Comenzamos normal, solías abrazarme mucho, a cada rato, yo pensaba que me odiabas cuando abrazabas a mis amigas y a mi no, pero eso fue antes de que te declararas.
En ese entonces me encantaban tus abrazos, tu calor.. Tu aroma.. Era diferente a los demas aromas... Me daba tranquilidad... Me daba ganas de comerte como si fueras un chocolate de esos que traen licor por dentro.