—¿Crees que les guste?
Mordí mis labios por los nervios, fije mi vista en Aitana la cual solo se metia la mano a la boca balbuceando
Solte un suspiro y me decidi
—Hay que arriesgarnos
De mi bolsillo trasero saque los tres mil dolares y se los ofreci rapidamente a la chica, la cual me sonrio y tecleo algo en el computador
—Papi, ¿Me puedes comprar una gomita?
La melodiosa voz de David me hizo bajar la mirada
—¿Gomitas?—Asintio sonriendo—Esta bien mi amor, espérame un ratito
Fruncio el ceño pero igualmente asintio, alze la mirada al escuchar a la chica hablar
—Señor, su vuelo esta programado para el 04 de diembre, el avion sale a las cinco y media de la madrugada
Asenti y le sonrei
—Gracias
Cogi los boletos y los guarde, agarre a David de la mano y me dirigi a la tienda de Gomitas, lo cual enloquecio y comenzo agarrar todas a su alcanze
————-
—¿Donde andaban?—Deje a Aitana en el sillon y mire nervioso a Erick
—Comprando, ah....¿Gomitas?
Fruncio el ceño y me observo varios segundos
—Uhm...—Desvio su mirada de mi hacia David el cual se engullaba de aquellas golosinas—bien te creeré
En un rapido movimiento se acerco a mi y me repartio besos en la cara, hasta terminar en mi boca
Nos besamos con pasión, meti mis manos debajo de su camisa, intentando llevar el beso a mas pero me detuvo
—Nesecito decirte algo—susurro, llevándome a nuestra habitación
Me dio la espalda, y comenzo a buscar algo en el cajon que teniamos a un lado de la cama
—¿Que buscas?
No me repondio, así que decidi callarme segundos despues Erick estaba delante de mi sosteniendo una pequeña caja
—¿Que es?
—Abrelo
Hize lo que me dijo lentamente, hasta que vi varios pequeños guantes, los reconocia el azul era de Aiden, el verde de Agustin, el amarillo de Rebeca, el morado de Aitana, el rojo de David, pero sobraba el blanco
Alze la mirada rapidamente a la vez que lo comprendi.
—¿Estas...?—Asintio con un sonrisa de oreja a oreja
Senti mi cara doler por la sonrisa que se dibujo en ella
—Prometo que sera el ultimo—Susurro
—O la ultima—Comente alegre
Me pare y le di un bes o corto, agarre su cara entre mis manos y lo mire directamente a los ojos
—¿Te gustan las Islas de Baia do Sancho, Fernando de Noronha?
Fruncio el ceño por unos segundos hasta que se formo una pequeña sonrisa
— ¿A eso saliste, no?—rei y asentí lentamente, luego de verlo un rato y analizar sus preciosos ojos nos fundimos en un beso lento lleno de dulzura
—Te amo
—Te amo mas Er