Capítulo I

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Últimamente siento que la vida no es para mí. Es como si los malos sucesos o quizás la mala suerte  solo me persiguiera a mí. Pero tal y como siempre ha dicho mi familia; la mala suerte no existe. Podría ser cercano a eso, o por lo menos eso pensaba antes que todo este sentimiento de odio y avaricia me consumieran en una pesadilla tormentosa. Ahora podría ser mucho peor.
Narrador omnipresente
Era una hermosa mañana. La luz que se entraba por la ventana iluminaba cada rincón de la habitación donde dormitaba un chico asiático de piel pálida, nariz grande, ojos pequeños, poseedor de una  pequeña cicatriz en el pómulo izquierdo, aunque ese no era impedimento para que fuese totalmente hermoso y único.
El chico de nombre Jeon Jungkook, estaba relajado mientras regaba sus preciosas plantas que permanecían en el jardín que decoraba su casa. ¡Claro! Era una mañana perfecta, con un sol que animó aún más al muchacho y a las flores.
La luz del brillante sol iluminaba su llamativo rostro. Él lo único que podía expresar era su hermosa sonrisa idéntica a la de un conejo. Amaba sus plantas, aunque no le agradaba tener mascotas. Él pensaba que su jardín se destruiría manteniendo a una mascota... Pero en ocasiones le invadía el pensamiento de que sus amigos o la gente de cualquier edad opinaban que estaba totalmente demente al preferir plantas que mascotas. Pero en realidad su mejor fuerte era cuidar plantas, y además, era un pasatiempo más fácil y sin gastos.
Cuando terminó de regar sus plantas, se dirigió  a su hogar, entró a la a casa y empezó a preparar el almuerzo. Ya una vez terminado el delicioso almuerzo, caminó hasta su habitación y se recostó en la cama con el pretexto de sólo descansar unos minutos.
Cuando despertó estaba en plena oscuridad. Y lo primero que pensó fue que se había ido la electricidad, pero en realidad no fue así. No podía moverse del sitio donde se encontraba, estaba tan asustado que no tenía idea de que hacer, mientras el pánico le inundaba los cinco sentidos. Se quedó un rato en la misma posición, y repentinamente sintió que alguien lo miraba. Aún en su trance, echó un vistazo al frente. A penas si pudo divisar un chico alto, que poseía un aspecto escalofriante. Su ropa que consistía en una camisa de fuerza y unos shorts blancos, estaban ensangrentados, y poseía unos ojos casi iguales al color rojo con un ligero toque negro. Jungkook bajó su mirada aterrada hacia la mano del chico y lo que vio lo lleno de temor. Él chico sostenía un cuchillo ensangrentado.
-¿Quién eres?-dijo en un hilo de voz asustado.
-Soy tu peor pesadilla, la  causa de tu muerte, la peor persona que existe para ti -respondió el contrario sonriendo de forma perfilada.
-¿Qué es lo que quieres? –preguntó Jeon alarmado y consciente de que podía gritar por ayuda pero con el temor a flor de piel de que algo malo podía ocurrirle.
-Quiero tu alma...-respondió tranquilo
El chico se acercó a Jungkook dedicándole una mirada perversa. Jeon quería levantarse de la cama pero su cuerpo se encontraba paralizado. El pelinegro quedó a centímetros del rostro de Jeon y este se quejó soltando un suave gemido. 
-"Te amo"-dijo con el muchacho con una lágrima casi desapercibida en la mejilla.
Desapareció.
Y con eso Jeon despertó con un brinco, la frente sudorosa y con taquicardia así que decidió ir a darse una ducha fresca para aligerar su cuerpo de la reciente pesadilla.  Mientras se refregaba con la esponja, intentaba interpretar lo que había sucedido en ese extraño sueño. ¿Pero qué otra cosa podía pensar además de que un chico que no recordaba se había escurrido a su mente y se había catalogado como su “causa de muerte”?
¿Era normal tenerle tanto pánico a una simple pesadilla?
Salió de la ducha así que ya estaba un poco más calmado, caminó hasta su armario para buscar un short ligero el cual se colocó, quería dormir únicamente con short para sentirse libre. Bajó las amplias escaleras de su hogar, llegó a la cocina y buscó en su refrigerador un poco de agua al mismo tiempo que encontraba un vaso y se sirvió hasta la mitad. Lo llevó hasta su boca y trago este líquido, el agua estaba fría y podía congelar cada parte de su organismo estomacal, para él se sentía muy bien, necesitaba líquido ya que estaba deshidratado.
