La música de fondo es suave y relajante. Todo es tranquilo. ¿Por que todo está tan tranquilo?
Debe parar esto. La tranquilidad es mala, significa que algo terrible está por pasar.Mi respiración se acelera. Todo da vueltas y no para de dar vueltas.
¡Aire! Es lo único que necesito. Lo único. ¡Quiero gritar! ¡Quiero hablar! ¡Necesito ayuda!Las lágrimas recorren mis mejillas, estás no se pueden detener. Escucho mi nombre por alguna parte. Pero hay mucho eco en esta voz. Todo se vuelve negro. La atmósfera es terrorífica. Necesito despertar. Pero... ¿Y si esto no es un sueño?
Pido ayuda pero sé que nadie me escuchará. Lo único que escucho es un pequeño ruido muy molesto que viene de alguna parte.
Gritó demasiado fuerte desgarrando un poco mis cuerdas vocales.Siento una muy acelerada respiración en mi cuello. Se me dificulta ver por todas las lágrimas en mis ojos. Volteó lentamente. No alcanzo a ver su rostro. Todo está demasiado oscuro.
Quiero correr pero mis piernas no responden. El quiere acabar con mi vida. Y esta vez lo hará. Acabará conmigo y nadie lo sabrá.Me empuja demasiado fuerte haciendo que de mi labio inferior brote sangre. Hay una pequeña luz que me permite ver su rostro. Por primera vez puedo verlo. Todo este tiempo era el. Las lágrimas que salen de mis ojos se vuelven lágrimas de rabia. Confíe en esa persona siempre lo hice.
Me hizo la vida imposible. Hizo que tuviera miedo del mundo. Hizo que odiara a todas las personas que me aman.
En su mano tiene un gran cuchillo lleno de un líquido rojo. Tal vez es sangre. Es sangre.
—¿Cuales son tus últimas palabras antes de morir?—cuestionó con esa macabra voz.
—No hagas esa pregunta. Es muy estúpida—dije sollozando.
Apareció una pequeña sonrisa en sus labios. Levanto su mano haciendo que el cuchillo que sostenía rozará mi mejilla.
—Para—mi voz se entrecortaba.
—¿Qué dijiste? Sé que puedes decir bien una palabra. Una sola palabra sin derramar un lágrima— susurro cerca de mi boca.
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DOLLHOUSE
Mystery / ThrillerTodos vivimos en una casa de muñecas. Fingiendo ser perfectos y dejando que la sociedad controle la casa de muñecas. Somos simples títeres esperando que alguien nos pueda controlar.