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Adrián, un chico que conocí en una aplicación dónde no creía encontrar a nadie, dónde no esperaba encontrar a mi compañero de vida, a mi aliado, a la persona por quién estaría dispuesto a dejar todo y a todos en segundo plano, con tal de verlo sonriendo todos los días que me queden de vida.
Un chico inteligente, dulce como el solo sabe serlo, alguien con capacidades más allá de lo que mi mente puede comprender, con un corazón puro y un talento increíble en todos los tipos de arte que conozco. Adrián es la definición de arte y talento, desde mi punto de vista.
Es tan dulce que llegas a dudar de que realmente exista alguien así, resulta hasta mágica su existencia y cada día a su lado es un regalo para mi. ¿Qué hizo este chico tonto para tener a su lado a alguien tan pero tan maravilloso? ¿Qué acto de valentía hice en mi vida pasada para ser merecedor de tal regalo?
Hemos hecho muchas cosas juntos, podríamos visitar la luna con sólo estar al lado del otro, podríamos ver un felices para siempre en los ojos ajenos y perdernos en ese bello brillo de su mirar.
Podría hablar de él toda mi vida, porque es lo único que no me canso de mencionar.
