Namjoon miraba con tristeza el porta retrató, su corazón dolía como el infierno
Cuando fue el momento en el cual su relación se acabó con YoonGi, acaso no era suficiente para el pálido
Tal vez no era el más guapo, inteligente o gracioso pero su amor era puro y verdadero
Apretó con fuerza aquel objeto, las lágrimas caían violentamente machando el cristal que protegía el recuerdo más doloroso para ese momento
La puerta se abrió con cuidado. Jimin llegó con las dos tazas de café
Se acercó hasta la cama, dejando ambas tazas en la mesa de noche
- Nam traje el café, anda tómalo - tomó asiento al lado del moreno
Namjoon nego, limpiando las lágrimas con el dorso de su mano izquierda
Jimin suspiro, observando la foto en manos se su hermano - No te atormentes más Nam
- Cuando fue el momento en que deje de gustarle - hablaba con dolor en sus palabras
- Es un estúpido, tu eres todo lo perfecto que esta vida tiene - Acarició la cabellera
- Jimin, a ti no te afecto el engaño de Jungkook acaso - giro su cabeza poniendo sus ojos en el más bajo
El cuerpo de Park se tenso al instante, joder! Olvido lucir devastado
- Yo.. - sollozo con fuerza - trato de ser fuerte para ti, porque por dentro me estoy rompiendo horrible Namjoon
El llanto fingido de Jimin, rompió — aun más — el corazón de Namjoon
- Jimin - abrazo a este por los hombros - que clase de hermano soy, yo debería ser fuerte para ti
Jimin sonreía, rodeando la cintura del alto
- Jungkook fue mi primer amor y me lastimó de la pero manera - lloro más fuerte aferrándose al cuerpo de su hermano
- Desahogate lo que sea necesario Jiminie, ambos vamos a salir de este - tomó entre sus manos las mejillas de Jimin - Oíste, los hermanos Kim saldrán como unos guerreros
Jimin asíntio, concentrando su mirada en los labios regordetes, miro después esos ojos que lo volvían loco
Namjoon se perdió en la bonita mirada de su hermano, siempre supo lo bonito que era ese pequeño
Jimin acarició con la lleva de su dedo los labios de Namjoon, acercándose con lentitud
Su aliento se mezclaba, sus respiraciónes chocaban, unos centímetros eran necesarios para tocar la gloria