Capítulo 10: Soy tu perdición, tú mi salvación.

217 35 7
                                    

No había esperado ni un segundo más, apenas que terminó de hablar con el de cabellos rizados salió del directo a tomar su auto y ir hacía la casa del castaño. De tan solo pensar que este estaba solo con Sehun le terminaba causando demasiado estrés, de solo imaginar que Sehun haya puesto sus manos en la pálida piel del menor le hacía hervir la sangre y imaginarse que sus manos estrangulaban el cuello del de cabellos rubios.

Mentiría si dijera que el lugar no le daba repulsión, porque la verdad es que no se imaginaba a nadie viviendo en semejante lugar. Las escaleras por las que subía rechinaban con cada paso de sus pies cubiertos por sus nuevas botas. El haberse encontrado la puerta principal del apartamento abierta no le ayudo a calmarse al contrarió lo asusto. Le había dejado en claro a su amigo que nadie podía ponerle una mano encima al castaño, él estaba reservado solamente para su posición.

Recorrió los pasillos húmedos del apartamento hasta que se encontró con manchas de sangre por todo el piso y como estas lo llevaban a una habitación donde sus puertas eran cerradas con cadenas.

—Te mataré Oh Sehun.—gruñó mientras se acercaba a la puerta y jalaba las cadenas con la intención de romperlas y abrirse paso hacia el interior de la habitación.

En sus manos comenzaban a aparecer cortes, la sangre brotaba de estos y con cada agarre en las cadenas era mayor lo que ardía. Su pecho subía y bajaba como si tratara de recuperar la respiración que a cada segundo perdía. Cuando logró quitar la última cadena y vio como esta cayó al suelo inmediatamente abrió las puertas de una patada, quedándose sorprendido al ver en el centro de la habitación un inmenso ataúd de color plata con ciertos dibujos de murciélagos en negro y blanco.

Mala idea fue la de haber entrado sin medir el hecho de que Sehun podía haber colocado trampas alrededor de todo el lugar, pues de las paredes salieron flechas bañadas en verbena que terminaron incrustandose en sus piernas, brazos y pecho, arrancandole millones de maldiciones y haciéndolo caer al suelo. Chanyeol solo juraba que mataría al rubio si su BaekHyun había sido así de torturado.

Cuando finalmente estas se detuvieron volvió a levantarse del frío suelo y con cada paso que daba arrancaba una flecha y la lanzaba a algún lugar de la habitación. Solo le bastó un minuto para lograr abrir el ataúd y descubrir al castaño con todo su pecho cubierto de sangre y su piel más pálida de lo normal. Al ver como este no hacía ni el intento de pelear con él o de levantarse y decirle que todo era una broma, comenzó a desesperarde al grado de lanzar todo lo que encontraba en la habitación.

Tomó en sus manos el frío cuerpo de la persona por la que había comenzado a sentir sentimientos y la sacó de esa sucia habitación para luego dejarse caer junto con ella en el suelo de la sala principal. Se tenía a sí mismo por no haberlo podido proteger, se sentía débil. Arrancó de su cuerpo su chaqueta de cuero y abrió su camisa de un tirón sin importarle que está perdiera todos los botones en menos de un segundo. Todo para después morder su muñeca y llevarla a los palidos labios del castaño esperando que por lo menos no fuera demasiado tarde.

Sin embargo BaekHyun no hizo ningún intento de comenzar a beber la sangre, eso desesperaba cada vez más al pelirrojo el cuál había comenzado a gritar y gruñir desde que había sacado su cuerpo del ataúd.

—¡Maldita sea BaekHyun!—dijo mientras tomaba nuevamente el cuerpo de este y lo calgaba hasta llevarlo a su auto. Poco le importaba que todos lo vieran cubierto de sangre y llevando el cuerpo de alguien calgado.

***

—¿Qué crees que haces Chanyeol?—pregunto Taemin al ver como este entraba por la puerta principal con BaekHyun calgado al estilo princesa. No le contesto, no lo miro, solo lo ignoró.—¡Respóndeme!

Siguió caminando hasta adentrarse completamente en lo que sería su espació personal, donde cualquiera de sus hombres sabía que no podía entrar. Colocó el cuerpo de BaekHyun sobre el inmenso y relunciente piano blanco, el cual comenzó a ser manchado por las gotas de sangre que caían del cuerpo de ambos. Tenía demasiado miedo de no volver a ver los ojos oscuros del menor, tenía miedo de volver a quedarse solo y con el corazón hecho pedazos.

Desde que vio como el cuerpo del castaño había comenzado a volver a tomar color siento como si le quitarán un peso de sus hombros pero aún no podía asegurar que BaekHyun estuviera fuera de peligro. Había permanecido durante horas acariciando los cabellos castaños, acariciando el hombro de este que se encontraba al descubierto y por más que no quería separarse del cuerpo del menor se vio obligado pues eran demasiados los asuntos que debía de arreglar y todos los haría con sus propias manos, desde Sehun hasta Yi Fan.

***

—Hasta que te encuentro...Sehun.—dijo el pelirrojo mientras se adentraba en la habitación del rubio que se encontraba solo en su ropa interior mirando hacía la nada, hipnotizado.

—Eso no fue un juicio fue mi sentencia.—Sehun observaba cada movimiento del mayor, desde la espada en su mano hasta el subir y bajar de su pecho.—¡¿Vas a matarme solo por que toqué a ese bastardo?!

—Sabes bien que en mi mundo, la traición de cualquiera implica un veredicto.

—Durante décadas fui leal a ti, nunca te fallé, nunca me arriesgué a que fueras herido. ¡Fui tu maldito perro, dejé de lado a Luhan siempre por ti!

—No te lo pedí. Además siempre te lo dije Sehun, las personas esperan al momento perfecto para traicionar, equivocarse y para ti fue este el momento esperado.

—¡No te traicioné!

—¡Ignoraste mis palabras por tus estúpidos celos!

—¿En serio eres tan idiota como para creer que intenté matar a ese bastardo por que estaba celosa? ¡No seas imbécil!

—¡No más insultos ni a mi persona ni a BaekHyun!

—Ese chico terminara siendo tu perdición...

—Ese chico se volverá mi salvación, me sacará de este mundo podrido.

—¡No! Sabes que desde que BaekHyun apareció todo cambió. Estuviste durante años mostrándoles a los demás vampiros que no todo es la sangre, también está la libertad.—tomó una pausa mientras se limpiaba las lágrimas que amenazaban con caer por sus ojos.—Pero ahora solo quieres tu libertad. Ya no controlas tus emociones, te has vuelto impulsivo por su culpa. La traición mayor no vendrá de mí sino de ti. Traicionarás a los tuyos por él.

—Desprocúpate, seré lo que todos siempre han querido de mí.—dijo mientras besaba la frente del rubio y depositaba en sus manos la espada que había llevado y se dio la vuelta saliendo de la habitación.

—¿No dirás nada más?—susurró para sí mismo el rubio para luego observar la espada y girarse al inmenso ventanal del lugar para de forma rápida clavar la espada en su estómago hasta que solo se podía observar el mango de esta y como parte de ella había atravesado su espalda. Luego todo se volvió borroso y terminó cayendo al suelo dejándose atrapar por la oscuridad.—Nunca te fallé Chanyeol porque siempre te amé.

**************************
¿Hola? *asoma la carita por detrás de la puerta*
¿Todo bien? ¡Ok no me lansen la chancla!
Ya prometo que está es la última muerte o al menos eso espero...

Bueno creo que ya no tengo más qué decir o matarán. Nos vemos en el próximo capítulo

Bye Bye~

War of Vampire ✟ ChanBaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora