Estaba en un lugar muy acogedor. Era una casa muy hermosa, grande, rodeada por un hermoso bosque y animales exóticos. Una cascada se podía escuchar a unos pocos metros de ésta. La casa estaba enmarcada en madera. Un diseño simple pero hermoso para mi gusto. Sé que debería ser todo lleno de lujos, una gigantesca mansión de dos pisos con diez cuartos en cada piso y lo único que le faltaría es gente para llenarla pero no. Ese era mi sueño... Era la vida en la cual quería estar... Llena de tranquilidad... De naturaleza donde lo que me despertaba era el angelical cantar de los pájaros y no un sirviente recordándome mis obligaciones y el fraude que estaba viviendo... El dinero no era lo que quería para mí si sabía que no era honradamente como lo había conseguido...
-¿Amor? ¿Estas bien?
<< ¿Quién es ese...? >>
-¿Amor?...- Dije volteándome para mirar a la persona que estaba en la puerta de aquel cuarto en el que estaba mirando por la ventana gigantesca
Por más que intentaba mirar su cara no podía. Siempre se otorgaba borrosa... ¿Quién será ese chico? ¿Será producto de mi imaginación? <<Pues déjame decirte que me amo entonces, porque parece un dios griego con ese cuerpo tan perfectamente simétrico>> ¿Enserio? ¿Precisamente ahora subconsciente?... Aggg...
De un momento a otro todo se tornó todo blanco. Sabía que era hora de despertarme...
-Señorita, por favor despiértese. Se le hará tarde para ir al colegio si no se levanta ahora.- Dijo Frederick con su voz tan neutral como siempre.
-Ummm... Ya voy... Cinco minutos más y me alisto...- Dije con voz adormilada.
-Señorita, por favor. Usted sabe que a su abuelo le gusta desayunar en su compañía. La esperamos en el comedor en media hora. Angie, encárguese de alistarle lo mismo de siempre a la señorita Natalia para que esté a tiempo en el comedor.-
-Puedo hacerlo yo mismo Frederick...- Dije un poco más brusco de lo que quería.
-Será más rápido si la señora Angie le ayuda Natalia- Dijo volteándose y llevando su mirada a mis ojos- Todo con tal que su abuelo no la regañe por llegar tarde al comedor... Por favor compréndame señorita-
Suspiré.
-Está bien...- Dije rindiéndome y levantándome de la cama –En media hora estoy bajando...-
Cogí mi toalla y me dirigí hacia el baño. Lo siguiente que escuché fue la puerta del cuarto cerrando dándome a entender que Frederick ya se había ido, supongo a darle detalles a mi abuelo...
Cuando terminé de bañarme me cepille y salí del baño para ponerme el uniforme. Al acercarme a la cama observé que ya todo estaba perfectamente planchado y organizado para simplemente ponérmelo. Mi uniforme está conformado por una falda de dobladillos con cuadros de color azul, rojo y blanco que me llega hasta un poco más arriba de la rodilla, la camisa es blanca, el chal del mismo color de la falda con botones enfrente, medias azules oscuras con zapatos de cuero y por terminar un listón de color azul oscuro puesto ya en el cuello curveado de la camisa.
Estando lista, justamente cinco minutos antes de las 8:30 A.M, cogí mi bolso y baje por las escaleras dirigiéndome a la sala.
-Hija, buenos días- Dijo mi abuelo bajando el periódico y mirándome –Siempre tan puntual querida-
-Dale las gracias a Frederick abuelo... Yo solo obedezco las órdenes que me dan...- Me senté y lo miré.
-Alguien amaneció de mal carácter hoy.- Volvió a abrir el periódico esperando a que trajeran el desayuno.
-No es eso... Solo me gustaría que me miraran a los ojos cuando estamos en la mesa...-
-Basta Natalia.- Cerró el periódico y suspiró –Hoy no, por favor...-Volteó a verme.
-Lo... Siento abuelo...- Agaché la cabeza.
-No agaches la cabeza ante nadie Natalia. Eso te quita autoridad ante la persona que lo hagas y te hará ver como lo débil que eres.- Se puso la servilleta en las piernas ya que ya venían las criadas con el desayuno.
No dije nada más. Me resigné a seguirlo. Extendí la servilleta y la puse sobre mis piernas.
El resto de tiempo en el que estuvimos en la mesa fue en silencio. Ninguno de los dos quería iniciar una nueva conversación, así que apenas terminé mi desayuno me levante de la mesa excusándome en que debía terminar de alistar unas cosas para una "presentación" que tenía en el colegio. Así fue como me dirigí nuevamente a mi cuarto para sacar los auriculares y esperar a que llegara la hora para irme al colegio.
NATALIA: Hola Cinthya, ¿cómo estás?
CINTHYA: Hola Nat, bien... Ya voy llegando al colegio. Te demoras mucho?
NATALIA: No... No creo...
-Señorita Natalia, ¿ya está lista para salir?
-Si Frederick... Ya bajo-
-La espero en cinco minutos abajo-
-Vale... Gracias-
CINTHYA: Eso espero. No me vayas a dejar sola con esos tontos otra vez, pliiiiis. Además, tengo algo nuevo que contarte y creo que te puede interesar
NATALIA: ¡MELODRAMÁTICA! Eres una exagerada jajajaj. No te preocupes. No dejaré que los sigas corrompiendo. Ya voy saliendo. Nos vemos en el cole C. Bay. PSDTE: No creo que me interese... Pero igual me lo dirás así que vale.
Me dirigí a la salida donde ya me estaban esperando. Al estar dentro de la camioneta, conecte los auriculares en mi celular y puse una pistas instrumentales del relajante piano de Beethoven. Aproximadamente 15 minutos después de carretera, ya podía ver el mural del Instituto. Pause la pista y guarde los auriculares en el bolso. El celular lo puse en mi bolsillo derecho del chal saliendo de la camioneta. Frederick me entregó una nota que mi abuelo me había dejado antes de marcharse.
No olvides el compromiso de ésta noche. El hijo de mi nuevo socio se llama Alejandro D'Ángelo. Hoy es su primer día de estudio en tu instituto. Está en el mismo curso que tú. Ya sabes que es mejor tener a tu enemigo cerca. Sácale toda la información que puedas. Si hay algo que no te cuadra me dices. Ya que hoy tienes ensayo de teatro, aprovecha el tiempo libre que tengas para llevar a cabo lo que te estoy encomendando. Estoy en tus manos hija. Feliz dia.
El sonido del timbre hizo que volviera de aqueltrance que aquella nota me había provocado. Sé que me tenía que acercar a lafamilia D'Ángelo por el nuevo negocio que mi abuelo estaba levando a cabo enellos, pero no pensé que su hijo estudiara en el mismo instituto que yo o algopeor... En el mismo curso.
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LO QUE FUI, LO QUE SOY Y LO QUE ESPERO SER
Short StoryNatalia es una niña de diez años que vive en una residencia de Madrid, España. Su vida resulta ser un completo caos cuando su abuelo decide definitivamente que ella tiene que seguir con el negocio que ha ido creciendo desde que éste lo empezó, a tal...