Capitulo 1

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Mire alrededor de la habitación y como siempre desorden por todos lados. Mire la hora y eran las 8:40 de la mañana, LLEGARÉ TARDE A LA UNIVERSIDAD me levante rápido para darme una ducha fría y ponerme un traje negro con convers negras si lose soy rara por cierto no me he descrito apropiadamente soy de tez blanca y pelo negro ondulado, ojos verdes y digamos que ni necesito maquillarme ya que nunca me a salido espinas (que raro)

Luego de terminar sali de mi casa a las 9:15 am, y por si no lo saben vivo en el medio del bosque (que irónico) pero es bastante relajante durante las horas de la noche...... Pero aveces pienso que alguien me vigila siento esas miradas desde los árboles pero no le voy a dar importancia a lo mejor sea un animal del bosque.

Llegue a la universidad y le sonreí a todo el mundo, pero nerviosa. Ellos en cambio me miraban fríamente haci que decidí caminar con la cabeza mirando el suelo pero sentí que me miraba alguien y levante mi vista y mire hacia la banca pero se detuvo en unos ojos azules cristalinos casi blancos, unos ojos extraños que brillaban. Pelinegro con unas cejas bien formadas, el cabello oscuro. Mi respiración aumento, y mi corazón casi quería salir. Él se queda mirándome fijamente, solo era él y yo. Nuestras miradas.

—Elizabeth  – habló, me impresioné.  Estábamos lejos pero lo escuché como si fuera que me había susurrado en el oído.

Veía todo borroso menos a él, hasta que me topé con una chica. Se voltea sonriente. Me quedé en shock mirando su expresión.

— Hola, soy Aileen. – se acerca a mi, yo miro hacia ese banco, en donde estaba él chico pelinegro, estaba ahí, aún mirándome.

— Soy Elizabeth. – sonreí y moví mi cabeza de lado. Veía gris, ¿Porqué no veo los colores? Lo miré otra vez, todavía estaba él, arruga su nariz y luego cierra los ojos, como si estuviera pensando.

— Bueno... – me mira la chica. —

— Si?– dije un poco mareada

Cerré los ojos porque ya me molestaba, cuando los abrí todo volvió a la normalidad. Aileen me mira confundida, sus ojos eran como un caramelo y con el cabello negro, su piel era muy blanca y delicada parecía una muñeca

— ¿Estás bien? Estas pálida...

— Eh? Si, estoy bien.

Recordé que tenía que llegar a clases, pero me detuvo

— Ten. – busco algo en su mochila. — ¿Te gustan las fresas?

— Si. – acepté las fresas con duda y le di las gracias. Me las comí en el camino mientras hablaba con ella.

Pero.... Quien era aquel chico en la banca?

 Quien era aquel chico en la banca?

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Esa es Elizabeth

Damian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora