F A M I L Y

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Jennifer POV

Estaba sentada en la cama de lo que había sido mi habitación por 2 años. Cuando llego Tom, el muchacho que me tenía encerrada. La verdad es que con el tiempo hice amistad con el, no me malinterpreten, pero el mismo me dijo que cuando llamó a mi familia para hacer una negociación por mi ellos simplemente dijeron: "No gastaremos dinero en esa bastarda".

Después de todo me dolió. Yo sabía que no teníamos un vínculo muy fuerte, pero jamás pensé que a mi propia sangre no le importaría mi bienestar. Después de que me lo contó dude de un vínculo. Ahora, 2 años después, estoy segura de que nunca hubo un vínculo.

Tom y yo somos mejores amigos. Nunca me dejó ir porque era su trabajo, y si me dejaba escapar o me dejaba libre lo matarían y ya eramos tan unidos que ni el quería dejarme aquí, ni yo quería que lo mataran.

Tom llegó a mi habitación con una sonrisa en la cara. Cerró la puerta y me abrazó.

T: Nos iremos hoy.

J: ¿¡Nos iremos!? ¿¡Los Dos!?

T: Si, pequeña, al fin nos iremos.

Algo que no les conté sobre Tom es que a el le pasó lo mismo. Su familia no lo quiso, la diferencia es que era su familia adoptiva, porque su familia real había muerto, no le pregunte razones, pues sabía que era una cicatriz que nunca se terminaba por cerrar. El se quedó aqui para tener un hogar, por alguna razón decidió ayudar a su jefe que no conoce ni nombre ni cara, pues Tom le dijo que algun día se iría y no quería estar estancado por saber su nombre o haber visto su cara. El jefe lo dejó, jamás se lo terminaré de agradecer al jefe, pues a pesar de que secuestraba personas, si no te comportabas mal ni eras respondona te trataban súper bien. Los demás que trabajaban para el Jefe, siempre tenían una máscara para que Tom no viera sus caras, ni yo y tenían nombres clave.

Lo abracé muy fuerte. Cabe destacar que tiene buen cuerpo, pues cuando lo secuestraron, le daban ataques de ira despues de que su familia hizo, asi que se puso a ejercitarse y Tararán, tiene un cuerpo muy trabajado, pero yo no me quedo atrás, a mi me daba depresión y me enseñó que canalizara toda mi tristwza y decepción y la convirtiera en enojo, y todas las semanas me ayudaba a ejercitarme, incluso convenció al jefe de que compraran un saco de boxing y me enseñaba las posiciones del boxeo. A veces, el y yo luchabamos contra nosotros mismos, a veces ganaba yo y a veces el. Es tan divertido estar con el.

T: El jefe nos prestó uno de los baños, para ducharnos, y nos dió una ropa para ponernos. Yo ya me bañé, ahora te toca a ti, dejame llevarte. Me tomo de la mano y me guió por los pasillos del hotel abandonado, que para estar abandonado, adentro estaba muy limpio, pues como sabrán, el Jefe era multimillonario, pero pasaba desapercibido, pues todo su dinero lo tenia en efectivo, ya que si tuviese una cuenta bancaria, ya muchos lo hubiesen encontrado ya. El Jefe era como un padre para los dos, ya que aunque nos había secuestrado a ambos, nosotros fuimos los únicos mas tranquilos, que no desperdiciamos la comida que nos brindaba.

Me bañe y me puse la camiseta blanca que me quedaba un poco larga y un short .  Me sentía fresca como una lechuga.

J: ¿Tom? ¿Tom donde estás?

T: BU!!!

J: Idiota, te vi por tu sombra.

T: ¡Aguafiestas!- dijo divertido- oye, el Jefe nos llamó- dijo nervioso. Lo que me puso nerviosa.

J: ¿el jefe de jefes?- dije incrédula, tratando de ocultar mis nervios. - Dios, que nervios, que nos querrá decir.

T: no lo sé, solo queda esperar.

Despues de un rato llegaron un par de chicos con máscaras y nos pusieron unas vendas negras.

Pasaron al menos 10 minutos cuando nos quitaron las vendas. El sol molesto un poco en mi vista, pero mis ojos se acostumbraron rápido al cambio de luz. Estabamos de frente a un escritorio que tenia una silla giratoria, de espalda a nosotros.

T: ¿Estas nerviosa? - dijo el, tranquilo.

J: No- dije segura de lo que decía,- solo estoy ansiosa de que será lo que nos dirá el Jefe.- dije normal- confío tanto en el Jefe como confío en ti, ustedes dos son mi familia.

Tom: Muy bien, debería sentirme celoso de que tengamos el mismo papá. - dijo riendo- pero te lo comparto, al igual que tu confío en el lo suficiente para saber que me quiere más a mi que a ti- dijo sacándome la lengua.

Jefe: Que bueno escuchar que c los dos confían en mi- dijo el jefe atravesando la puerta.- por eso venía a entregarles algo.

Jenn: Muy bien jefe, estamos aqui, cumpliendo las ultimas ordenes que nos dé.

Jefe: Muy bien, hasta ahora lo que quiero es qie se sienten, par de payasos - dijo para empezar a reir, cuando nos sentamos aclaró su garganta para empezar a hablar de nuevo- lo que quería entregarles era sus archivos, o sea, su información personal,- dijo entregándonos una carpeta a cada uno.- y para decirles quien los mandó a secuestrar.

Mi cara en ese momento debió valer al menos un millón de dólares. Acaso el solo secuestraba personas, por que otras les pagaban para hacerlo. Dios, mi jefe si que guarda secretos.

Jefe: Tom, quien te quiso sacar del camino fue un chico llamado Landon Trip. Dijo que fué por venganza por que lo habías dejado en vergüenza frente a todos en la universidad. Eso fué intenso, pero bueno, ahora contigo, Jennifer- suspiró e hizo una pausa, como si le molestara decir lo que diría ahora.- Fueron tus padres.

Me quede shockeada. Mis padres... ¿tan mala hermana era? No iba a llorar. Muy dentro de mi pensé que fueron mis hermanos, jamás pense que habían sido mis " padres". No me sentía triste, no me sentía decepcionada, no sentía nada.

Jennifer: Bueno, me sorprendería que no hubiesen sido alguno de ellos, asi que, estoy bien. - sonreí, es la sonrisa más real que he hecho en mi vida, pies ellos ya no me importaban, los sentimientos por mi " Familia" los habia perdido hacia mucho tiempo.

El jefe me abrazó y me dió un beso en la cabeza. Se separo de mí, se quitó la máscara y sonrió. Parecía de unos treinta años, era atractivo, no era mi tipo, pero era atractivo.

Jefe: Mi nombre es Joseph Mozz. - dijo sonriendo.

Tom se quedó mirándolo boquiabierto, siempre imaginábamos que seria un señor canoso, de unos 40 o 50 años.

Jenn: Jo, ¿porque nos enseñas tu cara y nos dices tu nombre?

Joseph: Así como ustedes confían en mi, yo confío en ustedes. Los quiero como unos hermanos pequeños asi que -hizo una pausa en lo que abría una pequeña gaveta de su escritorio y sacó...