Capítulo 1

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La tragedia

—Oye, oye– decía un hombre llamando la atención de su compañero— ¿has escuchado la tragedia que ocurrió en la secta Jiang?

—Si, lo he escuchado— contestó en un murmullo después de tomar un trago de licor — es horrible de que todos hayan sido masacrado por los Wen, esos bastardos, pero se dice que gente común pudo sobrevivir y ahora son sólo un pueblo con acceso a lagos.

—Si— contestó su compañero—pero no dejan andar a personas así como así, dicen que allí se encuentra el santuario en respeto de las personas que...— el hombre no pudo terminar de hablar al ver quien los observaba, un cultivador de tez blanca, pelo negro y largo, con la característica cinta en su frente. La mirada tan fría que les dio a esos hombres fue suficiente para hacerlos callar y desviar su mirada. Era increíble como unos ojos que parecían brillar como el oro pudiera mostrar tal enojo.

Una persona igual de hermosa se detuvo junto a Lan Wangji , una hombre con prendas blancas, ojos azules, piel blanca y una sonrisa amable en su rostro, Lan XiChen entendió rápidamente lo que inquietaba tanto a su hermano, un sentimiento que compartían, dolor.

—WangJi— la voz triste del mayor hizo que al nombrado reaccionar, viéndolo de reojo con una expresión estoica—vamos tenemos que ir a Gusu— el ligero sentimiento de tristeza no desapareció en sus palabras, él mismo sabía a lo que su hermano se enfrentaba en ese momento y sin decir nada más, ambos empezaron a recorrer los caminos, ignorando la bulla a su alrededor, en sus cabezas no había nada que les quitará ese pesar.

Llegando a la entrada de Gusu fueron recibidos por dos discípulos que los esperaban con una grata sonrisa, Lan JingYi sonreía de oreja a oreja mientras que Lan SiZhui sonreía de una manera más relajada y tranquila, algo de esperar de quien fue criado por Hanguang- Jun.

—Bienvenidos— saludaron ambos jóvenes haciendo una reverencia la cual fue respondida por los mayores, la sonrisa de Lan XiChen había regresado y Lan WangJi mantenía el mismo semblante estoico de siempre.

—Lan Qiren desea verlos— habló SiZhui antes de irse con JingYi a una clase, los jades asistieron y emprendieron su camino en busca de su tío.


Entrando a la oficina de Lan Qiren pudieron ver que este no se encontraba sólo, habían dos hombres, ambos vestidos con un atuendo sencillo color gris y algunas franjas moradas en las mangas, Qiren cambió su semblante a uno más serio al ver entrar a sus sobrinos los señores dejaron de hablar y Qiren aclaró su garganta un par de veces y les hizo una señal a los jades para que cerraran la puerta.

—tío— habló WangJi pidiendo saber qué era lo que ocurría, Qiren asintió mientras jugaba con su barba.

—Estás personas son de Yunmeng Jiang, son personas que han vivido por sus líderes y cultivadores después de la catástrofe — hizo una pequeña pausa al ver la reacción algo sorprendida de sus sobrinos— como saben, ellos no aceptan la creación de una nueva secta, pero vinieron a ofrecer un trato con nosotros.

Los jades no sabían qué decir ante las palabras de su tío el cual cerró sus ojos y dejó de jugar con su barba para retomar su palabra.

—nos piden nuestra protección a cambio nos darán total aportación si les ayudamos a resolver un problema el cual va en aumento— Lan WangJi abrió ligeramente sus labios por la impresión, un detalle muy sutil y XiChen abrió los ojos sorprendido ante la situación — para ello, ustedes dos son los más aptos, siendo el orgullo de Gusu decidí aceptar la oferta, deberían alistarse, mañana en la mañana partirán junto a los señores...eso es todo — finalizando lo dicho, Qiren abrió sus ojos viendo a sus sorprendidos sobrinos, WangJi regresó a su habitual expresión y XiChen mostraba un brillo de alegría en sus ojos mientras una suave sonrisa se dibujaba en sus labios.

Entre maresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora