Santo cielos. Sus rodillas se debilitaron y casi colapsó en el piso. Ella realmente iba a hacer esto.
Tragó duro, seguido soltó un largo suspiro para luego articular una inaudible pero corta oración. Cerro fuertemente sus ojos y entonces...
—Dame palmaditas en el trasero.
Sus labios se curvaron hacia arriba una malvada sonrisa.
—Con mucho gusto. Date la vuelta e inclínate en el estante.
—No estas sorprendido
Se rió.
—No lo creo.
—Pero...
—Date la vuelta.
Sin más hizo lo que el pelinegro le había pedido,sintiéndose como si hubiera sido transportada hacía un sueño. Un extraño y pervertido sueño que la haría despertar cubierta cubierta de sudor y caliente como el infierno.
Le rogaba a Dios que él no tuvierq intenciones de fejarla insatisfecha.Miró por sobre el hombro y vio sacar un grueso marcador de libros hecho de cuerp de un catálogo que yacía en el gabinete de arriba. La golpeo contra su mano y sonrió.
—Esto lo hara muy bien.
Ella no podía hablar. Su respiración apenas podía ser contenida ¿Qué coño estaba haciendo?
Él dejo el armador de libros en el estante junto a la mano de Eunha.
Entonces sus calidas manos se deslizaron por las piernas, levantando el borde del vestido de verano, deslizándose a lo largo de sus muslo hasta que se lo subió completamente alrededor de su cintura. Pasó sus dedospor debajo de cinto de la bragas, y recordó que usaba su tanga de satén rojo.—Mmmmm. Sabías que eras una chica pervertida.
La verdad era que habían sido el único par de bragas que tenía limpias, pero no se molestó en corregirlo. Ni siquiera podía hablar de todos modos.
Bajó sus pantaletas todo el camino hasta sus tobillo. Ella se las sacó, y él le dio un ligero golpe en el trasero.
—Separa tus piernas".
Al oír aquellas palabras, se quedó sin aliento, pero hizo lo que le ordenó. La sala de archivadores era fría y el aire fresco la hizo incluso mas consciente de cuán expuesta se hallaba.
Y entonces sus mejillas se tornaron color carmesí nuevamente.—No te muevas.
Tomó el marcador de libros. Las manos de ella temblaban donde se apoyaba en la plataforma. Pero la humedad goteaba por su feminidad. No había estado así de excitada en años.
¡Palmada! Él golpeó su trasero con el marcador de libros. Se quedo sin aliento. Maldita sea, eso escocía.
Antes que pudiera recuperar el aliento le susurró nuevamente. Dolía, pero la sensación parecía ir directo a su clítoris. Se inclinó hacía adelante y entonces le susurró en su oído.
—Di "Daddy" si quieres que pare".
Ella asintió. Él lamió su cuello otra vez, enviándole oleadas de calor a través de su cuerpo. Luego dio un paso atrás y la nalgueó nuevamente. Se mordió el labio para contener un chillido.
La palmeo una y otra vez. Mas rápido y más duro, con cada acometida. Su pene ardía, pero se hallaba tan caliente que no podía evitar hacer rodar sus caderas, y luego volverse hacía las bofetadas.
Maldición necesitaba que la follaran. Esto era tan bueno como había imaginafo que seríaDe pronto él se detuvo. Se giró para mirarlo. Su pecho subía y bajaba, y sus ojos estaban muy abiertos y llenos de necesidad. Sostuvo su mirada alzaba la mano por entre sus piernas y jugaba con su clítoris.
Entonces otra vez su aliento había expirado por completo.
—Mmm, más.
—Dime que es lo que quieres.
—Quiero que me folles.
Él dejó caer el marcador de librosy alcanzó el cierre de su pantalón. Lo observó con los ojos bien abiertos mientras se desabrochaba el botón y bajaba la cremallera. Su polla era tan larga y dura que sobresalía más haya de la cintura de su bóxer negro. Ella se lamió los labios y trato de recordar cómo respirar.
Jalando la billetera de sus pantalones, saco un condón. Empujó sus pantalones y ropa interior los suficientemente como para liberar su pene , la cuál cubrió en tiempo record.
—Ábrete más."
Ordeno con voz entrecortada mientras se paraba entre sus piernas.
Ella amplió su postura y arqueó su espalda, dándole el acceso que necesitaba. Empujo profundamente y no pudo contener un grito. La montó fuerte y rápido como lo había pensado.
Eunha sintió que se disparaba al primer orgasmo más rápido de lo que nunca antes había sucedido. Maldita sea si no era tan bueno como aseguraba. Él envolvió su cuerpo con su mano para volver a jugar con su clítoris, y ella explotó como fuego artificiales. Sus músculos interno estrecharon su pene, haciendo que Jungkook diera un grito ronco. Bombeó en su interior llenandola con cortas y profundas estocadas mientras se corría.Ninguno de los dos se movió por varios sehundo. Entonces escucharon que la purrta se abría al final del pasillo.
¡Mierda!
Jungkook se salió de ella y le alisó el vestido. Se apresuraron alrededor de la esquina del pasillo mientras oían que unos pasos se acercaban. Trabajó frenéticamente para meter su camisa dentro y cerrar sus pantalones.Ella intento disminuir su respiración mientras alisaba su vestido y se peina con los dedos. Los pasos cada vez más se acercaban. El pánico la golpeó.
—Mis bragas, susurró.
Él sonrió y palmeó su bolsillo.
—La tengo.
Los pasos siguieron de largo y continuaron hacía el final del pasillo.
Oyeron que se abría una puerta mientras el intruso entraba en la habitación adyacente.Una vezque el moedo a que los detectaran murió, la vergüenza golpeó.
Las mejillas de Eunha comenzaron a calentar se tanto como lo estaba su trasero. Entonces estudió los estantes para evitar mirar a Jungkook.—Ahora vamos a buscar esas cartas.
Sus palabras la asustaron, y se forzó así misma a mirarlo. Sus gafas ya no estaban torcidas, y su cabello lucía frenéticamente estilizado. Era una vez más, y en cada pulgada, el bibliotecario arrogante que mantenía el poder sobre los materiales que ella más necesitaba.
Aparentemente, estaba volviendo a su tarea originale. No podía decir si debía sentirse enojada o aliviada.
Entones recordó que no llevaba sus bragas puesta. Extendió rápidamente su mano indicando que le entregase su bragas.
—Necesito mi bragas.
El sonrió y sacudió su cabeza en negación.
—Puedes volver por ella el próximo sábado.
Bien hemos llegado al final de la historia espero que realmente les hayan gustado... Se que es muy corta y algo pervertida pero quise cambiar un poco las cosas...
~Creditos a la autora~
ESTÁS LEYENDO
Él Bibliotecario
FanfictionJung Eunha debera obtener las cartas que se encuentran archivadas en la Biblioteca Williams, es lo único que necesita para terminar su tesis de maestría. Hara lo que sea para conseguirlas, incluso si eso significa realizar una fantasía oscura... Par...