Kadmel

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Querido Ángel mío:

    ¿Qué culpa tengo yo de amarte, qué culpa tengo yo de que me ames pero estés con otro? No soy yo quien se ha puesto en esta incomoda situación, fuiste tu quien me ha buscado para saciar el deseo inconcluso de nuestro amor, no yo; yo no he buscado a un corazón que yo mismo he roto, que yo he despedazado con estas manos de porcelana que tanto he creído delicadas y faltas de fuerza, pero realmente si tienen poder, un poder que temo y no he querido portar jamás.

Perdoname si no solo te he lastimado, perdoname de todo corazón, la verdad es que nunca quise hacerlo, y mis acciones no son más que un reflejo de un alma difusa y dispersa, pero nunca te he buscado, nunca te he llamado, eres tu quien me habla y quien desea robar el aire de mi pecho. Es cierto que amo el ardor de tus labios sobre los míos, adoro que se tornen escarlata por tu inquietud, pero me duele que me reproches los crímenes de tu falsedad, si dices amarlo, solo buscalo a el, robale a el sus minutos, pero no me quites los míos y ni me llames promiscuo por prestar un poco de atención a tu voz.

Acaso tú si puedes besarme apasionadamente mientras más soy débil, pero si lo hago yo soy un oportunista; tú si puedes dejar marcas de lino rojo en mi piel, pero si yo deseo marcar con mi canto tu pecho, yo soy escoria e inmundicia, pero claro, solo importa lo que canten las aves de tus cometidos, pero si yo soy quien es juzgado entre los albores de las hojas, es justa causa del destino.

Yo si tengo que ahogar mis penas entre lagrimas y plumas, yo si tengo que pagar por lujuria y avaricia, pero tú por qué no, ¿por qué solo tú entre todos los seres pensantes del planeta tiene que librarse de las consecuencias de amar alguien que no debe? Nunca he deseado que sufras por amor, nunca lo he querido y no lo querré jamás, pero debes sufrir más para aprender a no culpar a otros de tus propias acciones, debes perder todo para apreciar lo obtenido y no vislumbrar lo perdido, solo así aceptarás inequívocamente que tu eres culpable de todo lo que hagas, no lo es mi presencia.

Vive con aquel que dices amar, y déjame vivir plácidamente con lo que me queda de calma, pero ya no me busques más, que solo soy yo quien sufre de tus desvaríos.




                                                                                                              Sinceramente, un pequeño que llora por ti.

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⏰ Last updated: Jun 06, 2019 ⏰

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Lagrimas de un árbol alegreWhere stories live. Discover now