La otra parte de mi vida. Aristemo.

Parte 4

Al otro día desperté y pude haber jurado que soñé con Ari pero no recuerdo bien que era, pero debió ser hermoso.

- Temo ya levántate y ven a comer

Me levante de mi cama y me vi al espejo, la verdad no me gustaba mucho hacer eso pero al hacerlo me pregunté a mi mismo si lo de anoche no fue un sueño, un mal sueño por el cual me deje llevar ¿Como Aris se va a fijar en alguien como yo? ¿Sería algún tipo de broma o apuesta? Mientras mil preguntas redondeaban por mi cabeza escuchaba voces en el comedor, pensé que había visita así que me alisté y fui. No recordaba que mi madre llegaba unos días después de nosotros.

- Hola ma, Como te fue en el viaje?

- Bien hijo, ya todo quedó arreglado ahora si podemos tener una vida acá

- Me alegra ma, bueno iré a alistarme para la escuela

- Oh si, no te demores porque hoy los llevare yo misma

Amo a mi mamá lo juro, pero no es que nos llevemos tan bien, estamos como en vaivén , siempre tenemos que pelear por algo y pensamos totalmente distinto aveces pareciera no... siempre otras cosas mas importantes que yo como mis hermanos o su trabajo no pido que me preste atención solo a mi si no que también sería bueno que me escuchara a mi. Espero no tener discusiones con ella.

- Temo escuché que ya hiciste un amigo

- Ah si, se llama Aristoteles pero todos le dicen Aris

- Pues todos menos tú no quiero que la gente piense cosas que no son

- A que te refieres?

- Ya sabes, entre hombres la cosas es distinta y la gente habla mucho temo 

- Tal vez en algunos hombres la cosa sea distinta pero no en todos nosotros no somos a ese "Tipo de hombre" y ¿ A que te refieres con la gente habla?

Primera discusión en la nueva ciudad. Gran comienzo.

- No piensas contestarme mamá?

Sabia a lo que se refería y no seguí insistiendo así que me quedé callado y solo esperaba que llegáramos rápido a la escuela. Al bajar del auto me despedí de mi mamá y me dio un beso en la mejilla como es de costumbre. Y al justo al estar parado en el anden ahí estaba. Aris... Aristoteles. Cuando lo vi le sonreí y fui justo donde él olvidándome de todo como si él fuera mis distracción de los malos momentos, mi polo a tierra.

- Hola Temo

- Hola Aris

- Quién te trajo? Pediste un uber?

- Mmm no era mi madre, llegó hoy en la mañana

- Oh no lo sabía, por qué no me contaste?

- Pues no lo se, no lo vi importante

- Te digo algo? 

- Dime

- Hoy te ves mas lindo

Las palabras de él me alegraban el día. Acaso la pelea de mi mamá me hizo mas lindo? Podría reírme todo el día de esto.

- Tu no te quedas atrás 

- Oh claro que lo se, pero nadie podría opacarte 

Nos quedamos mirando un buen rato y después de que sonara la campana entramos a clase. Ari no dejaba de mirarme en todas la clases y no es porque yo tampoco lo acosaba si no porque su mirada era penetrante y dulce a la vez podría mirar eso ojos todo el día y perderme ellos hasta perder la conciencia, cuando salimos al descanso le dije

- Oye deberías de dejarme de mirar un poco no crees?

- Oye que te digo, solo miro lo que me gusta

- Oye si tanto te gusta hacer eso porque no salimos esta tarde? podríamos ir a cine no te parece?

- Si, si me suena jajaja pasó por ti?

- No yo paso por ti tranquilo ah, y yo invito 

- Okay a eso no me niego, pero podríamos después ir a un parque y platicar 

- Si me late entonces así quedamos 

Salimos de la escuela y tenía planeado irme con Ari caminando a casa, la ilusión me duró poco cuando vi el auto de mamá estacionado en la entrada de la escuela. Ella no puede dañar mi cita con Aris. MI segunda cita.