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Megan estaba en su dormitorio durmiendo profundamente, su tío estaba en la otra habitación durmiendo, cuando de pronto Megan comenzó a gritar muy fuertemente haciendo que el silencio vacío de toda la casa este completamente extinto. Roger corrió lo más rápido que pudo para la habitación de Megan, prendió las luces y vio que Megan gritaba y se retorcía en su cama, con una expresión como de dolor o sufrimiento. Trato de despertarla y lo logro, Megan estaba completamente asustada y muy confundida.

-Megan: ¿Qué paso? ¿Qué me ha ocurrido?

- Roger: No lo sé, estaba durmiendo y empezaste a gritar de la nada, ¿Te duele algo? ¿O acaso fue una pesadilla?

- MEGAN: No, no me duele nada, sólo un poco los brazos, y no recuerdo haber soñado nada, y menos algo malo.

- ROGER: Ah, si necesitas algo o te duele algo, sólo dímelo, ¿Si?

-MEGAN: De a cuerdo, no te preocupes.

- ROGER: Duerme bien. Megan se volvió a acostar y intento dormir otra vez, pero no pudo, los brazos le dolían demasiado como para no pensar en otra cosa y en otra cosa y no poder conciliar el sueño. Megan se levanto las mangas de la blusa, y vio algo que la dejo más que impactada. Sus brazos estaban todos con rasguños, como si alguien la hubiera rasguñado con mucha fuerza hasta que sus brazos quedaran con sangre. Rápidamente fue al baño y se lavo los brazos y luego se los desinfecto.

-MEGAN: ¿Quién sabe quién me ha hecho esto? Podría causarme una infección. Volvió a acostarse y trato de no pensar en nada, ella sabía que si lo hacía, se intensificaría el problema.

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Necesito agua, pensó Megan, se estaba muriendo de sed, nunca le había pasado esto en toda su vida. Se sintió muy cansada y débil, pero no quería acostarse otra vez, ¿Y si volvía a levantarse rasguñada o quizá peor?

-MEGAN: Roger, me das una botella de agua, luego la pagaré, ahora no traje dinero.

-ROGER: Claro, no importa, yo invito esta vez, ¡luego lo haces tú!

-MEGAN: Claro, cuando las vacas caigan del cielo, o cuando bañe a tu perro sin ensuciar toda la casa tratando de hacerlo entrar al baño.


-ROGER: Entonces que sea cuando las vacas caigan del cielo, lo otro es simplemente imposible.




Megan se sentó en el suelo, afuera en el pasto, y empezó a beber sorbos de la botella de agua. Pasaron unos 20 minutos y sus brazos le empezaron a doler, a Megan no le importó mucho porque era un simple dolor, ella pensó que cargar los cajones ayudando a su tío eran los causantes del dolor. Pero luego el dolor se puso más feo, le empezaron a doler aun más y más, cada vez más se intensificaba el dolor, haciendo que Megan se volviera loca. Cuando Megan quiso gritar, pero Roger ya estaba a su lado viéndola.


-ROGER: ¡Oye! Te has tomado toda el agua, ¿Porque no vas yendo a casa? Hoy me quedaré en el trabajo hasta más tarde.




Megan, del dolor no se había dado cuenta que se había tomado toda el agua. Paso por un tacho de basura y luego tiro la botella. Camino de a poco hasta su casa, pensando que quizá deba ir a un doctor para curarse los rasguños, ¡por ahí tenía una infección! mejor sería que valla a un médico antes de que empeore pensó Megan.


Megan cuando por fin llegó a su casa las cosas se volvieron. Un poco más relajadas, no volvió a sentir dolor en sus brazos ni nada parecido. No sabía en qué preciso momento llegaría su tío, cuando Roger decía que se quedaría hasta tarde era por algo, por alguna oportunidad laboral, claro. Capaz porque había más gente por la zona, o porque la gente se había olvidado de salir a comprar suministros de comida el día anterior. Megan alimento a Damm, y prendió la televisión, realmente estaba muy aburrida esa tarde. Y para peor, no había nada en la televisión en ese preciso instante. Megan estaba acostada en el sillón enfrente de la televisión, esperando a que alguna película aburrida termine y empiece una mejor. Poco a poco se fue quedando dormida hasta que su celular sonó, haciendo que Megan y Damm se sobresalten.

-MEGAN: Hola, ¿Quién habla?

-DAMOND: Hola, soy Damond.

-MEGAN: ¡Hola! Ya te extrañaba, ¿Qué pasa?

-DAMOND: Nada, solo es que...Me preguntaba si querías verme.

-MEGAN: Quizá, jaja, me encantaría Damond, ¿Cuando?

-DAMOND: Cuando quieras, y puedas, claro.

-MEGAN: De a cuerdo, ¿este viernes te parece? En el restaurant del pueblo donde vivo sería genial.

-DAMOND: Ah! Claro. ¡Este viernes! Nos vemos pronto, cuídate. Megan dejo el celular a un lado y vio la televisión otra vez, y estaba comenzando otra película.

-MEGAN: ¡Genial! Por fin termino esa aburrida película.

Y de pronto se fue la imagen de la televisión, solo se veían unas rayas grises. Damm se puso en frente de la televisión y empezó a mirarla de la manera más terrorífica posible, y luego se hizo un silencio muy horrible, dejando a cualquiera con pánico. Y en unos instantes, Damm empezó a aullarle a la televisión, haciendo sobresaltar a Megan.

-MEGAN: ¡Ya! ¡Damm basta! Ya cállate.

Luego de aullar, Damm empezó a asustarse mucho, y se fue corriendo hacia el dormitorio de Megan, dejándola completamente sola y aterrada. Megan por pura curiosidad y agallas, siguió a Damm hacia su dormitorio, y cuando entro lo vio escondido debajo de su cama muy asustado. Megan encendió la luz y Damm se escondió completamente debajo de la cama. Megan entro a la habitación y se percató de que estaba demasiada silenciosa, más de lo normal. Se agacho al piso y miro debajo de la cama, para sacar a Damm y calmarlo un poco. Cuando lo encontró, lo acaricio y él se tranquilizó.

-MEGAN: ¡Buen chico! ¿Qué te pasa? ¿Por qué te asustas? Ven aquí, te sacare e iremos a pasear, así te relajas un poco. ¡Ahhhh!

Cuando estaba por sacar a Damm, sintió que algo saltó encima de ella, en su espalda sentía que alguien la estaba apretando contra el suelo muy salvajemente. Megan gritaba muy fuerte, la presión que ejercía contra su pecho, la estaba dejando sin aire. Y Damm estaba debajo de la cama ladrando escandalosamente. Hasta que pasaron 2 minutos y paró, Megan estaba en el suelo, completamente sin aire ni fuerzas para levantarse nuevamente, y Damm ya había salido debajo de la cama y estaba junto a Megan, como si supiera lo débil que estaba justo en ese instante. Megan intentaba levantarse pero no podía, luego se escucho la puerta de la entrada abrirse y Damm salió corriendo a ver quién era.

-ROGER: AH, Megan, ¿Qué ocurrió? ¿Estás bien? ¿Qué ha ocurrido?

-MEGAN: Solo me agache para ver a Damm que estaba aquí, estaba muy asustado, y ¡PLAFF! Me agarró un tirón en la espalda y no me pude mover, ¿Me vas a ayudar? Megan se levantó con la ayuda de Roger y se incorporó de nuevo en el sillón.

-ROGER: Debes ir a un hospital, ¡por ahí te desgarraste un músculo o algo peor! Por las dudas ve a un hospital.

-MEGAN: ¡Ah! Si, iba a ir, pero no sé cuando, quizá mañana.

-ROGER: Ve lo más pronto posible, podría estar pasándote algo grave. Esas últimas palabras retumbaron en el subconsciente de Megan 《Podría estar pasándote algo grave》 En parte tenía razón, le estaban pasando cosas muy raras, que deducían a muchas posibles cosas que estaban pasando. O estaba enferma, o que se estaba volviendo loca.

Lo que el Demonio más Aprecia IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora