Hace muchos años, contaba la leyenda que en un pueblo escondido entre la niebla y las altas montañas, existía un joven muchacho de 12 años llamado Yahiv. Éste tenía ciertas manías por lo desconocido, por lo extraño, por lo perturbador.
Había crecido dentro de una familia que practicaba el ocultismo, su abuela era la más experta y temida bruja conocida por los habitantes de aquel lugar.
La respetaban y veneraban cuando algo malo estaba por ocurrir, pues aquella bruja también era la protectora del pueblo. Si alguien con intenciones oscuras trataba de ingresar, a los días de haberse hospedado, moría en extrañas circunstancias. Algunos tenían marcas en sus cuerpos, otros simplemente no tenían nada.
Era tanto el fervor que tenían por aquella bruja que cada persona le pedía trabajos, ya sea para ganar dinero, amor o poder. Básicamente era como la representante del demonio en la tierra.
Un día como cualquier otro, un tipo desconocido que había llegado un par de días atrás al pueblo, buscó a aquella bruja de la que tanto oyó para pedirle poder y fortuna. Como siempre, un magnate quería más de lo que podía aspirar.
El trato no era sencillo, él tenía que ofrecer algo más que dinero. Como se sabía, ella era Lucifer hecha mujer. Para cumplir con el trato, no tenía que dar su alma, sino que el alma de su primogénito. La anciana creía saberlo todo sobre peste hombre, pues claro, él en la ciudad tenía a su familia que no sabía nada acerca de este viaje.
El hombre aún sabiendo lo que le costaría, aceptó sin poner peros. El trabajo comenzó. Luces apagadas, velas encendidas y las palabras en idioma hebreo recitadas por la bruja comenzaron a resonar en la habitación.
Como era de costumbre, Yahiv tenía estrictamente prohibido acercarse a la habitación donde su abuela trabajaba, pero él pocas veces hacía caso y en ocasiones espiaba y aprendía los hechizos.
Esta vez no fue la excepción, a través de su entrada secreta, pudo ingresar al cuarto y esconderse tras unos biombos que estaban allí. El rito acababa de comenzar y el lugar empezó a temblar con fuerza, cuando una lengua de fuego emerge desde el piso señalando al magnate gritándole cosas en hebreo antiguo. El hombre sonriente, miró a la anciana fijamente, se levantó del asiento y rio.
— Creo que el trabajo ya está hecho, anciana. — exclamó irónicamente— gracias por tu trabajo.
— ¿Cómo sabes que el trabajo está hecho? — preguntó la bruja confundida.
— ¿A caso no te has percatado lo que hay tras el biombo? — comentó señalándolo— mira al niño muerto que ahí está.
La bruja, mirando atónita y sin tener mucho sentido sobre lo que le había dijo aquel hombre, miró con desconfianza y temor lo que éste señaló.
Un grito de horror y angustia salió de lo más profundo de su alma, el niño muerto al que habían hecho mención era Yahiv.
— ¡Mi niño! — dijo llorando la bruja— ¿qué te han hecho mi niño?, ¿por qué tuviste que ser tu?
— ¿A caso no lo entiendes vieja lerda?, ¿acaso aún no te das cuenta de lo que ha pasado? — preguntaba entre risas el hombre.
Con ironía y remordimiento en su voz, el sujeto comenzó a hablar en voz baja, contando una historia que incluso a la más temida bruja del pueblo dejaría con la piel erizada.
El inició de todo el caos que se generaría a futuro, tenía más aristas de las que se pudiese imaginar.
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Yahiv
Mystery / ThrillerNadie sabía, nadie entendía que la causa de su fortuna y poder, tenía un origen horrible. Un sacrificio sin precedentes hizo que todos los planes que se tenían, fueran los más horrendos que un ser humano se imaginaría. Una maldición y una venganza...