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Aviso que ésta historia tiene la mejor puta portada que hice hasta ahora qwq ✨✨✨

PD: ni yo me esperaba escribir tanto por el deber divino que es hacer p0rn0 👀 me pase de mano, lo admito, pero no me pude controlar- asi que si quieren saltense hasta el fluff del final(?

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Sans no se lo diría nunca a nadie (más que nada para no elevar el ego del idiota al que llamaba compañero de cuarto) pero la noche que Red lo atrapó con las manos "en la masa" y decidió ayudarlo fue la primera vez que vió el sexo como algo atractivo.

No es que no supiera lo que era, porque ésa área en particular se la taladraron en la cabeza cuando aún asistía a la escuela, sinó que siempre le faltó una motivación para hacerlo... o, mejor dicho, el tiempo. Desde que tenía memoria, siempre estuvo o trabajando para alimentarse a sí mismo o a su hermano, cuidando del bienestar de un Papyrus bebé cuando él mismo apenas tenía edad para salir de su suéter rayado, encamado luego de un accidente que le costó su HP y un ojo o atrapado dos veces en los RESETs de una flor psicótica y un humano al cual no le podría importar menos... Digamos que el acercarse íntimamente a alguien no estaba en sus planes.

Dado a las desafortunadas circunstancias y el estrés al que fue sometido en el pasado, su "maduración sexual" (cómo le diría su vieja profesora de Salud) también estuvo comprometida. El celo de un monstruo aparece cuando está en seguro y feliz, comúnmente empezando a la edad de 15 o 16 años.... Pero Sans tuvo su primero a los 27.

Los hermanos de ambos estaban en una reunión que hacían todos los viernes en la casa de Alphys y Undyne, la mayoría del tiempo para ver alguna serie nueva que encontraban las chicas.

Últimamente se sentía acalorado, cómo si los indicios de una fiebre en su etapa más temprana, pero luego de tomarse unos antibióticos y ver que no pasaba nada, se rindió directamente a dormir. Mañana llamaría enfermo al trabajo.

Pero claro, terminó despertándose a la mitad de la noche con el compañero empalmado y su compañero de cuarto detrás suyo roncando levemente. Estaba tan caliente ésa vez que poco le importó la presencia del otro.

Una paja insatisfactoria y un casi inaudible "¿no piensas compartir?" después, Sans aprendió más de una cosa ése día: primero, que ahogar el gallo con alguien durmiendo en la misma cama que tu no es la idea más brillante del mundo, y segundo, que no le decían "boca sucia" a Red por nada.

Red, por su lado, desde su adolescencia tuvo un historial de usar su cuerpo para salir de problemas. ¿Faltaba dinero? bajaba el escote de su camisa un poco más. ¿No alcanza para la renta? enseguida le iba a lamer las botas al viejo verde que tenía de casero. ¿Le debía a sus "amigos"? un poco de ropa pegada y un rapidito, problema resuelto. No lo podían culpar, ya que su universo era caos y muerte constantemente, aunque ni él ni su hermano quisieron participar en la masacre del día a día a voluntad propia.

Por lo que cuando ambos hermanos Fell cayeron a esta dimensión, en la cual la nieve era blanca y el aire estaba limpio de polvo de monstruo, se acoplaron relativamente rápido. El no tener que pelear o mirar sus espaldas constantemente... tener tiempo de relajarse y descansar... había sido como si algún ser divino se hubiera apiadado de sus miserables almas.

Quizás ésa fue la razón por la que se fijó en Sans, porque con él sentía que tenían todo el tiempo del mundo, que estaba protegido... o quizás fue el olor amentolado de su celo, se formuló luego esa madrugada, acurrucado en los brazos del otro. El de pupilas blancas había estado visiblemente frustrado y desesperado por estimulación, pero sin embargo le dió al rojizo la sesión de sexo más vainilla y gentil que tuvo en su vida. Ambos acostados de lado, piernas enredadas y sus caderas meciendose en un lento pero satisfactorio vaivén, casi como una danza adormilada en la cual los dos participantes disfrutaron hasta que un arrazador orgasmo los derribó.

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