Llegué al mundo hace casi 22 años, en septiembre de 1997, un miércoles a las 03:15 de la mañana, dormí toda la madrugada y el resto del día, para durante la noche torturar a los bebés y las madres que intentaban dormir (incluyendo la mía). Soy la hermana mayor. Transcurridos seis años de mi nacimiento llegó a mi vida la que sería mi salvación 14 años después, mi hermana, a quién llamaremos Angie, una niña bastante egoísta (antes), y un poco odiosa, debo admitir. Durante los primeros seis años de mi vida fui extremadamente mimada, y pocas veces recibí un "no" por respuesta, fui la adoración de mis padres y ellos buscaron a toda costa mi felicidad. Cuando nació mi hermana me sentí desplazada e ignorada, ella requería más atención que yo (claramente), y no puedo negar que siempre he amado ser el centro de atención (más adelante entenderemos que esto me trajo graves consecuencias), pero pese toda la situación de mi hermana menor, tuve una infancia maravillosa.
Desde niña los dramas en mi vida empezaron, el primero fue cuando conocí a la fue mi mejor amiga de la infancia, la llamaremos "N". Tuve la dicha de crecer en un pueblo, bastante pintoresco y rural, a mi derecha vivía una niña que también fue mi mejor amiga, pero de ella hablaremos más adelante, y a mi derecha vivía N, ambas somos de la misma generación, por lo que entenderán que fuimos compañeras durante toda la escuela y el colegio, mi primer recuerdo con N, data de cuando teníamos 8 años aproximadamente (aunque la conozco desde que teníamos 4 años), resultó que yo leía mejor que ella a mi me seleccionaron con la afortunada para leerle en la eucaristía de nuestra Primera Comunión, N se molestó porque no la habían elegido a ella, ahí comenzó una rivalidad que ninguna admitió. Durante los primeros 4 años de escuela N y yo fuimos compañeras; sin embargo, no era una relación saludable, ella resultó ser una niña bastante manipuladora, y yo, una niña bastante tonta, hice todo lo que estaba a mi alcance por verla feliz conmigo (literalmente), hasta que decidieron que yo debía estar en el grupo con horario contrario al de ella. Esa fue mi primera relación tóxica.
Ya que eramos vecinas y nuestras familias se conocían, principalmente nuestras madres, era difícil no tener alguna relación con ella, y de una u otra forma yo la seguía queriendo. Desde ese momento y hasta los próximos 7 años, aprendí que la forma de evitar los problemas era evitándolos, huyendo de ellos, nunca tuve el coraje de enfrentarla, simplemente huí de ella. La rivalidad entre N y yo no solo se basó en una lectura, había un chico, siempre hay un chico, a este lo conoceremos como "E". Mis padres aseguran que cuando ambos estábamos en el preescolar, jugábamos juntos y nos dábamos la mano, yo lamentablemente no puedo recordar eso, pero si sé que fue mi amor platónico durante toda mi etapa de escuela y colegio, es decir, 11 años de mi vida estuve enamorada perdidamente del mismo tipo al que nunca le interesé, o quizá si le interesé pero nunca tuvo o tuvimos el valor de tener algo más (si esto les ha ocurrido dejen aquí sus comentarios, somos una comunidad que podemos apoyarnos mutuamente en temas de amores no correspondidos). Para no cansarlos con la historia, N también estaba enamorada de E, y se molestaba porque el era mi pareja de baile.
*Dato curioso sobre mi vida: Desde primaria y hasta finalizar la secundaria estuve en un grupo de baile folclórico, E fue mi pareja durante casi 6 años.*
Desde mi punta de vista N siempre tuvo envidia de mi vida, la que creía era una vida perfecta, aunque yo siempre envidié la vida de ella, porque tenía todo cuanto pedía. Pero parecía que pese a todas las hazañas del destino para que yo estuviera con E, él nunca mostró interés en mi, incluso recuerdo haberle elaborado un dibujo, éramos el y yo tomados de la mano y un corazón en el medio, se lo envié en clases, el lo vio y me lo devolvió, esa fue la primera vez que acepté el amor que sentía por él, y fue la primera vez que él me rechazó. En mi segundo año de primaria un niño declaró su amor por mi, el problema era que él no me gustaba a mi, le decían "nalgas de charol" (aún no entiendo el apodo). Durante el tercer año de primaria, otro chico declaró su amor por mi, a él lo llamaremos "A", porque hablaremos de él más adelante. Y durante cuarto y quinto año de primaria no hubo ninguna declaración de amor, hasta que llegamos al último año de primaria, un chico, "S", me envíaba cartas de amor, "papelitos", en una ocasión la profesora nos vio y leyó la declaración de amor en voz alta, fue un día tremendamente penoso. Y aunque me gustaría contarles que el asunto sí funcionó con S, la verdad es que no, el estaba enamorado de una chica que estaba repitiendo el año con nosotros (ella ya había desarrollado sus pechos, yo era una tabla).
Quizá estarán pensando que soy muy egocéntrica, al hablarles tan abiertamente sobre las declaraciones de amor que recibí, pero debo admitir que soy bastante agraciada, tengo ojos claros, mi cabello es rizado y cuando estaba en primaria era color dorado, lo que pasa es que en aquellos tiempos yo no creía que yo fuese bonito, incluso acabé mi secundaria sin creerlo, pero esa será una historia para otro capítulo.
Una de las mejores decisiones que tomé durante mi tiempo en primaria fue cuando cursé quinto grado de la escuela, decidí que quería formar un partido político y ser la presidenta de mi escuela, fue bastante dificil, me daba pena hablar en público, y estuvimos compitiendo con chicos de último año de la primaria, pero al final el esfuerzo dio resultados positivos, gané, en ese momento me di cuenta que me gustaba ser el centro de atención y el tema de conversación. Finalicé la primaria con calificaciones regulares y estaba lista y ansiosa para iniciar con la que sería la peor y más enriquecedora etapa de mi vida, la secundaria.

YOU ARE READING
El diario dramático de Andrea: Qué NO hacer con tu vida
Non-FictionEsta será mi historia, soy abogada y tengo 22 años, verán que es un poco más dramática de lo usual, y se integrarán en mi vida diaria, llena de dramas, angustias e intensas emociones. Conocerán mis secretos y mi pasado, y serán testigos de mis inf...