Ha pasado una semana desde que nos mudamos a Boston por el nuevo trabajo de mi madre y ella ya anda perdiendo los documentos, no sé ni cómo ha conseguido que la contraten. Voy camino a la empresa donde trabaja para llevarle los papeles que, según ella, llevaba en el bolso. Pero no, se los dejó encima del escritorio y como no empiezo las clases hasta la semana que viene me ha tocado a mí llevárselos.
Mientras voy de camino os contaré mi historia:
Mi nombre es SunHee y vengo de Corea, concretamente de Busan, mi padre murió en el incendio que ocurrió en nuestra casa cuando solo tenía cinco años de edad. Mi madre lo pasó fatal por lo que decidió cambiar de aires y nos mudamos a Nueva York . Y ahora estoy en una de las calles más transitadas de Boston, esperando para cruzar al imponente edificio en frente de mi.
Cuando el semáforo se puso en verde crucé y entré encontrándome con la recepcionista.
- Perdone- llamé su atención mientras me acercaba al mostrador- ¿Puede darle estos documentos a mi madre Park WooYoung? Se los olvidó esta mañana en casa y son importantes- los dejo encima del mostrador.
- Claro que sí, linda- me respondió sonriendo amablemente.
- Susan, ¿has visto a...?- un gran hombre aparece a mi lado y se queda observándome detenidamente. Por los dioses. ¿Acaso un dios griego se había escapado del Olimpo y había bajado a ver a los mortales?- ¿tú quién eres?- dice con su voz grave.
- S-soy la hija de la secretaria del señor Stone, mi madre es Park WooYoung- ¿En serio SunHee? ¿Tenías que tartamudear en este preciso instante?
- Oh, con que eres la hija de mi nueva secretaria- murmura para él mismo. Dios, este imponente y sexy hombre es el jefe de mi madre. Creo que vendré a visitarla más seguido.
- Sí , bueno. He de irme, tengo cosas que hacer- en verdad era mentira pero su mirada azul me ponía nerviosa.
- Está bien- me sonríe, qué bonita sonrisa- espero verla pronto señorita- ladea una sonrisa y empieza a hablar con la recepcionista. Yo suspiro y voy a mi casa.
Unas horas más tarde
- ¡Hija ya estoy en casa!- oí gritar a mi madre desde abajo- ¡Ven un momento, tengo algo importante que decirte!- volvió a gritar. Al oír esas palabras no dudé en bajar lo más rápido que podía, no suele tener que decirme nada importante.
- ¿Qué ocurre, mamá?- pregunto cuando estoy a su lado.
- El señor Stone organiza una pequeña fiesta en la empresa todos los meses y me ha dicho que podías venir ¿no es genial?- yo asiento poniéndome nerviosa, iba a estar cerca de ese sexy hombre de mirada penetrante. Además no tenía nada que ponerme- será mañana por la noche.
- Mamá, hay un problema- ella me mira con una mirada inquisitiva- no tengo nada que ponerme y...- mi madre no me dejó terminar.
- No te preocupes por eso, cariño, lo tengo todo controlado. Lo único que podía hacer era fiarme de mi madre.
- Si tú lo dices...
Al día siguiente, por la tarde
Mi madre me dijo que tenía una sorpresa en mi cuarto por lo que subí inmediatamente. Al entrar vi que sobre la cama había un hermoso vestido junto a unos tacones con los que seguro me mataría.
- ¿Qué te parece, cariño?- apareció mi madre por la puerta.
- Me encanta mamá, muchas gracias- la doy un fuerte abrazo- solo que tengo miedo de caerme, los tacones son muy altos.
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Daddy
RomancePark SunHee es una joven de dieciséis años la cual todavía no ha vivido ninguna experiencia con hombres,ni siquiera ha dado su primer beso. Todo esto cambia cuando Liam Stone, un empresario estadounidense de mucho éxito, llega a su vida. - Daddy te...