🌈CAPÍTULO UNO🌈

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JiMin era un niño demasiado tierno a la vista de cualquier persona, a pesar de que este ya tenía sus recién cumplidos 18 años, sus amigos le decían que aún parecía un bebe y él odiaba eso en sobre manera, él no era ningún bebé, el ya era orgullosamente un adolescente, un casi adulto, y en vista de que su amigo seguía hablando interrumpiendo cualquier queja por parte de este, sólo atino a hacer sus regordetas manitas en puños a cada costado de su cuerpo viendo al causante principal de su enojo frente a él.

—¡Aigoo Jiminnie!, ¿como puedes decir que no eres tierno? si te pones de ese modo, aparte sigues igual de pequeño —y ahí estaban de nuevo esos halagos innecesarios hacia su persona, estaba seguro que si JungKook seguía le iba a propinar un golpe.

—Pero Kookie no es verdad —respondió JiMin aún con las manitas hechas puño sus brazos y con la cara roja del enojo contenido.

Sabía de antemano que debido a su apariencia llamaba la atención, más de la necesaria y de la que él deseaba tener y eso a veces era asfixiante, en demasía asfixiante y sofocante, tener tanta atención aveces le causaba algo de temor, pues traía miradas descaradas de los hombres cada que salía de su casa rumbo a la escuela, pero no era su culpa, maldecía los genes de su familia, mira que darle abultadas mejillas, que al final de día terminaban rojas y adoloridas debido a los pellizcos de la gente mayor y él no podía negarse a los abuelitos, cómo él solía llamarlos, porque si, para el pequeño de cabellera rosa todos la gente mayor, eran sus abuelitos, bueno, y de ahí sus pequeñas y regordetas manos, herencia de su querida y adorada madre, además de su estatura, heredada de esta también, pero ¡¿acaso el no podía ser alto como su padre?!, parecía que todos los genes de su madre estaban en él y su padre sólo había prestado el esperma, ¿ya mencionó sus ojos?, ¿adivinan de quien los heredó?, no esta vez no de su madre, sino de su padre, era lo único que tenía de él. Y ahora sumen el hecho que decidió teñirse el cabello rosa.

¡Vaya combinación!.

Estaba a punto de refutarle y decirle algo a su amigo, además de estamparle un golpe, cuándo una voz, que él conocía demasiado bien, interrumpió cualquiera de lo que tuviera que decir, una voz que causaba estragos en su ser y en su pequeño corazoncito.

—¿Que no es verdad? —pronuncio aquella voz apareciendo detrás del castaño colocándose a un lado de éste— Oh YoonGi, Hoseok hyung —habló el contrario cuándo vio quienes eran las personas, viendo como estas se paraba a un lado de él y el pelirrojo a un lado del azabache— JiMin asegura que creció y alegó que no era tierno —contestó feliz viendo como el mencionando se encogía en su lugar y agachaba la cabeza.

—¿Que creció dices? —pronunció viendo al de cabellera rosa— Pero sigue siendo igual de pequeño— JiMin sintió su cara enrojecer aún más, aunque esta vez ya no era por enojo, siguió con la mirada en el suelo siendo consciente de la presencia del azabache

—Ademas, ¿ya viste esas manitas? —caminó hasta el contrario viendo como sus orejas estaban rojas y sólo pudo sonreír enternecido, el pequeño era una bolita tierna andante, agarró una de las manitas entre las suyas y pudo ver como este daba un pequeño brinquito en su lugar— Son tan chiquitas y gorditas —soltó divertido viendo como la mano contraria apenas le llegaba a la mitad de su palma.

El castaño junto con el pelirrojo veían todo aquella escena, ambos con el puño en su boca evitando vociferar cualquier ruido o grito de su parte, viendo como sus amigos seguían en su burbuja y ellos no quería romper aquello, pero como no todo es como uno quiere, el timbre sonó, anunciando que era hora de entrar a clases.

—Bien —soltó con cuidado él azabache la mano contraria— Es hora de ir a clases —

—Cierto hyung —JungKook se colocó al lado del pelirosado y agarro uno de sus brazos— Eso hora de ir a cla...—ni siquiera término de pronunciar cuando su pequeño amigo lo jaló consigo caminando a paso apresurado, pero se vio interrumpido por un agarre en su brazo libre, sintiendo un suave beso en su cabellera.

—Ahora si, puedes huir tranquilo —YoonGi se alejó de la cabellera despidiéndose con un deje de manos del castaño salió caminado con HoSeok del edificio, porque si, ellos eran dos cursos más grande que ellos. JiMin se quedó congelado en su lugar sin siquiera moverse un paso por el acto recién, se llevo sus manitas a su cara cubriendo esta misma.

—Woow, eso si que no me lo esperaba —le dijo Kook ya cuando vio que los mayores se había alejado lo suficiente— Y todavía dices que no siente algo por ti —volvio a decir el castaño a su amigo, porque si sabía del enamoramiento que tenia JiMin con el azabache.

—¡Y-ya m-mejor vámonos a clases nosotros también! —le respondió JiMin jalando la mano de Kookie arrastrándolo para ir al salón de clases— A-ademas eso no prueba nada, s-solo lo hizo como amigos —espetó sintiendo como su corazoncito latía con más deprisa por las palabras dichas del contrario.

—Pues mira que yo también soy su amigo —mencionó con burla— Y no se despidió de mi de esa manera —y así se dejó arrastrar por su pequeño amigo hasta llegar al salón de clases.

Entró rápidamente al salón disculpándose él junto con su amigo por el pequeño retraso y cuando el profesor le dio un asentimiento con la cabeza permitiéndoles entrar a clases pasaron a sentarse cada uno en sus respectivos lugares, uno atrás del otro, el pequeño pelirosado seguía aún con las palabras rondando en su cabeza.

El solo hecho de pensar de que a YoonGi tal vez si le gustara hizo que su pequeño corazoncito latir rápido y más cuándo volvió a recordar el beso que le dio en su cabecita, llevando inconsciente su mano a aquella parte de su cabecita, sonriendo, convirtiendo sus ojitos en dos pequeñas lineas.




























Capítulo editado, vaya que si tenía muchos errores ortográficos

Edición 25-06- 2020.

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🌈¡Mi tierno Minnie!🌈 Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora