Capítulo 8 • Pizza •

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Christopher la llevo a un restaurante de comida rápida, en la escuela estaba prohibida la comida chatarra o cualquier cosa que no fuera sana, pero Christopher quiso consentir a la chica y la llevo a comprar una pizza

Para que ningún guardia los viera, ambos estaban comiendo en el estacionamiento de una plaza totalmente vacía, mientras que comían en el asiento trasero del coche

—Hace frío —Dijo ella frotándose los brazos un poco, Christopher le hizo una seña para que se acercará, la tomo de las caderas y la colocó sobre su regazo

—Nada mejor que el calor humano, no? —Dijo Christopher mientras sonreía, ella dejo salir una sonrisa y colocó su cabeza sobre el hombro de él

—Hece muchísimo tiempo que no comía pizza, creo desde la vez que fue cumpleaños de una de las chicas y pidieron pizza que trajeron a escondidas —Dijo ella sonriendo

—Osea que estuvieron rompiendo mis reglas —Dijo Christopher haciendo una mueca graciosa

—Tal vez poquito —Dijo ella riendo, Christopher la hacia sentir muy feliz, por fin tenía un poco de atención de alguien, aunque no fue su padre la hacia sentir con una cariño amoroso

—Mira esto, ¿Que paso aquí? —Dijo Christopher mirando una de sus rodillas con una cicatriz algo marcada

—¿No te acuerdas? Es de cuando le perseguiste por el jardín y fui a meterme a un cuarto de herramientas del jardinero y con una pala me golpee —Dijo ella sonriendo, Christopher lo recordó al instante, ese día él le había puesto 3 días en aislamiento, ya que había destrozado el jardín, había roto una herramienta del jardinero y quería escapar, nuevamente

—¿Por qué tanta insistencia en escapar, linda? —Dijo Christopher mirándola, pero su mirada se puso triste

—Quiero irme a vivir a Madrid, en España —Dijo ella con una sonrisa

—¿Por qué? —Dijo él

—Mamá me habló maravillas de España, era su lugar favorito para ir a de vacaciones antes de que yo naciera, siempre me decía que cuando cumpliera los 15, ella me llevaría a Madrid —Dijo ______ un poco nostálgica

—¿Y qué pasó? —Dijo Christopher

—Murio tres meses antes de que yo cumpliera 15 años, el cáncer de huesos la mató —Dijo ella poniéndose aún más triste —Desde ese día, todo se fue al caño, mi padre entró en depresión, verme a mí era como recordar que mi madre, según él yo soy el vivo retrato de ella, aunque todo mundo me dice que me parezco más a él, papá siempre estaba evitando estar en casa, ya que era muy notorio el vacío en ella, todo había dado un giro de 180°, yo comencé a meterme en problemas, supongo que para llamar la atención de papá, pero a él no parecía importarle y no quería batallar conmigo —Dijo ella mientras sentía como los sentimientos comenzaban a adueñarse de su cordura, Christopher tomó sus manos y entrelazó los dedos, dió un leve apretón y le sonrió

—Supongo que al que debes causarle problemas ahora es a mi —Dijo Christopher con una sonrisa

—Si, pero necesitaba alguien que me gobernará, pero te faltaba un poco más de mano dura —Dijo ella antes de robarle un beso rápido, Christopher no quería soltarla por nada del mundo, se sentía feliz por tenerla en sus piernas, con una de sus manos comenzó a acariciar la espalda baja de ella, poco a poco fue descendiendo su mano hasta su trasero y comenzó a acariciar un glúteo

—No sabes en el grado en el que me encantas —Dijo Christopher antes de acercarse a su oído y morderle el lóbulo de la oreja

—Quiero volver al instituto, ya es un poco tarde y usted debe volver a su casa —Dijo ella con una poco de vergüenza al sentir la mano de Christopher dar leves apretones en su trasero

—Podemos ir a mi casa, en el instituto estarás sola, solo está Zabdiel de guardia y puedo decirle que se vaya a casa —Dijo Christopher en su oído mientras que una de sus manos se dirigía a su cuello y Christopher comenzaba a besar sus mejillas y mandíbula

—¿En su casa? Pero... —Dijo ella, pero un gemido la interrumpió, Christopher había bajado su mano y le acarició un seno sobre la ropa

—Si, en mi casa podríamos estar más cómodos y calientitos —Dijo Christopher haciendo que ella se sonrojara excesivamente —Por la calefacción y una sábana, ¿Pues que pensaste, cariño? —Dijo él antes de dejar salir una risa ronca

—...

Academia Para Señoritas||C.V. Y TÚ||TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora