-No creo que esto sea buena idea- Dijo Juan. -De ser así lo descubriremos tarde o temprano- Contestó su madre. -Te digo que no quiero ser... una... - Tragó saliva al intentar asimilar lo que estaba diciendo. -¿Una chica?- Ella terminó la pregunta por el -Parecías muy contento siendo una el otro día-. Juan se sonrojo preguntándose si realmente su madre pensaba eso o si solo intentaba castigarle. La mezcla de angustia, nervios y vergüenza lo invadían constantemente. - ¿Te viste con esos tacones? ni siquiera sabias caminar bien. - Juan miro nuevamente al piso, cerro los ojos como si eso hiciese que la gente de su alrededor no los escuchase, pero volvió a abrirlos al cabo de unos segundos intentando no mostrarse avergonzado.
Se intentaba imaginar como las chicas de su anterior colegio, con un uniforme con falda y el pelo largo, hablando de maquillaje y cosas estúpidas, si debía ser una chica ¿Tenia que comportarse el así? ¿Se vería realmente como una chica o solamente como un chico afeminado? Su imaginación se vio interrumpida. -Ya llegamos- Le dijo su madre. -Esa que viene ahí es la directora- Juan diviso a una mujer de unos 50 años, tenia un rostro severo y algo delgado al igual que su cuerpo, unas pocas arrugas y el pelo de color castaño oscuro. Su imagen intimidaba un poco a Juan. -La estaba esperando doña Luciana- dijo la señora mayor - Si mi madre es una doña ella debería ser una jubilada- pensó Juan. -Agradecemos su paciencia señora Soledad- saludó su madre. -Venia a traer a una futura alumna suya- el odiaba que su madre se refiriera a el en femenino. -Tu debes ser Juan- dedujo ella. -Si- respondió el sintiéndose algo incomodo. -Estoy segura que lograras ser una excelente dama y un orgullo para tu madre- Juan no sabia de cual de las 2 dudar mas -Estoy segura que lo sera- contestó su madre. -Con su permiso, le mostrare a Juan la academia y hablaremos un poco-. Juan se despidió de su madre y siguió a la directora hacia dentro. Era increíble el nivel de transformación de sus "alumnas" algunas parecían realmente mujeres.
El tamaño del lugar era inmenso, la entrada tenia unas escaleras que ascendían a una altura algo considerable, mientras que los laterales del colegio se extendían por toda la cuadra . La entrada constaba de un patio lateral bastante grande donde se paseaban alumnas del establecimiento. Juan podía divisar a las nuevas alumnas que ya llevaban un tiempo ahí, esto se debía a que ellas usaban tacones, pasado el primer año el uniforme del colegio obligaba a las alumnas a usar tacones a excepción de las materias que requerían hacer deporte. El ruido de las charlas por todas partes y de los zapatos resonando en el piso abundaba por todo el patio y aumentaba mientras subían las escaleras. Juan podía notar como algunas alumnas lo miraban, pero el fingía indiferencia.
Al estar por abrir la puerta para pasar casi choca con una chica, tenia el color del pelo rubio y por su calzado dedujo que ya llevaba tiempo ahí. Ella lo miro y burlona y se hizo a un lado - las damas primero- le dijo la muchacha. Juan la miro mal y le contesto -Gracias-. Ambos siguieron su camino.
Al entrar se podía ver lo que parecía ser una recepción al fondo, que era donde la directora se dirigía. Juan la siguió.
-Buenas tardes- saludó la recepcionista -Hola, buenas tardes- contesto Juan tímidamente mientras dirigía sus ojos a la derecha intentando esquivar la mirada. -Tenemos a una nueva alumna para anotar- dijo la directora esbozando una sonrisa burlona en su apenas arrugado rostro -Juan Listosi, revisa en las ingresantes de la categoría 2. Aunque puede que pronto necesite un cambio en el nombre- Ella rió y la recepcionista esbozaba una sonrisa leve mientras buscaba. El solo deseaba poder salir de ahí y regresar a su cuarto, pero sabia que eso ya no era posible. -Aquí estas, su habitación es la 898.- -¿898?- Se preguntó Juan -¿Que tan grande es este lugar?-
-Bueno, ya la oíste, habitación 898. Allí encontraras tu uniforme que mas te vale que uses, ademas de el lugar donde pasaras tus días con tus amigas y compañeras de cuarto, recuerda que a las 3 en punto comienza la charla de bienvenida. Vaya jovencita- Le dijo la directora en un tono imperativo pero burlón. Juan partió mientras que la directora volvía hacia el patio.
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Escuela de Sissys
RandomSe inaugura la primera escuela para chicas transexuales de la ciudad. ¿Te atreves a descubrirla?