La casa aún seguía oscura. De día ese entorno de cuatro paredes era un paraíso; linda, relajante y todo estaba en paz, pero de noche, era muy pavoroso por el hecho de que su casa estaba en un bosque no muy lejano de la fabulosa ciudad de Seúl.
De nuevo estaba en su cómoda cama, acostado pensaba cada cosa que sucedió en ese extraño sueño. Sus manos reposaban sobre su pecho, intentó volver a dormir, pero este se encontraba en un estado ansias. Por el hostigoso hecho de que no podía reencarnar el sueño tomó su móvil y empezó a entretenerse revisando sus redes sociales... No recordó fijarse en la hora, eran las 5 AM debía dormir, apagó su móvil y cerró sus ojos, al menos esa vez sí pudo conciliar el sueño.

Jeon se levantó animadamente, estirando sus brazos bostezó hasta que bajó adormilado de su cama para caminar al baño a darse una ducha. Salió del baño con sólo una toalla en la cintura, consiguió en su espacioso armario una camiseta negra y unos cómodos pantalones rasgados a las rodillas. Arregló su habitación y rápidamente descendió las escaleras hacia la cocina, preparó el desayuno que era unos apetitosos hotcakes con miel en la cima y un jugo de naranja.
Ya había acabado su desayuno y se preparó para ya partir de casa a la universidad, introdujo el material de estudio y por supuesto el móvil, los auriculares y su laptop Apple en la mochila para salir de su hogar e ir rumbo a la universidad en su automóvil negro.
Narración de Jeon Jungkook.
En medio camino hacia la universidad del estado, recibí una llamada de mi mejor amigo Yoongi así que atendí rápidamente.
-¿Qué tal, Suga? -respondí animado pero sólo recibí de su parte un resoplido de pura irritación. Oh claro. Frustrado seguramente por haber tenido que levantarse tan temprano.
-Jeon, querido amigo del alma  -dijo con un claro deje sarcástico que me sacó una sonrisa al instante-. ¿Si sabes que llegas no sé…. Media hora tarde?
-Min, ya voy a llegar ¿podrías ser paciente? –contesté relajado dando vuelta a la manzana aproximándome a la universidad.
-Espera le digo al profesor que la bella durmiente decidió dormir hasta que le dio la gana –otra ironía, claro que sí-¬. El único que puede darse ese lujo soy yo, y mírame.
-Intenso –susurré riéndome cuando después de esa frase, colgó la llamada.
Había llegado a mi destino, bajé rápidamente del automóvil y tomé el camino hacia mi salón. Observé claramente que los pasillos permanecían vacíos y era algo obvio considerando que habían empezado las clases. Sólo pensé que tendría problemas con Yoongi. Porque los profesores realmente no eran molestos por esa particular, pero Yoongi era un dolor de cabeza cuando quería.  Tomé un poco de aire consolándome mentalmente y toqué la puerta con suavidad asustándome casi en el acto, porqué se abrió de repente mostrándome un profesor lo suficiente furioso para castigarme y llevarme a la dirección.
Bueno… está vez como que el profesor si sería molesto.
-¡Jeon! Está llegando tarde y encima interrumpe mi clase -retó furioso. Yo sólo sonreí intentando disminuir mi culpa y de reojo observé a Yoongi rodar los ojos. Sinceramente, no estaban en mis planes un profesor molesto por algo que siempre hacía.
-De verdad lo siento profesor, tuve un compromiso bastante extenso, no se volverá a repetir –me excusé, pero no fue lo suficiente para convencerlo porque en automático, su cara de deformó en disgusto puro.
-No me interesa su "compromiso extenso", señorito Jeon. Así que puede marcharse a la oficina de coordinación -espeto y yo no podía con tanto. Pasé la mano por mi rostro y sólo suspiré.
-Ahgg bien -respondí frustrado.
Agobiado recorrí varios vacíos y limpios pasillos hasta que llegué a la oficina pero no entré sino que eché un ojo por la ventanilla detallando como el coordinador se sacaba los repugnantes vellos de la nariz con una pinza e hice una mueca de asco. No pensaba arruinar mi impecable reputación estudiantil, a pesar de que el coordinador me odiaba por obvias razones. Me retiré del pasillo y me senté cómodamente en una de las banquetas próximas a la cafetería a esperar que fuese la hora de descanso e ir a conversar con mis compañeros. Me coloqué los auriculares, recosté mi cabeza en la pared y me dormí.
