2

3 3 1
                                    

Luego de esa vergonzosa escena me dedico a trabajar en unos informes que tengo que entregar al final de mi jornada laboral al nuevo presidente.

Mientras hago eso, suena el teléfono al cual solo el presidente puede llamar.

–¿Si?.¿Presidente?.

–Hola– habla una mujer– ¿Podrías traer unos cafés de la cafetería? Gracias.

–S...–no termino de hablar que ella ya había colgado el teléfono– Que arrogante personalidad. Al menos podría haber pedido por favor. Tch...

De camino a la cafetería me tropiezo con un hombre por andar caminando usando el celular. Hoy no es mi día de suerte, no señor.

–Lo lamento. No veía por donde iba. – me disculpo con la cabeza hacia abajo.

–No te preocupes. No es solo tu culpa, también es la mía por haberme distraído. Lo siento... ¿Cuál es tú nombre?

–April– levanto la cabeza– woa...

–Jajaja. Te debes de haber sorprendido al ver quién soy– no puede ser, es él.

–¿De verdad es usted?. No puedo creerlo– me emociono un poco, bueno, mucho. ¿Como no hacerlo cuando estoy hablando con el modelo más famoso del país.

–Bueno... tengo que irme. Nos vemos – sacude su mano.

–Ah. Sí. Por supuesto. Alan– me despido y vuelvo a caminar pero sin usar el celular, el cual por cierto, se rompió por la caída.

Llego a la cafetería y pido los dos cafés, esa mujer no me dijo cómo quería su café así que le llevaré cualquiera.
Cuando voy de camino a la oficina de mi jefe, veo a dos chicos besándose, que lindo, amo ver a la gente feliz sea del género que sea, amor es amor.
Pero no es para estar demostrándolo en la empresa.

Toco la puerta de la oficina de mi jefe y me deja pasar. Al entrar veo a una hermosa mujer de cabello negro, ojos marrones y buena figura.

–Traje sus cafés. Se los dejo aquí. Ahora, sí me disculpan y no necesitan nada más, me retiro– cuando estaba por salir habla la molesta mujer otra vez.

– Esto es horrible. Trae otro– me mira con cara de superioridad.

–No le hagas caso. Ella ya se estaba retirando– interrumpe el bombón de mi jefe.

–No seas así con tu hermana mayor– así que es su hermana.

–Ya vete que tengo trabajo que hacer– le tira un beso.

–Okey, okey. Me voy– le responde tirándole un beso.

La hermana se va. Mi jefe y yo quedamos solos, lo que más me temía.

–Si no necesita nada más, me retiro.

–¡Espera!. Alcansame el café.

–Muy bien– me dirijo con el café en la mano hasta el escritorio.

–Gracias.

–De nada– sonrío.

–¿Podrías acercarte un momento?– mueve su dedo indicándome que me acerque.

Cuando me acerco lo que temía que sucediera ocurrió.
Me acerqué hacia él y me besó, ¡Me besó! ¡Oh por dios!. No sé por qué me quejo si me gustó.

– Lo siento. Es que esos labios me lo estaban pidiendo y no podía hacerlos sufrir– sonríe.

–Por dios jaja– el hombre que está sentado justo ahí se lo buscó.
Mientras él está sentado aprovecho y me agacho, así poder volver a besarlo.
Su rostro de sorpresa fue lo mejor de todo– Lo siento. Es que esos labios me lo pedían a gritos– le guiño un ojo.

–Podría hacer esto todo el día– vuelve a sonreír.

–Lo lamento pero debo trabajar, así que si me disculpas, me retiro– salgo de ahí lo más rápido posible, rogando no volver a ver a Jack en todo lo que queda del día. Que verguenza. No puedo creerlo.

Narra Jack:

Esos labios, ese cuerpo y esa personalidad me vuelven loco. Ya quiero volver a besar esos suaves labios.
Cuando salga de trabajar la invitaré a cenar.
Ahora es tiempo de volver al trabajo.

–Me encanta–sonreí.

Cuando salgo de mi oficina veo a April concentrada en un papel.

– Salgamos a cenar– estaba tan distraída que no notó que estoy aquí y se asustó.

–No puedo– vuelve a lo que estaba haciendo.

–¿Por qué?–prgunto.

–Debo alimentar a mi cachorro.

–De acuerdo. ¿Y como se llama tu cachorro?– lo siento, soy muy curioso.

Narra April:

–Su nombre es Connor– ese cachorro es mi hermano menor. El cual no puede cocinar ya que no sabe. Es el mejor limpiando pero cocinando no. Si lo dejara hacerlo mi departamento estaría hecho cenizas.

–¿Ese es un nombre para un perro?.

–Jaja. No lo sé– sonrío por no decirle que es mi pequeño hermano– Ahora si me lo permite, me retiro. Mi horario de trabajo ya acabó.

–Por supuesto. No te retengo más. Puedes irte.

–Buenas noches y hasta mañana– agarro mis cosas y me voy a casa.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 30, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora