UN CAMBIO INESPERADO

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DISCLAIMER:

Shaman King pertenece a Hiroyuki Takei y esta historia, es una adaptación de la película "Un viernes de locos."

ACLARACIONES:

(bla) *bla = notas de autora, ya sea al final, al inicio o en medio de la historia.

bla, bla= flashback y onomatopeyas.

"bla, bla"=POV de personajes.

🎎🎎🎎🎎🎎= cambios de escena/escenario

N/A: Bueno, aquí va el siguiente capítulo, espero sea de su agrado :)

Ya eran las 7:15 p.m., y Anna e Yoh se encontraban con sus amigos en el nuevo restaurante que Jun Tao había abierto en la ciudad. Estaban platicando de cuando eran adolescentes y todo lo que habían pasado en la pelea de shamanes mientras esperaban la comida que habían ordenado.

—Si no fuera porque tengo mucha hambre, no estaría en este restaurante chino, estoy harto de la comida china —decía un malhumorado Horo Horo.

—Pues a mí me gusta mucho, joven Horo Horo —decía Tamao.

—Ah, bueno... sí, es decir, no es que la odie, pero no me encanta. La tengo en término medio.

—No quieras componer lo que ya echaste a perder, hermano —decía burlonamente, Pilika.

—Ay Pilika, ya cállate.

—Bueno, después de una larga espera, al fin está la comida —decía Jun alegremente que traía un carrito con los platillos de cada quien.

—¡Wow, qué delicioso! ¡Muchas gracias Jun! —decía Yoh.

—Se ve exquisito, aunque no se hubiera molestado, señorita Jun —decía Tamao.

—Sí, digo... para eso tienes a los meseros, ¿qué no? —decía Anna.

—Ay, descuiden, es un placer para mí servirles y más cuando dos queridos amigos de mi hermanito se van a casar, ¿no es así Lee?

—Así es señorita Jun —decía Lee Bruce Long que también llevaba un carrito con la comida.

—Hermana, no me digas hermanito —decía apenado Len.

—Ay, amor, se escucha tan bonito que mi cuñis te diga así —dijo Pilika.

Buaaa, ya basta de cursilerías y al ataque —decía Horo Horo que empezaba a devorar toda la comida y al momento todos empezaban a disfrutar de los platillos.

—Cualquier cosa, aquí estamos para servirles... ¡ah! Por cierto, Anna, ¿estás emocionada por la boda para el sábado? —decía alegre, Jun.

—¿Debería? —ante este comentario, todos los presentes sólo se quedaron callados, pues la respuesta de ella la dijo con mucha indiferencia.

—Aaah, ja, ja, ja, ja, ja, qué graciosa eres, bueno, los dejo para que sigan disfrutando —dijo algo incómoda Jun antes de retirarse.

—Anna, ordené camarones —decía feliz Yoh tratando de compartirle a ella.

—¡Qué gusto! —dijo Anna de una forma sarcástica, cosa que no pasó desapercibida por Tamao.

—Sé que te encantan y...

—Yoh, si me permites, quiero comer mis noodles.

—Aaah, sí, sí... humm, perdón, je, je, je, provecho —decía algo apenado Yoh, pero Tamao pudo ver en los ojos de él que tenían cierta tristeza.

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