Capítulo 4.

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Ahora estoy aquí, mirando por la ventana y pensando que esta es mi última noche soltera y libre...

Lo que me lleva a cuestionar ¿cómo las cosas pueden cambiar de un día para otro? Nosotros podemos hacer planes, idearlos, hacer ajustes en ellos, más el destino es el que se encarga de decidir si irán las cosas como lo planeado o hacerlo diferente.

En mi caso, todo se fue por el caño al decidir mis padres con quien debo casarme.

Tenía ya todo planeado, quería estudiar para graduarme y por fin tener ese doctorado.

Pero no..Tuvo que aparecer ese maldito hombre, y hacerse socio de mis padres para después terminar casándome con él.

Me debato entre hacer lo que he pensado o no..pero debo hacerlo, de todas formas negarme a hacerlo ya no servirá de nada.

Suspiro pesadamente para acto seguido tomar el teléfono y marcar el número de la universidad.

Después de dos tonos contestan.

Llamada...

- ¿Universidad generación nueva en qué puedo servirle? - pregunta la secretaria de la directora.
- Quiero hablar con la directora soy...Nail Yannic Black - exclamó, la línea se queda unos minutos en silencio, hasta que de nuevo la secretaria rompe el silencio.
- La comunico - es lo único que dice, para después dejarme en espera.
- ¿Señorita Yannic a que debo su llamada? - escucho una voz aterciopelada, pero a la vez cansada.

Siento un nudo en mi garganta al pronunciar mis próximas palabras.

- Quiero darme de baja en la universidad, en la carrera de medicina - Claudico.
- ¿Pero por qué? ¿Ha pasado algo? - pregunta con duda en su voz.

Niego con mi cabeza, aunque ella no me pueda ver.

- Asuntos personales solo eso, solo he llamado para avisarle - escucho como suelta un suspiro de resignación, aguanto mi respiración por un momento.
- Si esa es tu decisión la respeto...Fue un gusto acogerte en esta universidad y esperó de todo corazón seas feliz - Es lo último que dice para después cortar la llamada.

Fin de la llamada...

Siento como las primeras lágrimas resbalan por mis mejillas, me siento devastada al dejar mi carrera, mi sueño...


Pero estoy siendo realista, si ese tal Greco se entera que yo he estado estudiando a espaldas de mis padres...

Me querrá chantajear y no lo quiero así.

Me volteo y veo la hora en el reloj que está en la mesita de noche a lado de la cama.

Son exactamente las once de la noche y aun no acaba este día, suspiro pesadamente.

Escuchó cómo tocan a la puerta y se quién es.

- No me dejara tranquila tan fácil - ruedo mis ojos en señal de molestia.
- ¿Qué quieres madre? - hablo lo suficientemente alto para que ella me pueda escuchar desde afuera.
- Solo venía a decir que duermas ya...Mañana es tu boda y tienes que estar linda para tu futuro marido - entierro mis uñas en mi tersa piel de mi brazo, aguantándome de decirle sus cinco verdades.

- ¿Hija? - pregunta al ver que me he quedado callada, cierro mis párpados para después contestarle así.
- Si madre ya dormiré para llegar hermosísima al altar y casarme con mucho amor...Tu y mi padre son la prueba de que el amor existe de verdad - Ahí está mi sarcasmo, sé que ella cuando se casó con mi padre no era amor lo que sentía.

Amor De ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora