locas

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¿Como empezar esto sin soñar como  una loca?

Pues ya que....

Me cagó de frío, es eso posible.

No entiendo a las personas que les gusta el frío, recordé las palabras de Emily.

Como yo me aguante el jodido calor, ahora aguantence el jodido frío.

Había que decirlo ella estaba loca, en este preciso momento la veia como saltaba un charco de agua, que la lluvia de la noche anterior había dejado.

- ¿Cam, tu piensas que las demás tengan razón?- miré al piso, mientras saltaba por el mismo charco que ella había saltado hace instantes.

- ¿De qué hablas? - la miré mientras ella, hacia un par de vueltas sobre mi alrededor.

- Tu piensas que Esteban.. guste de mi, ósea se que es muy tonto pensar en eso al darme cuenta de la cantidad de chicas que el tiene a su alrededor, y que el sólo se puede estar aprovechando de mi, ya que soy buena en Ciencias, no lo sé, ¿tu que crees?- me miro fijamente a los ojos.

Emily era hermosa, eso había que darlo por hecho, pero ahhh yo no se, cuando un chico quiere jugar contigo lo hace y punto, no le importa tu físico, tus sentimientos, ni nada, sólo piensa en si mismo, un claro ejemplo, pues nadie.

LUCIANO!!!

Ya cállate, estúpida, me sorprendía que no hablaras.

- Emily... eres un ángel, te mereces lo mejor del mundo- sonrió- pero no te confíes- bajo la cabeza- t.. tu sabes lo que pasó conmigo- trate de rehemendar mis palabras- y el puede jugar contigo, aún así creo que eres un poco colgada porque tienes muchos chicos atrás de ti, y no te abres paso con nadie.

- Lo sé, siempre pensé que los chicos eran una distracción, pero no se- suspiró- Esteban es muy guapo y el llamo mucho mi atención, desde el primer momento que ingresó a la preparatoria.

- Sólo espera un poco, aún es muy temprano para averiguarlo, sólo se tu misma con el- típicas estúpidas palabras de cualquier amiga- y nunca dejes que nadie quite tu hermosa sonrisa- es enserio, ¿no tendrías que estar en Disney?

- Gracias Cami, ¿quieres un helado?

- Me estas jodiendo, estas cuerda al darte cuenta que hace un frío de su Puta madre- suspire

- Obvio que lo se amo el frío, pero nunca es tarde para un helado y..- me miro sonriente- una leche con chocolate- levantó una ceja, para sacarme corriendo de la calle, sin importarle que los semáforos estuvieran en verde y las bocinas de los coches eran tocadas con frustración y enojo, en especial una motocicleta, que logró detenerse antes de que terminaremos de cruzar.

- ¡Oigan locas!- este idiota otra vez.

IneffableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora