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JiMin
El timbre que da fin las clases sonó por todo el campus, y eso me hizo sonreir. Guardé rápidamente todas mis cosas en mi mochila y colgué esta en mi hombro. Salí disparado del salón y corrí hacía el salón de Jeongguk.
Mi mejor amigo.
Celebré internamente cuando vi que apenas comenzaban a salir unos pocos alumnos. Me recargué en la pared a un lado de la puerta y me dispuse a esperar a Jeon.
Un par de minutos después le vi salir, sin que él me viera siguió su camino por el pasillo, por lo que avancé un par de pasos hasta alcanzarlo y colgarme de su brazo.
El me miró y alzó una ceja interrogante a lo que yo respondí encongiendome de hombros.
─ ¿Planeabas irte sin mi? ─Pregunté fingiendo indignación.
─ Si.
Bufé e hice una mueca. Casi ni me dolió.
Por el rabillo del ojo miré a Jeongguk, hoy vestía de nuevo aquellos pantalones holgados, junto con un suéter de rayas y unos grandes lentes en el puente de su nariz. Reí internamente pues Jeon siempre ha tenido un estilo un poco... ¿nerd?
Igual él tiene promedio más alto del instituto, siempre está estudiando, y se la pasa siendo todo un gruñón con todos.
Quien diría que en realidad fuera un coqueto de primera.
─ Perdón.
Soltó Jeongguk de repente. Le mire extrañado y confundido.
─ Perdón por lo que dije. No planeaba irme sin ti.
Sonreí de lado y asentí.
─ ¿El gran y guapo Jeon me está pidiendo disculpas?
─ ¿Guapo?. ─Preguntó divertido.
D I A B L O S
─ Uh...
Él soltó una carcajada y me guiñó un ojo. E inevitablemente me sonrojé y reí a carcajadas junto con el.
Pronto llegamos a su casa, el abrió la puerta dejándome entrar primero. Corrí a su sofá y me tiré directo a este boca a bajo.
El sofá de los Jeon es mi tercera cosa favorita en el mundo. En segundo lugar está la cama de Jeongguk con olor a vainilla, y en primer lugar este el mismísimo Jeon.
─ De verdad que pienso que pasas más tiempo aquí que en tu propia casa.
─ Esta es mi casa. Lo dijo tu mamá cuando vine a comer la primera vez.
Solté una risa divertida recordando la primera vez que vine aquí, su madre me había recibido pensando que era novio de alguno de sus 3 hijos, y me había dicho con su voz angelical "Esta es tu casa, puedes venir cuando quieras, aunque te pelees con alguno de mis hijos idiotas estaré de tu lado. Pero shhh no les digas".
