Vuelve a mi. // Drift x Raven (One-Shot)

El comienzo del final.

Un ruido constante se repetía una y otra vez, era la alarma que provenía de mi teléfono. La apague para que ese ruido irritante que emitía la alarma dejara de escucharse de una vez por todas.

Una vez ya despertando bien de mi profundo sueño, me gire hacia el lado donde se encontraba mi muy dormido esposo.

Y si, ahí estaba tan tranquilo con sus labios levemente abiertos y con unos suaves "ronquidos" que salían de estos.

Él si que tenía el sueño pesado, ya que la alarma de mi teléfono es solo para despertarme a mi y así yo después despertarlo a él.

—Hey...cariño, es hora de levantarse.–le acaricie el rostro de manera suave.

Aun no reaccionaba a mi tacto, tuve que moverlo algo brusco para que pudiera despertar.

—uhmm no, dejame dormir un poco más.–una voz mañanera y floja se hizo notar en su tono.

—Oh no, claro que no, la última vez que te dejé dormir un rato más, no te levantaste hasta mediodía.–le recordé.

—Lo sé bebé, pero esta vez si estoy muy cansado.–refunfuño.

—¡Tienes que ser responsable!

—Ush, ¿eres mi esposo o mi madre?

—Idiota...

—¿Escuche algo?–Raven abrió un ojo y me observo con una sonrisa.

—Si lo escuchaste bien, pues así es.–Me crucé de brazos.

Una carcajada salió por parte de Raven y luego se levantó para abalanzarse sobre mi. Me recosto nuevamente con él en la cama.

—¿Sabes que te amo muchísimo?–me menciono mientras me daba besos por todo el rostro.

—¿Ah si? Pues tus te amo no son suficiente como para que me convenzas de que te quedes aquí.–le decía un tanto enojado aun que en realidad no lo estaba.

—Pero si hoy no tendré casi nada de trabajo, no afectará en nada bebé, puedo hacerlo el día siguiente. Solo dejame quedarme aquí contigo.–me trataba de convencer haciendome un puchero infantil.

—Se que tengo el día libre pero eso no lo convierte en el tuyo, tramposo.–le di un largo beso en los labios.—Sabes que me encantaría que ambos tuviéramos el día libre para disfrutarlo juntos, pero no quiero que tengas problemas con el empleo, ¿si?

—Mmm aún así te prefiero estar aquí contigo.–Me dio una sonrisa cálida y me beso tiernamente.

El beso ya se había convertido en uno bastante apasionado, pero no quitaba su encanto de ser dulce. Con solo estos pequeños gestos podía sentir que tenía todo lo que necesitaba con él. Sus calidad manos acariciban con cuidado mi espalda. ¿Qué más podía pedir teniéndolo todo con esto?

El beso término para poder mirarnos a los ojos, le acaricie la mejilla y él cerro los ojos en un gesto de relajación. Luego mi mano viajó a su cabello, para jugar un rato con este, ya que era algo largo.

Amaba tanto a este hombre y nadie ni nada en el mundo podía hacerme dudar eso.

Me da un beso en la frente y vuelvo a observarlo directamente a los ojos.

—¿Por qué me miras de esa manera?

—Solo pienso.–le confese.

—¿Y en que?–Preguntó curioso.

—En lo afortunado que soy de tenerte.

—Oh vaya, yo creo que por lo menos pienso eso cada día de mi vida.–me dijo con sinceridad.

—Pero... no lo sé, yo lo menciono porque no sé que haría si algún día te llego a perder, no soportaría algo así.

—Deja eso bebé, jamás me pasará algo y tampoco podría dejarte, eres mi vida.–Se acercó unos centímetros para depositar un beso en la punta de mi nariz.

—Esta bien, si me lo dices no tendré de otra que confiar en ti.–Le sonreí con amor y le revolví el cabello.

—Además aun falta formar nuestra familia, tu serás el papá enojon y yo el papi divertido favorito.–me hizo un comentario burlón.

—No hay duda de que sacarás provecho de eso.–fingí molestia.

—Me conoces muy bien.–me guiño un ojo a la vez que se movía de su lugar para ponerse encima de mi sin la necesidad de aplastarme.

—Te amo más que a mi vida.–le susurre despacio en un oído.

No dijo nada pero estoy seguro que sonrió.

y me tomó la mano para enlazarla junto a la suya.

—Bueno, mi querido esposo, es hora de que te levantes.

—Definitivamente tu nunca te rindes.–Raven suspiro para luego salirse de encima mío y levantarse.

Se baño y arreglo lo más rápido que pudo, apenas le dio dos mordiscos a una manzana como un "desayuno".

Antes de que se marchará por la puerta, me despedí de él. Me hubiera gustado hacerlo de una mejor manera, de una como si jamás lo volviera a ver en mi vida... porque así fue.

No he podido pasar días y noches pensando en que todo fue mi culpa.

De que si no le hubiera insistido en que fuera, nada de esto hubiera pasado.

Estaría junto a él ahora mismo de no ser así.

Ya jamás podré besarte.
Jamás podré abrazarte.
Jamás podré mirarte.
Jamás podré enojarme contigo.
Jamás podre mimarte.
Jamás podré decir que eres un idiota.
Jamás podré volver a prepararte tus comidas favoritas.
Jamás podremos formar una familia.
Jamás podré volver a decirte que te amo y ver tu sonrisa.
Jamás podré si quiera volver a hablar contigo.

Toda esta maldita mierda fue mi culpa, nada me hará reprimir mi pensamiento.

No pude dejar de pensar también en como sufriste en aquel momento del tragico accidente y yo no estaba junto a ti en los últimos momentos de tus suspiros.

Aquel balazo que no tuvo una razón lógica o inteligente para llegarte.

¿Sabes que más no tiene lógica? Que yo siga en esta vida sabiendo que tú no estas en ella.

Lo único que me queda de ti, son los pasados momentos que tuvimos.

"—Eres un pequeño enojon adorable y aun así me encantas.–mientras me acariaba la mejilla."

"—Oye amor, ¿no encuentras que estoy más gordo?.–me comentó triste y acomplejado."

"—Ven a darme un abrazo, hace bastante frío ¡hasta se me estan congelando los mismísimos huevos!.–dijo gritando a los cuatro aires."

"—Te amo, mi cabellitos de oro.–menciono mientras me besaba."

Pero ahora estoy en el presente, no me quedan más momentos buenos por los cuales tener que vivir.

Vuelve, vuelve a mi por favor...

Solo quiero que vuelvas,

me abraces,

Me digas que todo era una falsa ilusión o cruel broma,

Mientras me besas

Y que me recuerdes la promesa de que jamás me ibas a dejar.

pero no te preocupes, no se rompió la promesa.

Iré a estar contigo, justo ahora.

Agarre lo que iba a terminar con este infeliz e insoportable sensación de dolor.

—Nos veremos pronto, amor de mi vida.–dije por última vez,

Y lo presione.