligro innecesario. Alejandro tiene tierras un poco más tranquilas por el momento. ──── entrecerró los ojos, aún sabiendo que no podía mantener a su hija tan alejada de una guerra. ──── Y ya es oficial. Ahora sos Arami Ichtaca de Irala Sánchez.
ESTÁS LEYENDO
las mil y un historias.
Fanfictionㅤㅤ〘❁〙 Pequeños escritos de los recuerdos de la vida de una chica cuyo amor de padres acabó cuando ella nació.