LIE.

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"Eres como un fumador, todo el mundo te evade"

Había aceptado salir a cenar contigo, la noche estaba un poco fría así que salí con un enorme abrigo, tacos y un vestido azul de encaje.

Me miraste enternecido, ciertamente, tu mirada me decía que yo de verdad te gustaba y me querías mucho.

Pero tus acciones me recalcaban todo lo contrario.

—Eres preciosa, y estoy muy agradecido de que seas mi novia.

Sonreí apretando tu mano con la mía por sobre la mesa.

Dijiste que irías al baño y volvías en unos minutos.

Tonto.

Dejaste tu celular sobre la mesa, no tuviste cuidado y yo me sabía a la perfección tu contraseña. No porque tú me la hubieras dado, si no porque era la contraseña más fácil del mundo.

El día que naciste.

Me metí a tus chats más recientes, necesitaba algo, pruebas. Estabas lleno de mensajes por parte de tus "amigos", cancelándote salidas y diciendo que sentaras cabeza, que tenías una gran mujer a tu lado.

Reí.

Nadie quería estar contigo más que para sacarte dinero.

La pantalla brilló cuando un nuevo mensaje llegó a tu celular.

"Suran"

Era la chica rubia con la que nos topamos hace un par de meses.

"Ayer estuviste increíble, te extraño"

"Deseo que vengas pronto"

"🔥 👅"

Seguido de una foto desnuda.

Yo estaba mil veces mejor que ella, no podía sentirme mal por eso justo ahora.

Saqué mi celular y me permití tomarle foto a todo su chat. Eran cosas tan asquerosas y dolorosas para mi.

Guardé todo cuando te vi caminando hacia nuestro lugar.

—Cada que te veo siento que tengo a la mujer más bella del mundo.

Mentiras.