Capítulo Uno; Primera Parte.

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📅 07 de diciembre.

Bruce Robertson's POV:

Abrí mis ojos y vi la luz. Una luz blanca tan brillante que hacía que mis ojos dolieran, sentía una briza fresca en mi rostro. Podía jurar que estaba muerto hace unos minutos, pero también que he dormido un largo tiempo.

Veía hacia arriba, un techo blanco me tapaba la vista al cielo, estaba cómodo, como si estuviera en una nube realmente acogedora, pero al darme vuelta un segundo me di cuenta que era una cama completamente de color blanco, las paredes eran iguales, todo en este lugar era del mismo color, no había muebles solo estaba esta cama y una ventana abarrotada. Estaba realmente asustado.

“¿Un manicomio?”, fue lo primero que pensé, me empecé a sentar  y note algo raro, mire a los lados y me di cuenta que estaba conectado a unas maquinas y tenia unas mangueras en mi brazo.

Rápidamente me quite todo, me pare, tome un momento para respirar sin marearme. Me sentía confundido, realmente no recordaba nada de lo que ocurrió anteriormente. Un segundo después escucho entrar alguien por la puerta.

Era mujer vestida con un delantal blanco y un gorro como de enfermera, o algo así. Venía con una bolsa que tenía un líquido transparente dentro, de repente lo dejó caer al suelo cuando me vio despertar, aquella bolsa pareciera que iba en cámara lenta, hasta que cayó. Me sentía muy aturdido y confuso ante todo lo que estaba ocurriendo, ella casi había pegado un grito, pero solo choco la puerta de la habitación con una mirada de asombro y terror. Le dedique una mueca de confusión ante su reacción. Todavía me sentía algo aturdido.

— Señorita, ¿Dónde estoy? —pregunté, un poco nervioso.

Estaba tranquilo pero el hecho de no entender lo que me ocurría me estaba volviendo loco.

— T-tranquilo — Explicó ella, con un tono suave. Junto la bolsa, y se paro firme. — Esto... Usted quédese tranquilo, nosotros... — No entendía a que se quería referir. Estaba aún más confundido. Ella se retiro del lugar, corriendo. Salió de la habitación cerrando la puerta a su ves.

— S-señorita, ¡oiga!... — Gritando esta ves, y ya en pie, me acerque a la puerta. — ¡Alguien sáqueme de aquí! ¡Yo no estoy loco! ¡Quiero que me saquen de aquí! — Gritaba, una y otra ves, mientras golpeaba la puerta.

Mi brazo sangraba demasiado, tanto que podía ver como la ropa blanca que me cubría ahora se estaba tiñendo roja. Caí al suelo de la impresión y escuché como la puerta se abrió en un segundo, me arrastre hacia atrás con miedo, estaba nervioso y furioso a la ves. Vi una figura alta, con una bata blanca entrar al lugar. Me miró sorprendido unos segundos y luego de eso se acercó más a mi.

—¿Qué demonios te has hecho? Te vas a desmayar con tanta sangre perdida. — Exclamó, un poco molesto. Pero tranquilo a la ves.

— A la mierda la pérdida de sangre, ¿Dónde demonios estoy y que hago aquí? ¡YO NO ESTOY LOCO!. — Grite, impacientemente mientras me ponía de pie y los mirada. De repente, sentí manos, sosteniendome de los brazos. Tratando de detenerme, pero mi fuerza era mayor que el de ellas, haciendo que todas se cayeran al suelo.

Traté de arrevatarlas de mi, pero sentía un terrible mareo en mi.

Cálmese, señor Robertson. — Pidió, con calma. No es un manicomio, esto es un hospital de rehabilitación especial. — Explicó. — Usted a estado aquí desde su accidente. — Respondió, haciendo gestos con sus manos para que me calmara. Soy doctor, y médico psiquiatra. — Se acercó más a mi, tomándome de los hombros, mientras yo me iba poniendo más, y más débil. Mi mirada se estaba cansando, y veía borroso, casi por completo.

𝐅𝐫𝐨𝐦 𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧 𝐓𝐨 𝐇𝐞𝐥𝐥, 𝐀𝐧𝐝 𝐕𝐢𝐜𝐞 𝐕𝐞𝐫𝐬𝐚. ||©||[Proxi.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora