¿Autoestima? ¿Qué Es Eso?

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Dicen que las experiencias nos definen como personas, ya que ellas modifican nuestro carácter para adaptarnos y hacernos crecer.

No tengo muchas experiencias que me hagan revalorizar mi vida. Puede que sea aburrido, pero bueno, si hay un antes y un después, y eso es lo que quiero contarles.

La secundaria, como había dicho antes, me pareció un infierno parcial. No soy una gran estudiante, pese a las grandes expectativas que mi madre tenía en mi desde pequeña por mi habilidad de aprendizaje en mis años preescolares - aprendí a leer yo sola a los tres años-, mis notas luego del nacimiento de mis hermanos fueron en picada.

Mis habilidades en deportes, lengua, música y arte las fui desperdiciando porque no era alguien constante ni centrado. Se podría decir que desperdicie años de natación, danza, ukelele y canto; para luego sufrir un accidente en patinaje, que me dejaría un terror físico y psicológico por el resto de mi vida...

Puede que ese sea uno de los varios puntos de inflexión en mi vida.

La noche que me desplace la rotula de una de mi rodilla izquierda gracias a una distracción estúpida. Fue algo sumamente doloroso. Recuerdo estar tomando una curva antes de llegar a la línea de salida, me distraje por algo y perdí el equilibrio; choqué con la cerca que separaba la pista de patinaje artístico y hockey sobre ruedas de la pista de velocidad. Mi pierna fue a un lado y mi cuerpo del otro. Luego de eso no podía caminar, estaba llorando del dolor pero la entrenadora dijo que solo era un golpe, que no era nada y mi madre le creyó. Pero las secuelas de una lesión no tratada aún me carcomen y me impiden hacer muchas cosas.

Eso me impidió mucho los años siguientes, en los que casi suspendí educación física ni primer año de secundaria, mi maestra era una bruja insensible. Me impidió avanzar en esgrima... En otras palabras, me hizo un poco más débil.

Otro de mis puntos había sido en primaria. Quizás sea o no relevante, pero mis problemas para socializar y mi cero confianza en mí, comenzaron desde muy pequeña. Siempre era excluida por una niña que se creía más que todas, tal tomó el típico cliché de la chica popular. Fue así hasta que yo misma me busqué mi propio aislamiento. No voy a contar que hice, pero ese había sido uno de los años más oscuros de mi vida... Y pensar un año antes, había nacido mi hermano.

Desde ese momento tuve mucho cuidado en ver con quien me rodeaba. No quería más incidentes y eso me funcionó a medias, ya que los vestigios de ese aun seguían en el aire. Pese a todo, lo peor llegó en la secundaria, donde una abusona tan alta y ancha como una pared se hacía ver sobre las débiles mediante comentarios horribles y maldades.

En más de una ocasión tuve que recoger mis libros del suelo porque ella los tomaba y los tiraba, los pisaba y me tiraba cosas al cabello, lo que me hacía sufrir porque mi cabello es rizado.

He lidiado con esos problemas desde siempre, es como si al final, jamás vas a sentirte satisfecha. Nunca he ido al psicólogo, pero siento que sería una gran herramienta para mi; la soledad, la depresión y el tiempo libre pueden ser muy malos, ellos pueden hacerte pensar en cosas horribles. Yo no he sido diagnosticada jamás, pero entiendo cuando dicen que esa voz aparece y pareciera que no se va a ir nunca, es una sensación muy desoladora, pero cuando te mentalizas, solo quizás, puedes salir adelante.

He tenido pensamientos suicidas y unos cuantos intentos fallidos. Me parece que el primero fue cuando tenía como 11 u 12 años, no estoy segura. Recuerdo que en un arrebato de ira, abrí la puerta muy fuerte y le hice un enorme golpe a mi hermana de a penas un par de años de nacida; le hice un hematoma enorme en la boca, en ese momento decidí ahorcarme con una bufanda.

Los siguientes fueron queriendo lanzarme desde la azotea de mi casa o bebiendo detergente. Los primeros no se daban, no tenía el valor, los segundos si, pero al final vomitaba ese. Incluso llegué a mezclar el detergente con refrescos para que. O supieran tan mal y poder lograr mi cometido, pero al final eran simplemente vomitados.

He tenido intentos más actuales, pero esos serán dejados para más adelante.

Diario de una extranjera inadaptada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora