Capítulo 8/8

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Arthit's POV

Casi podía verla en cámara lenta cuando me miró con los ojos muy abiertos, mi propio reflejo brillaba intensamente en sus pupilas, su cuerpo se movía más cerca del mío cada segundo que pasaba. Sus párpados se cerraron, sus labios se fruncieron con una clara indicación de su intención mientras se movía hacia mi espacio personal. Si no me hubiera sorprendido tanto ante su repentina audacia, habría esquivado su inusitada maniobra mucho antes. Pero no lo hice y, antes de que pudiera parpadear, estaba probando un sabor amargo a cereza contra mis labios.

"¿¡¿Qué demonios Kat?!?"

Empujé sus hombros hacia atrás, tan lejos de mí tan rápido como pude, mientras comencé a frotarme la manga de la camisa con furia.

"¡Oh! Yo ... pensé ... que tú ..."

"¿Pensaste que yo qué? ¿Te has vuelto loca? ¿Qué pasaría si alguien nos viera y tuviéran una idea equivocada? ¿Qué pasaría si Kong lo viera? ¿Por qué harías algo así?"

"Porque sería una foto brillante para la portada de un tabloide sórdido".

Y juro que sentí como si mi alma hubiera saltado repentinamente de mi cuerpo cuando, en lugar de la voz llorosa de Kat, escuché un gruñido bastante ronco por detrás. Me giré para encontrar al dueño de la familiar voz que se veía claramente con una nube oscura de tristeza que permanecía permanentemente sobre su cabeza. El ceño fruncido en su rostro, la amargura de sus expresiones más que suficiente para cuajar la leche. Su mirada disparando dagas hacia mí. Decir que estaba temblando activamente en mis botas al verlo inesperadamente mientras estaba parado a menos de 2 pies de distancia de Kat era una gran subestimación.

"¿Ko..Kong?"

"Sí. Yo. Ya sabes, tu marido".

Quería apartar la mirada, lo intenté, desesperadamente. Pero su mirada penetrante me tenía clavado en mi lugar. Mi lengua se sentía como un bloque de plomo en mi boca mientras debería haber estado lanzando una andanada de explicaciones sobre lo que estaba sucediendo.

"Kong, escucha, no es lo que piensas".

Finalmente liberándome de su mirada paralizadora, volvió su mirada hacia Kat mientras se burlaba de ella.

"¿No lo es?"

"No. No. Solo estábamos ... yo solo ... Ves Kat tenía ..."

"¡Arthit!"

Atrayendo mi atención por un segundo con su fuerte exclamación junto a mi oreja, Kat me apretó la mano con fuerza alrededor de mi muñeca.

"Esto es entre tú y yo. No creo que debamos involucrar a otras personas".

Pero antes de que pudiera siquiera hacer un comentario en su declaración francamente absurda, vi a Kong caminar hacia nosotros y quitarle los dedos uno por uno de mi muñeca mientras él la apretaba una vez más con su gran mano cálida, mirándome directamente a los ojos antes de continuar.

"Ella tiene razón. Realmente no deberíamos involucrar a otras personas en nuestro negocio personal. Vamos, nos vamos a casa ahora".

Claramente, tenía dos opciones frente a mí cuando Kong estaba tirando de mí hacia la salida, mientras que Kat estaba a punto de alcanzarme y detener mis pasos. Pero no  fue una gran competencia, ya que continué tropezando detrás de Kong, mucho más interesado en salvar mi matrimonio fallido, sin importar lo falso que fuera.

Lo que definitivamente no iba a ser falso era la gran pelea que se avecinaba justo delante de nosotros. El nervio palpitante que hace tictac constantemente en la frente de Kong no me da un buen presentimiento. De hecho, todo el camino de regreso a casa fue tenso, su mandíbula apretada me hizo bastante difícil encontrar un espacio razonable para comenzar a decirle mi versión de la historia. Y aparentemente, Kong tampoco estaba de humor para conversar porque había mantenido la boca muy cerrada, aunque era más que claro que tenía demasiadas cosas que quería decir.

Pillado con la Guardia BajaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora