CEPHEUS

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Su piel desnuda,
danzaba al son de una dulce melodía.

Con una sonrisa,
te invitaba a bailar.

Ese sentimiento recíproco,
aceleraba su pulso,
y los nervios a flor de piel,
se manifestaban,
en un vil susurro.

Las dulces palabras,
la embriagaban.

Y sus impulsos,
la agolpaban.

Los obstáculos no la dejaban caminar,
ya que la trataban de hacerla cambiar.

Pero la acaramelada sonata,
la ayudaba a seguir,
puesto que tiempo atrás,
no era ella misma.

Su vicio la tranquilizaba,
pero sus pensamientos la comían por dentro.

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