Sonó la ruidosa campana.
Desperté exaltado por el enervante sonido. Me levanté de la banca donde yacía durmiendo, me arreglé la ropa para no parecer adormilado y caminé por los pasillos ahora llenos de cabecitas por todos lados e intentaba llegar a la cafetería que estaba al cruzar el pasillo. Llegué finalmente y pude observar que mis compañeros molestaban a un chico que portaba un aspecto débil, sin embargo no quise interferir en ese conflicto así que seguí de largo.
Sólo quería hablar seriamente con mi mejor amigo y psicólogo personal, sobre el extraño sueño que había presenciado, y eso fue lo que hice. Me aproximé a Min Yoongi y le sonreí coqueto mientras el me dedicaba una mirada de seriedad.
-¡Amigo! –saludé divertido.
El permanecía cruzado de brazos y arqueó una ceja rodando los ojos. ¿En serio? ¿Tenía que ahogarse en un vaso de agua? Me posicioné a su lado y nos miramos mutuamente.
-Ahg Yoongi, no me mires así. OK, llegué tardé pero no sucede nada, no tengo ningún problema con los profesores –me encogí de hombros rogando que mi expresión no delatará lo que había hecho en realidad-. Relájate.
-No te creo ni un poquito  -y su usual inexpresivo rostro, demostraba  incredulidad-. Me debes algo,  no soporté los berridos de ese viejo por nada ¿si me entiendes, slepping beauty?
-Haré como que te entendí menos el “esliping biury”. Pero, prometo que no volverá a ocurrir este "terrible suceso" ¿bien, señorito Yoongi? -pregunté burlón imitando el tonto tono del profesor de economía.
-Sin embargo, no me castigaron como a alguien que conozco... –dijo curvando los labios de una manera rara. Ojala eso no fuese una sonrisa.
-¡Exacto! –sonreí nervioso evitando caer en detalles *cofcof que me dormí y no entré a coordinación por ejemplo cofcof* -. Pero bueno a lo que venía. Necesito contarte algo importante.
-También te cobraré por las sesiones de interpretación y solución de problemas –dijo muy serio y yo volví a sonreír culposo-. Mira que soy un genio, ¿Qué tipo de empresa... rechazaría a un genio como este?
-Un usurero, eso es lo que eres –me carcajee y luego me acomodé en mi asiento-. Bien, anoche tuve un horrible sueño. Fue algo bastante raro. No lo consideraría  como una pesadilla, más bien fue algo similar a una conversación. Con un chico de aspecto demacrado sólo traía una camisa de fuerza y un short blanco. Pero Suga, estaba toda la ropa cubierta de sangre, y tenía un cuchillo en la mano.
-Hmm –carraspeo suavemente para darle un sorbo a su jugo- ¿Y que fue lo que te dijo? ¿Cómo lo hizo?
-Yo estaba aterrado en el sueño, y no podía moverme, y le pregunté que quien era, estaba terriblemente asustado por su aspecto –me detuve en seco y cogí aire ante su mirada inquisitiva-. Ok, creo que he mencionado mucho que estaba asustado, pero es que era horrible, en serio. Estaba todo ensangrentado… Y me dijo que era mi peor pesadilla, mi causa de muerte, la peor persona que existía para mí. Y luego todo se volvió tan confuso, porque le pedí que me dijese que quería, y me respondió que quería mi alma.
-Oh, ya veo... Pero en realidad no parece tan escalofriante como lo pintabas –formó ese gesto de restarle importancia a las cosas y yo arrugué el entrecejo.
-Entiendo, que pude haber exagerado un poco pero lo más raro de todo –e hice una pausa para darle más suspenso a la historia aunque sabía que igual nada cambiaría en esa cara de Yoongi-.  Es que antes de que desapareciera, dijo “te amo”. Yoongi lo acabas de decir, eres un genio. ¿Qué crees tú que significaba eso?
-Bueno Jungkook. Es algo complicado –acarició su barbilla pensativo-. Solo fue un sueño, y a los sueños les das la interpretación que quieras.  Quizás estés viendo muchas películas, ¿no crees?
De nuevo volvió a sonar la esa estresante campana, anunciándonos que debíamos regresar a clases.
-¡Oh joder! –chillé levantándome de la mesa con total fastidio-. Debemos volver a clases... Te veo luego. Igual no ayudaste en nada.
Y antes de que me replicara con algún comentario sarcástico, escapé de la cafetería para entrar velozmente a la siguiente clase. Me senté en un sitio lejos del profesor y sus ojos inquisitivos, y me dispuse a copiar todo lo que estaba en el pizarrón. Examen, de derivadas, y con tan solo 45 minutos. Ese día los profesores realmente habían amanecido con una mierda encima o qué sé yo. Los 45 minutos transcurrieron de forma amena y pude completar el examen sin lanzarme por la ventana o llamar desesperado a Yoongi.
Entregué la hoja con los ejercicios y me marché al siguiente salón donde nos esperaba la profesora de literatura. Una de mis materias favoritas (quizás la única cabe a destacar), y la cual duraba tan poco, para mi mala suerte, ya que me encantaba leer los libros que la profesora enviaba para analizar en casa y escribir dicho análisis. Me senté en la fila del centro del salón donde podía contemplar perfectamente la pizarra y saqué mis cosas para copiar.
La hora se fue volando, así que me fui al patio a jugar y molestar a mis amigos, y por qué no, escuchar algo de música o decir estupideces.
Narración de Min Yoongi
Estaba en mi lugar preferido de la ciudad; el museo de artes más famoso del lugar. Se respiraba un aire fresco combinado a perfumes caros y el olor a piezas exóticas de arte, como esculturas, cuadros u otras obras hechas con material desconocido para mí. Sin embargo, yo sabía aunque prefería ignorar, que me encontraba en el museo no para ver toda esa belleza incomprendida, sino para pensar y entender mejor lo que me había contado Jeon. Supuse que sólo eran fragmentos mezclados de forma rara en su mente… Pero que ese muchacho le dijese te amo, me llamó mucho la atención.
Conocía a Jeon Jungkook desde muy pequeños. Nuestras familias muy adineradas, usualmente se reunían para hablar temas estúpidos de sociedad o política de Seúl. Pero una de las visitas en específico fue la que me permitió conocer a Jeon, un chico bastante corriente y vulgar para un Min Yoongi de 7 años. Desde pequeño tenía muy bien definida mi personalidad, y ese mocoso me irritaba en sobremanera pero una parte de mi lo soportaba sin algún motivo aparente, hasta que se volvió parte de mi rutina estar con él, escucharlo y comprenderlo.
Como cuando ocurrió el despido de su casa. Un día llegó a mi casa llorando desconsolado. Jamás lo había visto llorar hasta ese día que tocó el timbre dos veces y apenas salí, se largó a llorar en mis brazos hipeando como un imbécil y sabiendo que no me agradaba ese tipo de contacto físico. Igual lo estreché con suavidad y le acaricié el cabello para luego entrar a la casa y subir a mi habitación. Fue en ese instante acostados en la cama uno al frente del otro, cuando me confesó que era gay, y que su familia lo había descubierto. Yo de mente muy abierta, no entendía cuál era el problema, pero sus padres si lo tuvieron, y a una magnitud tan alta, que la familia entera se disolvió, dejando a Jungkook en la calle.
Aunque él no me lo pidió porque sabía que yo tendría problemas con mis padres, igual les pedí que lo dejaran vivir por un tiempo con nosotros, pero ellos se negaron rotundamente, y mis lazos familiares también se resquebrajaron pero yo me mantuve en la casa, con la finalidad de poder mantener a Jungkook por lo menos con comida y con mis ahorros le pagaba un hostal de un aspecto asqueroso pero barato. Con el tiempo consiguió un trabajo, pero la paga era demasiado baja, incluyendo la propina, así que eso solo le alcanzaba para el alquiler de una habitación en mejores condiciones, mientras, yo le seguía ayudando con comida.
Hasta que un día, le ofrecieron una oferta grandiosa, y bastante sospechosa, pero yo no quise ser muy entrometido, y él era demasiado ingenuo. Trabajaría en un mercado entregando carne a quien la pedía. Fácil ¿no? Solo entregar carne, y su sueldo era bastante alto, asi que decidió continuar con la universidad. Lo único relativamente malo era el trato de sus mayores para con él, pero Jeon solo los ignoraba. No quería perder su casa, su auto y su posible carrera como contador solo por un arrebato tonto ante alguna queja estúpida de sus superiores.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2019 ⏰

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